Una ruta literaria por la Barcelona de finales del siglo XIX
La novela 'La ciudad de los prodigios', de Eduardo Mendoza, inspira el recorrido por la ciudad
BarcelonaTurismo de Cataluña ha creado crea una nueva ruta literaria que recorre diferentes puntos de Barcelona siguiendo la novela La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza. En el libro, Mendoza relata los cambios vividos en la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX con motivo de las Exposiciones Universales de 1888 y 1929, que transformaron la ciudad. Esta ruta literaria sigue los principales escenarios de la novela.
Los escenarios de 'La ciudad de los prodigios' cobran vida en Barcelona
La ruta se inicia en la plaza de Catalunya, la yema del huevo de la Barcelona actual, que hace de eslabón entre la ciudad antigua y la ciudad nueva. Desde muy cerca, en la plaza de Urquinaona, el recorrido baja por la Via Laietana y se dirige hacia las callejuelas del barrio de Sant Pere, pasando por delante del Palau de la Música Catalana. Buena parte de la novela transcurre en esta zona de la ciudad, los barrios de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera, donde el recorrido hace parada por los mercados de Santa Caterina y el Born, así como en la basílica de Santa Maria del Mar. La primera parte del itinerario, que se corresponde con la época de la primera Exposición Universal, de 1888, termina en la amplia zona verde del Parque de la Ciutadella.
La segunda parte de la ruta se puede disfrutar por la zona de Montjuïc, punto neurálgico de la Exposición Universal de 1929, y la fachada marítima. El punto de partida es la plaza de Espanya, desde donde se pasa junto a las torres venecianas, y por la avenida de Maria Cristina se dirige a la Font Màgica y el Palau Nacional, sede del MNAC. Cerca está el Poble Espanyol. Más arriba, el recorrido llega al Anillo Olímpico, con el Estadio Olímpico Lluís Companys, construido en 1929 y remodelado para los Juegos de 1992. En lo más alto se levanta el castillo de Montjuïc, con vistas espectaculares. Posteriormente se baja por el lado de mar de la montaña, se atraviesa el barrio del Poble-sec y el Port Vell, hasta llegar a la Barceloneta, punto final de la ruta y de la novela.