El esclavista Antonio López desaparece definitivamente del nomenclátor de Barcelona
La plaza ahora está dedicada a Idrissa Diallo, muerto en un Centro de Internamiento de Extranjeros
BarcelonaHa costado y ha sido un proceso largo, pero este viernes finalmente Antonio López ha desaparecido del nomenclátor de Barcelona. Ahora la plaza se ha dividido en dos y tendrá dos nombres. Por un lado, Idrissa Diallo (lado Besòs, en honor al migrante guineano muerto en el CIE en 2012); y, por el otro, plaza de Correus (por el edificio que abre Via Laietana).
La escultura de Antonio López, que fue retirada hace cerca de tres años con una fiesta ciudadana organizada por el consistorio, fue enviada al Centro de Colecciones del Museo de Historia de Barcelona de la Zona franca. Allí continúa, junto a la estatua ecuestre de Franco. Son parte de la memoria incómoda de la ciudad.
El cambio de nombre no ha sido fácil. El consistorio quería decidir el nombre nuevo con una multiconsulta, pero el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) tumbó el reglamento porque aceptó la demanda que presentó Abogados Catalanes por la Constitución en noviembre de 2019.
Finalmente, la ponencia del nomenclátor de junio de 2021 dio luz verde al cambio de nombre y escogió el de Idrissa Diallo (Guinea 1991-Barcelona 2012), que llegó a España saltando la valla melillense en 2012, donde fue detenido y trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona. Dos semanas después murió en el hospital por una insuficiencia respiratoria. Su muerte generó múltiples denuncias alegando negligencia institucional y desencadenó un movimiento ciudadano para reclamar el cierre de los CIE y la derogación de la Ley de Extranjería.
Las propias entidades ciudadanas promovieron la recogida de 15.000 firmas para la sustitución del nombre de Antonio López por Idrissa Diallo. El proyecto de remodelación de la Via Laietana, que ha empezado el 1 de marzo, prevé la reurbanización de la plaza de Idrissa Diallo con la retirada del pedestal que sostenía la estatua.
López ha desaparecido del paisaje urbano por su pasado esclavista. El historiador Martín Rodrigo, en el libro Un hombre, mil negocios. La controvertida historia de Antonio López, marqués de Comillas (Ariel), aporta las pruebas documentales y los testimonios que confirman que López fue un esclavista y, además, comerció con esclavos cuando ya era oficialmente ilegal. "Sin esto no habría podido amasar la fortuna que lo convirtió en el empresario más rico de Catalunya", aseguraba Rodrigo en una entrevista al ARA. López llegó a acumular un patrimonio de 24 millones de pesetas, un capital que superaba de largo lo otros prohombres de la época como por ejemplo Joan Güell, que cuando murió dejó 7,2 millones de pesetas.