Literatura

El filósofo que alimentó hienas salvajes en Etiopía

Antonio Fornés gana el premio Eurostars Hotels, dotado con 18.000 euros, con el libro de viajes 'Corazón ligero'

BarcelonaLa idea de viaje ha estado muy presente en buena parte de los libros que ha escrito Antonio Fornés (Hospitalet de Llobregat, 1968). "Viajar y filosofar son acciones similares porque cuando hacemos una cosa y otra partimos de la admiración", admite el doctor en filosofía, que con su sexto libro, Corazón ligero, ha sido proclamado ganador del 19º premio Eurostars Hotels de narrativa de viajes, dotado con 18.000 euros y editado por RBA.

"Desde que, con sólo 18 años, viajé a Praga con un grupo de amigos a los que obligué a ir hasta la tumba de Kafka, no he dejado de practicar esta afición y, hoy en día, ya he visitado 75 países", ha añadido el autor, acompañado de dos de los miembros del jurado, Carme Riera y Alfredo Conde, en el hotel Grand Marina del puerto de Barcelona , después de que una y otra elogiaran la calidad y amenidad literaria del libro. Las experiencias de Antonio Fornés en países como Azerbaiyán, Namibia, China, Kurdistán iraquí, Etiopía y Japón son el punto de partida de algunos capítulos del libro, que en vez de fijarse en atractivos turísticos reflexionan, siempre con ironía, sobre cuestiones como la muerte, la ecología, la globalización y la aculturación.

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Fornés propone, viajando a otros países, peripecia tanto exterior como interior. "Procuro partir de anécdotas que puedan llamar la atención –explica–. En Azerbaiyán, por ejemplo, un país donde hace mucho calor, te encuentras mantas en el interior de los restaurantes porque tienen el aire acondicionado a toda pastilla". Uno de los lugares que más ha marcado el autor ha sido Etiopía: "Fui hace unos años, cuando las carreteras eran caminos sin asfaltar y había iglesias de montaña a las que solo se podía acceder subiendo con cuerda". Llegó a visitar la región de Harari, al este del país, siguiendo los pasos de Rimbaud, y allí le hicieron una propuesta irrepetible: "El guía que me acompañaba me dijo una noche si quería dar de comer a las hienas salvajes, y respondí que sí. Clavó un corte de carne en un palo y me dijo que estirara el brazo. Empezaron a aparecer puntitos amarillos en el horizonte que nos acercaban y nos rodeaban.

Tras doctorarse en filosofía, licenciarse en humanidades y diplomarse en ciencias religiosas, Antonio Fornés encontró trabajo en el sector farmacéutico, donde todavía trabaja. También su entrada en la primera empresa del sector tiene una anécdota curiosa detrás: "El empresario comentó durante la entrevista que tenía un perfil peculiar, y me preguntó si era cierto que era especialista en herejías medievales. Tras contratar -me di cuenta de que no nos habíamos entendido, porque me presentó en la primera reunión como un especialista en orgías medievales". Aún ahora, cuando lo recuerda, las mejillas se vuelven del color del vino rosado.