Doce momentos clave del feminismo en Cataluña

Ciertamente, el siglo XX no es el siglo de Einstein ni la bomba atómica, es el siglo de las mujeres. Aquí en Cataluña, el siglo XX fue prolífico en manifestaciones feministas, que necesitamos conocer para construir un siglo XXI aún más feminista. Siempre que no queramos perpetuar ese desaguisado que es hoy el mundo.

Al modo de los eslabones de una cadena, la catedrática de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña Pilar Godayol (Manlleu, 1968) –especialista en estudios de género y autora, entre otros, de¿Dónde están las mujeres? Vidas y manifiestos– traza ahora un recorrido por una docena de momentos clave del feminismo en Cataluña. Doce aventuras que nos han permitido llegar a donde estamos ahora, ya sea en forma de personas, de libros, de revistas, de editoriales o, incluso, de ferias feministas.

El recorrido de Mujeres en lucha no comienza por la revista del mismo título –nacida durante la Transición–, sino que arranca a principios del siglo XX con la mítica revista Feminal, que existió por obra y gracia de Carme Karr, exponente del feminismo burgués. Continúa con la labor precursora de Francesca Bonnemaison en el Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de la Mujer –por donde pasaron miles de mujeres jóvenes–, y se detiene en la figura radicalmente libre de la escritora Aurora Bertrana, que soñaba con construir una universidad obrera femenina.

Ya en la segunda mitad del siglo, la autora destaca la publicación de tres libros clave: La mujer en Cataluña, de la maestra Maria Aurèlia Capmany, y dos traducciones, El segundo sexo de Simone de Beauvoir y La mística de la feminidad de Betty Friedan. Se explaya después en las fecundas Primeras Jornadas Catalanas de la Mujer, que en mayo de 1976 reunieron a cuatro mil mujeres. Se detiene, por supuesto, en la revista que da título al libro ya la primera editorial feminista del país, La Sal, ediciones de las mujeres. Termina en la década de los 90 con tres momentos: la Feria Feminista del Libro que se celebró en las Drassanes de Barcelona en 1990, el análisis de un emblemático texto de Maria-Mercè Marçal en la que confiesa su deuda con las madres simbólicas y un recuerdo de los veinte años de las citadas Jornadas, aniversario que remachó el clavo del compromiso feminista en nuestro país.

Aunque sea un libro de lectura amena, no espere una aproximación simplista a estas metas, sino una completa y muy documentada puesta en contexto que nos revela aspectos menos conocidos de este recorrido hacia la consolidación del feminismo en Cataluña. ¿Sabéis que la incipiente Biblioteca Popular de la Mujer, aparte de haber sido la primera del mundo, hacía una rifa de figurines los domingos con mucho éxito? ¿Que el editor Castellet fue el promotor de la traducción al catalán del libro de Betty Friedan? ¿Que las primeras Jornadas Catalanas de la Mujer las financió nada menos que Jordi Pujol?

Mujeres en lucha es una valiosa aproximación a la construcción de nuestra memoria. Yo personalmente habría añadido un decimotercer capítulo sobre el asociacionismo femenino de los años treinta, encarnado en el Club Femenino de Deportes y en el Lyceum Club barcelonés, pero aunque no les dedique un apartado entero, Godayol ya habla de ello.