¿Armas o libros?

Guadalajara (México)La Feria del Libro de Guadalajara, popularmente conocida como la FIL, nació de la mano de un rector de universidad que quería cambiar la ciudad. Y lo logró. Raúl Padilla López (1954-2023) es el principal culpable de que hoy Guadalajara no sea una ciudad conocida por la violencia —aunque, sin duda, el problema de los cárteles de la droga persiste y es grave—, sino por la cultura: gracias a la FIL y gracias también al Festival Internacional de Cine, impulsado por el propio Padilla. También por el tequila (más que una bebida, es una cultura), por los murales de los pintores surgidos de la Revolución Mexicana (en especial los de José Clemente Orozco) y por los mariachis. Sí: Guadalajara, capital del estado de Jalisco, concentra mucha mexicanidad.

El suicidio de Padilla hace dos años dejó un gran vacío. Enrolado en la izquierda radical cuando era estudiante, había tenido entre sus profesores al exiliado catalán Josep M. Murià Romaní, un militante de Estat Català (el partido de Macià) que durante un tiempo enseñó historia de España en la universidad. No cuesta mucho imaginar qué España pintaba... El hijo de Murià, José María Murià, ayudó a Padilla a conseguir que el ministerio del Interior le borrara la ficha de comunista de los años de juventud, condición sine qua non para poder presentarse a rector, cargo que obtuvo en 1989. Antes, Padilla y Murià hijo habían puesto en marcha la primera FIL en 1987. Hoy, tras la de Frankfurt, es la más importante, sobre todo también por su carácter de festival.

De la mano de Padilla, tanto la FIL como la universidad, que modernizó y descentralizó, dieron un salto adelante. Ya ex párroco, mantuvo el control de la UdeG: incluso acabó situando a su hermano al frente, un José Trinidad Padilla que ahora es presidente de la FIL.

A las puertas del 40 aniversario, la FIL está del todo consolidada, tanto cualitativa como cuantitativamente. Este año se realizan apuestas sobre si superará el millón de visitantes. El público estudiantil, sea universitario o de bachillerato, es crucial. En la mayoría de 125 municipalidades del estado de Jalisco hay centros de bachillerato, dichos Preparatorios, que dependen de las universidades públicas o privadas: muchos chicos y chicas llegan en autocar a la feria. Por unos días viven en un mundo de libros. La feria está abarrotada de gente joven y entusiasta.

La marca cultural de Guadalajara la liga con Barcelona, ​​ciudad invitada de este año. Ambas estrecharán lazos con más iniciativas. A partir de marzo, una vuelta directo Barcelona-Ciudad de México les acercará más. La edición de 2004, con Catalunya de país invitado, marcó un antes y un después: durante años se dijo que había sido la mejor. Ahora es el turno de Barcelona. Padilla siempre admiró a Catalunya y su capital. Buena parte de la culpa es de los Murià, claro.