Patrimonio

El expresidente del Louvre, imputado por tráfico de antigüedades

Investigado Jean-Luc Martinez por la compra de cinco piezas egipcias

BarcelonaEl expresidente del Museo del Louvre, Jean-Luc Martinez, que ocupó el cargo hasta agosto del 2021, ha sido imputado por blanqueo y por ser cómplice de estafa en un caso de tráfico de antigüedades, según publica este jueves el diario Le Monde. La policía detuvo a Martinez el lunes, junto con al conservador del departamento de antigüedades egipcias del museo francés, Vincent Rondot, y el egiptólogo Olivier Perdu. Los dos últimos salieron en libertad al día siguiente de su detención pero el expresidente del Louvre fue imputado el miércoles por la noche.

Martinez presidió el museo francés entre 2013 y 2021 y fue detenido después de una investigación internacional sobre el tráfico de antigüedades que habría afectado al Louvre de Abu Dhabi y al Museo Metropolitano de Nueva York. La investigación ha seguido la pista de diferentes marchantes de arte y expertos que habrían elaborado documentos para falsear el origen de diferentes objetos, los cuales habrían sido saqueados de diferentes países durante la Primavera Árabe. Entre los objetos investigados está la estrella de granito rosa dedicada al faraón Tutankamón que actualmente se expone en Abu Dhabi y cuyo origen ha sido cuestionado por el profesor de la Universidad Paul-Valéry de Montpellier, Marc Gabolde. El monumento, según explicaba Gabolde en un artículo publicado en 2019 en Revue d'Égyptologie, es "demasiado perfecto".

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El Louvre Abu Dhabi compró este objeto en 2016 con cuatro piezas más por un total de 15,2 millones de euros. Los agentes de la Oficina contra el Tráfico de Bienes Culturales han interrgonado a Martinez porque no vigiló ni controló las incoherencias en los documentos sobre estas piezas que adquirió el museo. Martinez es, desde 2021, embajador para la cooperación internacional en el ámbito del patrimonio y trabaja con diferentes colectivos para la protección de patrimonio en zonas de conflicto. En el diario Le Monde, Gabolde ha defendido que sus colegas del Louvre son víctimas de la estafa pero no son responsables.

El origen de la investigación se remonta al 2017, cuando Christophe Kunicki, que trabajaba para la casa de subastas Bergé & Associés, vendió el sarcófago dorado del sacerdote Nedjemankh, por 3,5 millones de euros, al Museo Metropolitano de Nueva York. Kunicki había garantizado con un documento que el sarcófago había salido legalmente del país en 1971 pero en realidad había sido robado en 2011, cuando se produjo la revuelta contra el presidente egipcio Hosni Mubarak. Esta pieza de arte se devolvió a Egipto en 2019.