Un herido leve, paradas destrozadas y libros mojados: los chubascos causan estragos en la Diada

BarcelonaPoco a poco se van conociendo los daños que han provocado la granizada y el viento esta mañana y este mediodía en las paradas de Sant Jordi en Barcelona: el fuerte viento ha levantado una carpa en Gran Via, en paseo de Gràcia y ha golpeado a varias personas, una de las cuales sufre heridas leves, según informa la Guardia Urbana. En la librería La Central han cancelado las firmas previstas para esta tarde en la carpa de paseo de Gràcia con Gran Via, que ha caído debido al viento y la lluvia; sí que se mantienen las firmas previstas en la carpa de la Central en paseo de Gràcia con la calle Mallorca. "Está siendo un caos total. Tendríamos que haber tenido un plan B y no lo teníamos. La mayoría de las carpas no estaban preparadas. Es peligroso porque algunas han volado", dice la encargada de comunicación de la librería, Núria Solsona. "Los libros se mojan, quizás tendríamos que haber cancelado", explica.

La tormenta ha afectado sobre todo el tramo de paseo de Gràcia con Gran Via. En concreto, las paradas de La Central, la Librería Medios, Ferrándiz y una parada del Ayuntamiento. El viento ha levantado las telas y las estructuras creando un efecto dominó. Se han tumbado cinco paradas, han golpeado a varias personas, una de las cuales ha sido herida de carácter leve.

Los paradistas han desmontado por órdenes de la Guardia Urbana, que ha precintado la zona. "Es una lástima, pero son cosas del trabajo", dice el librero de Medios. También se han estropeado decenas de libros y lamentan que han perdido las ventas de toda la tarde, porque no las han podido hacer.

A la editorial Raig Verd el mal tiempo les ha volcado la mesa y se ha llevado la carpa que los protegía. 12 metros de libros, 700 ejemplares, han quedado "para tirar", tal como ha tuiteado la editora Laura Huerga.

"La afectación es dramática", advierte el librero de Documenta Lluís Ruiz. "Va a rachas -explica-. La logística de los libros está siendo muy complicada. Las cajas con libros se nos han mojado, muchos libros los hemos podido salvar. En la parada del lado vendían rosas y ha volado. Han desaparecido a mediodía". En otras librerías más se repite la situación: "La mitad de los libros mojados", lamenta el librero de Santos Ochoa, Abraham Trujillo. "Veremos si el seguro lo cubre y si las editoriales nos ayudan. El tiempo que no hemos podido vender también nos ha afectado".