Educación

Aumentan las bibliotecas escolares, pero están más horas cerradas

Los maestros, bibliotecarios y expertos atribuyen el incremento a la revalorización de la lectura y los cambios curriculares

BarcelonaCataluña ha recuperado una cuarta parte de las bibliotecas escolares que había perdido hace cinco años, pero éstas son más pequeñas y están más horas cerradas respecto al curso 2019-2020. La estadística de bibliotecas escolares publicada por el departamento de Educación y Formación Profesional establece que en el curso 2023-2024 se revirtió la tendencia a la baja: los centros —tanto públicos como privados— con biblioteca escolar han pasado del 56,8% en 2020 al 72,9% en 2024, y se sitúan cerca de la situación, de este servicio. Los maestros, bibliotecarios y expertos consultados por el ARA atribuyen este cambio a varios factores: la reapertura de las bibliotecas que se habían cerrado a raíz de la pandemia del coronavirus, la caída del nivel de comprensión lectora de los alumnos catalanes —que ha empujado a los centros a buscar maneras de mejorarlo abriendo bibliotecas—, los cambios en los currículos -ahora más enfocados a fomentar la lectura- y la reducción de las bibliotecas de aula en sustitución de las escolares.

Creixen les biblioteques escolars
Percentatge d’escoles i instituts que disposen de biblioteca de centre
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"En el 2022 hubo un cambio curricular que muestra la necesidad de una biblioteca escolar y pone de manifiesto sus funciones. El mensaje ha calado, los centros se están concienciando", afirma la técnica del Plan de Mejora de las Bibliotecas Escolares (plan MIB) Mònica Badia. "Se ha puesto el foco en la importancia de la comprensión lectora, que es uno de los escaparates de nuestro sistema educativo. Los centros se han dado cuenta de que una biblioteca escolar no es un almacén de libros ni un aula, sino un espacio para dar respuesta a esta necesidad", añade el jefe del Servicio de Apoyos y Recursos Lingüísticos del Departamento de Educación y Formación Profesional, Pere May.

En 2020, el 59,9% de centros sin biblioteca lo justificaban porque ya tenían una biblioteca de aula. En 2024, este porcentaje ha descendido hasta el 38,1%. "Hace unos años se promocionaron mucho las bibliotecas en las aulas, y muchos centros lo aprovecharon como sustituto de la biblioteca escolar, porque es mucho más barato tener un cajón con cuatro libros en clase. Ahora se ha visto que este sistema no funciona", señala Júlia Baena, bibliotecaria escolar y profesora de la Universidad de Barcelona (UB). Desde su punto de vista, la biblioteca de aula y el escolar no deberían ser excluyentes -"de hecho, sobre todo en primaria es muy recomendable, casi obligado", subraya Baena-, pero la primera debería estar gestionada por el equipo que se encarga de la segunda. En la reapertura de bibliotecas escolares también ha ayudado "el contexto actual de la crítica hacia la digitalización", explica el bibliotecario Carlos Ortiz, quien desde hace quince años trabaja en centros públicos de Barcelona y es miembro del Grupo Bibliomedia y del grupo de trabajo del Colegio Oficial de Bibliotecarios de Catalunya. "Sabemos que la competencia lectora hace subir las demás competencias. Después de unos años de locura con la digitalización, se está volviendo a valorar la lectura", dice Ortiz.

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Laley de educación catalana(LEC 12/2009) establece que "todos los centros educativos deben disponer de una biblioteca escolar", pero, a la hora de aplicarla, la responsabilidad recae en cada centro. Un 81,5% de los centros escolares de Cataluña han respondido a la encuesta (el 85,2% de los públicos y el 71,1% de los privados). Baena y Ortiz consideran que el 18,5% que no ha respondido se debe a que no dispone de biblioteca escolar. Si así fuera, el porcentaje de escuelas con este servicio se encontraría ligeramente por debajo de los datos marcados por la estadística del departamento. En cualquier caso, Mayans subraya que "los porcentajes son elevados" y que el departamento "insiste y da argumentos a los centros para que tengan biblioteca".

Más préstamos y más fomento de la lectura

Más allá del aumento de bibliotecas escolares, la estadística presenta otros datos positivos. El número medio de préstamos durante el curso 2023-2024 fue de 959, el mejor dato desde que se elabora la encuesta (en 2020 fueron 727 y en 2016, 712). También crece el porcentaje de bibliotecas que ofrecen actividades de fomento de la lectura. En 2024 organizaron el 68,7% de bibliotecas, nueve puntos porcentuales por encima de los datos de 2020 pero todavía lejos de las cifras de 2016 y 2011, cuando el porcentaje superaba el 80%. Estos dos datos muestran, según el departamento de Educación, el efecto de la promoción de la lectura dentro de los nuevos currículums y también del plan de mejora de la comprensión lectora incluido dentro del Plan Nacional del Libro y la Lectura.

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Pero no todo son flores y violas, en la nueva encuesta. Uno de los datos que más preocupa a los expertos es la reducción de horas de apertura de las bibliotecas a la semana. La media ha pasado de las 20,8 horas en 2011 a las 6,2 en 2024. "En muchos centros, la biblioteca sólo se abre durante la hora del patio", lamenta Baena. En consecuencia, la media de horas del responsable asignadas a tareas de la biblioteca ha caído significativamente en más de una década; ha pasado de 7 horas a 3 horas.

Mitjana d’hores d’obertura a la setmana amb atenció de l’equip de la biblioteca (en horari lectiu)
Dades agrupades dels centres públics, privats i concertats
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Detrás de esta cifra se encuentra uno de los malos endémicos de las bibliotecas escolares catalanas: la falta de recursos humanos destinados a este servicio. Idealmente, las bibliotecas deberían tener una persona encargada, con conocimientos sobre gestión de fondos y préstamo y con el tiempo necesario para cumplir con una planificación preestablecida. Pero la realidad es otra: a menudo, quien asume la gestión de la biblioteca es un docente que debe compaginarlo con las horas de clase y con otras responsabilidades, y la mayoría de centros (un 57,3% en 2024) no tienen ninguna planificación. "Cuando la responsabilidad recae en un maestro, el centro la libera de la carga docente, pero dos o tres horas a la semana es claramente insuficiente. Hay que catalogar libros, organizar actividades para fomentar la lectura, etcétera. Y el maestro debería tener cultura literaria, que no siempre ocurre", destaca el presidente del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de Catalunya (

Para potenciar todos estos aspectos, el departamento puso en marcha durante el curso 2023-2024 el plan MIB, un plan piloto dirigido a 50 centros con un bibliotecario de guía para apoyar, formar a los docentes y acompañarlos en la mejora de la biblioteca de cada escuela o instituto. Entre otras cuestiones, el plan "explica la importancia de la biblioteca para que los centros lo tengan presente a la hora de priorizar las horas, incorpora el papel de la biblioteca en los documentos de los centros y proporciona herramientas para ayudarles a podar los libros y actualizar los espacios", dice Mayans.

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Sin embargo, las bibliotecas escolares son proyectos de centro. Al final, cada equipo directivo decide cuánto tiempo y qué parte del presupuesto se destina a la biblioteca, que también obtiene a menudo dinero de las asociaciones de familias de alumnos (AFA). De hecho, los centros no pueden contratar directamente personal para las bibliotecas, sino que deben hacerlo a través de la AFA. En 2024, el 88,3% del equipo de las bibliotecas eran profesores y un 47,1% dedicó horas voluntarias a su gestión. "Ahora mismo en Catalunya no hay 5.000 bibliotecarios para enviar uno a cada centro. Pero los docentes bibliotecarios deberían tener una formación mínima", señala González-Cuadra.

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La estadística también indica que las bibliotecas escolares han perdido espacio físico: han pasado de 63,7 m2 de media a 59,4. Asimismo, disminuyeron las bibliotecas con conexión a internet en los centros públicos de secundaria (pasaron de un 87,5% a un 66,7%). "Tenemos más bibliotecas, pero seguramente los servicios que ofrecen son mucho aula de estudio. La conclusión es que se han reabierto, pero no con todos los servicios. Quizás lo que tenemos más son aulas de estudio con el cartel de biblioteca que más bibliotecas", reflexiona Ortiz. Sobre los cambios en el espacio físico, el subdirector de Lenguas, Andreu Freixes, señala que el Departamento trabaja para "adecuar los espacios a la nueva concepción de bibliotecas, que conecten a los alumnos con el entorno cultural y puedan participar de forma agradable, en salas diáfanas y favorables a la lectura".

Por todo ello, Freixes subraya el "compromiso" del departamento de Educación hacia las bibliotecas escolares. "Hay una voluntad muy decidida de sacar adelante un proyecto adecuado al contexto educativo para apoyar el nuevo currículo. En este proyecto la biblioteca es central; estamos trabajando duro para que sea así", afirma el subdirector de Lenguas, quien añade: "Mejorar la comprensión lectora es uno de los retos educativos y una prioridad de país. Las bibliotecas escolares.

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El plan MIB, la herramienta para renovar y dar peso en las bibliotecas

Después de la caída drástica del número de bibliotecas escolares en el curso 2019-2020, el departamento de Educación puso en marcha un plan piloto para revertirlo: el plan MIB. pedagógicos que les hace de guía para renovar la biblioteca y situarla como un elemento clave dentro de la escuela Se han creado equipos impulsores de la biblioteca dentro de cada centro y se han realizado sesiones en red. También se ha trabajado con un sistema del año 2000, prevé renovar el fondo bibliográfico con 2.000 euros por cada centro participante

En agosto del 2026, el plan MIB llegará a su fin y el departamento se encargará de evaluar sus resultados. La intención, según Freixes, es extenderlo al resto de centros de toda Cataluña para que todos puedan dar un nuevo impulso a sus bibliotecas escolares.