Literatura

Javier Cercas: "El Papa considera al clero el cáncer de la Iglesia"

En el libro 'El loco de Dios en el fin del mundo', el escritor viaja a Mongolia, un país con menos de 1.500 católicos, para construir un retrato del pontífice

BarcelonaDespués de escribir tres thrillers protagonizados por un mozo de escuadra, Javier Cercas (Ibahernando, 1962) ofrece una singular variación en su nuevo libro, en el que el detective es el propio autor y el investigado es nada menos que el papa Francisco. El loco de Dios en el fin del mundo –publicado por Literatura Random House, después de una etapa del autor en Planeta que empezó con Terra Alta (2019)– explica el viaje del escritor hasta Mongolia como parte del cortejo del sumo pontífice con el objetivo de construir un retrato profundo. "He tenido el privilegio de ser el primer escritor al que el Vaticano ha abierto sus puertas para que escribiera un libro –asegura–. Cuando me hicieron la propuesta, enseguida les dije: «¿No saben que soy un tipo peligroso?». Pero ni así se echaron atrás. De hecho, he tenido una libertad absoluta para escribir lo que he querido. Ni siquiera lo que he querido. Ni siquiera. sea leído por parte del Vaticano, no se decidan a excomulgarme".

Cercas cree que El loco de Dios en el fin del mundo es "una novela sin ficción e híbrida" como algunas que ha escrito en anteriores ocasiones. Cita Soldados de Salamina (Tusquets, 2001), pero también Anatomía de un instante (LRH, 2009) y El impostor (LRH, 2014). "Comparte una idea que intenté argumentar en el ensayo El punto ciego (LRH, 2016), y que es la siguiente: todas las novelas que me importan son policiales, es decir, en su corazón esconden un enigma, una pregunta fundamental", dice. En este caso, el enigma es "colosal": indagar en la resurrección de la carne y la vida de un niño que la he hecho. modo: "¿La madre se encontrará con su difunto marido cuando se muera?", dice. "Le he planteado esta pregunta siendo profundamente ateo, anticlerical y un laicista militante –continúa–. De hecho, escribir El loco de Dios en el fin del mundo me ha hecho aún más anticlerical que antes".

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Un Papa contra el poder

En este punto, Cercas "coincide plenamente" con el papa Francisco. "Jorge Mario Bergoglio es el primer papa jesuita, latinoamericano y también el primero que elige un nombre, Francisco, que remite a la locura –explica–. Francisco de Asís se autodenominaba el loco de Dios. En el libro, acompaño al Papa hasta el fin del mundo, Mongolia, un país con 3,5 millones de habitantes donde el catolicismo cuenta con menos de 1.500 fieles". Cercas recuerda que uno de los puntos controvertidos del actual Papa es que considera "el clero el cáncer de la Iglesia". Puede encontrarse delante del rebaño de fieles, al mismo tiempo está en su interior e incluso detrás, pero en ningún caso se encuentra por encima. Los males vienen de ese malentendido. Los abusos sexuales que se han dado en el seno de la Iglesia, por ejemplo, están en el fondo abusos de poder". El segundo aspecto que ha hecho ganar enemigos al papa actual ha sido su visión crítica del poder: "Cuando el poder político se une con la Iglesia vienen las catástrofes. El mensaje del cristianismo es subversivo. El poder no puede apoyarle. Basta con recordar a Jesucristo, que fue castigado porque era un revolucionario que podía mover a las masas".

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Cercas explica que abandonó "la droga del catolicismo" a raíz de la lectura de San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno, y de La gaia ciencia de Friedrich Nietzsche: desde entonces, sustituyó el "opio del pueblo" –en palabras de Karl Marx–, por "drogas alternativas": "La más potente, eficaz y duradera ha sido la literatura, pero he consumido muchas más, entre ellas el alcohol, el tabaco, la marihuana, el hachís y la cocaina". lado de la literatura, es correr".

El escritor ha dedicado casi dos años a las 500 páginas del volumen. "La fe debe ser una especie de superpoder, porque para creer en la resurrección de la carne o para ir a hacer de misionero hay que estar algo sonado –dice–. Cuando finalmente pregunto al papa Francisco si mi madre se encontrará con mi padre cuando muera, me da una respuesta del todo inesperada. Para saberla, sólo se puede hacer una cosa."

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