¿Isona Passola y Jordi Casassas se disputan el futuro del Ateneu Barcelonès?

Barcelona"Tiene que haber una confrontación civilizada, que no quiere decir una guerra", ha dicho uno. "Encantada de que pueda haber una candidatura alternativa a la nuestra", ha dicho la otra. El primero es Jordi Casassas (Barcelona, ​​1948), que fue presidente del Ateneu Barcelonès de 2014 a 2021. La segunda es Isona Passola (Barcelona, ​​1953), la actual presidenta de la institución de la calle Canuda. Ambos se presentan a las elecciones de este jueves (de 9 a 20 h), en las que los socios decidirán qué quieren que sea el Ateneo del futuro, o al menos el de los próximos cuatro años.

Moderados por la directora del ARA, Esther Vera, y en una sala Oriol Bohigas llena, Passola y Casassas han empezado nadando en la cordialidad. Después, y durante media hora, han topado frontalmente a propósito de la gestión del bar-restaurante, que ya no es exclusivo para los socios del Ateneo. "Hay días que me he encontrado sin mesa para el almuerzo", ha lamentado Casasses. "Un bar debe ser rentable, y sirviendo veinte menús al día no lo es", informó Passola. Finalmente, acabaron lanzándose reproches. Uno acusando a la otra de despótica, y ella recordando el machismo que ha tenido que asumir en el Ateneo: "Me he encontrado con gente que me ha dicho cosas horribles, como: «Niña, desde que estás tú los inodoros están sucios»". Ella sugiriendo que "a los catedráticos les cuesta asimilar las dinámicas de transformación de la empresa privada". Él refugiándose en la ironía como "un catedrático de esos que muere en el cargo".

Todo ello en un debate en el que se planteaban dos modelos casi antagónicos. Passola, que es su presidenta, ondea la bandera de la renovación y el cambio con la candidatura El Ateneo late. Casassas, que se presenta como alternativa al frente de Primero, el Ateneo, esgrime la divisa "la herencia obliga". Es como si tuvieran los papeles intercambiados.

"El trabajo realizado es el principal aval, un trabajo en equipo que ha dado vida al Ateneo", ha afirmado Passola. "Rechazamos los personalismos exagerados y tenemos una obligación con la historia", ha dicho Casassas. La presidenta, "expansiva", tal y como la ha definido Vera, ha destacado trabajos realizados, como secar déficit histórico, ejecutar las obras de reforma (propuestas en el mandato anterior por Casassas), aumentar la actividad e incorporar socios jóvenes a "las estructuras de poder", jóvenes que "son muy buenos y han creado tres". El candidato remachó que "hay que ordenar la oferta cultural y potenciar la producción cultural propia y la enseñanza". Casassas también ha dicho que "un cambio de rumbo no puede hacerlo una junta" sin contar con los socios, porque las cosas "no se pueden imponer con despotismo ilustrado, por muy ilustrado que sea". Y añadió que "cambiando excesivamente la casa se perderá el latido de la sociedad" y que el Ateneu corre el peligro "de convertirse en un centro cultural del distrito de Ciutat Vella", una afirmación que Passola ha interpretado como peyorativa, seguramente porque el propósito de Casassas era justamente éste. Passola ha contestado: "Me da la impresión de que no ha seguido el programa cultural del Ateneo".

En cualquier caso, ha quedado patente que el Ateneo necesita recuperar la capacidad de "producir ideas y proyectarlas a la sociedad", tal y como ha dicho Casassas; y también es necesario que aborde "las emergencias nacionales: migraciones y lengua", tal y como ha añadido Passola.