«Somos hijos del premio del ARA y del 'Vinyetari'»
Lluc Silvestre y Ed Carosia se adentran en la creación de un festival de música en el cómic 'Un oso en Marruecos'
BarcelonaEn 2017, el gestor cultural Lluc Silvestre pidió una excedencia de su trabajo en el Institut Ramon Llull para trabajar unos meses como voluntario en un festival de música marroquí, el Visa for Music de Rabat. "Había llegado a ese punto que llevas veinte años haciendo un trabajo y aún te quedan veinte años más y necesitas aprender cosas diferentes", explica Silvestre, que era consciente de que la jugada podía salirle mal. En este caso, se decía, "al menos me quedará una historia por contar". Cinco años después, la historia se cuenta en Un hueso en Marruecos, Premio Valencia de Novela Gráfica 2021, publicado por Andana en el catalán original y también en castellano. Escrito por Silvestre y dibujado por Ed Carosia, el cómic acompaña al protagonista –el propio Silvestre– en un viaje de descubrimiento cultural lleno de reflexiones filtradas por la mirada analítica y curiosa del guionista (antropólogo de formación) y el exuberante festival de soluciones gráficas desplegado por Carosia. Una crónica apasionada y amena sobre las entrañas de los proyectos culturales y la ilusión y sacrificios que les hacen posible. Sin duda, uno de los cómics de no ficción más estimulantes del 2022.
Carosia es un dibujante con una sólida trayectoria y fundador del sello Mamut de cómic infantil. Silvestre y él se conocieron cuando se implicaron juntos en la campaña para salvar la escuela de sus hijos, la Mar Nova de Premià de Mar. Pero el empuje clave para hacer realidad Un hueso en Marruecos fue la aparición del Premio ARA de Cómic en catalán, al que se presentaron con una historieta sobre un viaje anterior de Silvestre a Beirut. No ganaron, pero el cómic apareció en Viñetario (Norma, 2021), la recopilación de los mejores trabajos presentados. "Participar en el premio era cómo salir a probar las canciones ante el público –dice Carosia–. Y aparecer en Viñetario hizo que el proyecto tomara sentido". "Como equipo artístico, somos hijos del premio del ARA y del Viñetario, porque nos dio la oportunidad de ver cómo funcionábamos juntos".
De invitado a trabajador: un choque "brutal"
En la historieta Beirut, más allá de la música, Silvestre viajaba como invitado a una feria musical de Líbano; a Un hueso en Marruecos, en cambio, tiene "el trabajo más pesado y desagradecido": preparar a los transfers de los músicos, lidiar con problemas logísticos y, durante el festival, apagar tres incendios diferentes todos los días. empapados de neocolonialismo", recuerda Silvestre, que reivindica la música "como una herramienta muy poderosa" para explicar el mundo y que quería mostrar un Marruecos más allá de las chilabas, los tuaregs y el té. "No buscamos el exotismo sino la vida real, celebrar la riqueza cultural, la lengua y el empuje de la gente del sector cultural", dice el guionista. el humor es fundamental para Silvestre y Carosia; en este sentido, se reconocen admiradores de los cómics de no ficción de Riad Sattouf y Guy Delisle.
El tramo final del cómic tiene un ritmo trepidante y un regusto casi épico, con el equipo poniendo el cuello durante jornadas interminables para montar un festival con grandes problemas financieros y de organización. Un choque "brutal" para alguien como Silvestre, acostumbrado a los timings racionales de la administración pública. "Al final las cosas acaban saliendo, pero yo no lo sabía, solo veía que ahí no funcionaba nada", recuerda el guionista. "A mí me recuerda cómo se hacen las cosas en Latinoamérica –apunta Carosia, que es argentino–. Yo vengo de allí, de hacer las cosas sin un duro, luchando para que salga adelante. Me reconozco, en los marroquíes. Lo pasas mal ya veces no sale bien, pero el público apenas se da cuenta porque está disfrutando de un espectáculo y el placer lo cubre todo".
Silvestre y Carosia ya trabajan en un nuevo proyecto: una novela gráfica para celebrar los 20 años del grupo La Pegatina. "Será un libro de aventuras, la historia novelada de las experiencias y anécdotas que ha vivido la banda en cuatro de los países donde han ido a tocar con frecuencia", explica Silvestre, que no pierde de vista otro objetivo: "El asignatura pendiente es el Premio ARA de Cómic. Nos volveremos a presentar... ¡Y ganaremos!".