El Sant Jordi de la superventas Míriam Tirado: "Siempre acabo llorando"
La autora de 'El hilo invisible' y 'Tengo un volcán' acumula en el paseo de Gràcia colas de lectores de todas las edades
BarcelonaA Míriam Tirado (Manresa, 1976) la manera de vivir el día de Sant Jordi le cambió después de la pandemia. La consultora de crianza y escritora superventas, autora de best-sellers cómo Tengo un volcán (El Cep y la Asa, 2018) y El hilo invisible (B de Blok, 2020), publica libros desde el 2005. "Aún recuerdo cómo los primeros años firmaba poquísimos y el día era muy tranquilo", explica la autora. A ella el fenómeno lector le llegó de repente. El hilo invisible apareció durante el confinamiento, y no fue hasta dos años después –cuando Sant Jordi volvió a la normalidad de las paradas en las calles sin distancias ni mascarillas– que se encontró con colas larguísimas de lectores esperándola para que les firmara sus libros. firma, el corazón me dio un salto. Pensé: «¿Cómo se gestiona esto?», explica Tirado.
Con una treintena de títulos publicados y casi un millón de ejemplares vendidos, Tirado se ha convertido en un referente en literatura infantil y juvenil –la serie Me llamo Goa (B de Blok) genera furor entre los lectores preadolescentes–, pero también entre los padres y madres que buscan libros sobre crianza respetuosa. Entre los lectores que esperaban pacientemente este miércoles en la parada de Bolibloc del paseo de Gràcia se podían ver familias con hijos pequeños, pero también jóvenes y mayores. La primera en pedirle una firma ha sido Carla, que llevaba el libro Qué drama, Goa. "Ya me la he terminado. Me gusta mucho porque representa la vida real y lo que siente la protagonista cuando le pasan cosas", le ha dicho la lectora, de once años, que ya se ha leído toda la saga.
Mirar a los lectores a los ojos
En la cola del paseo de Gràcia cada uno tiene sus experiencias relacionadas con los libros de Tirado y tienen ganas de compartirlas con ella. Carla, de diez años, también es fan de Goa y ha venido de Valencia acompañada de su madre para conseguir unos minutos con Tirado, una de sus escritoras favoritas. "Sus libros me enseñan muchas cosas y me ayudan con la vida", dice la lectora, contenta de no tener clase y haber podido escapar a Barcelona por el día.
Aunque los nervios siempre están ahí, con los años Tirado ha aprendido a no estresarse ante las aglomeraciones de lectores ya marcarse algunas pautas. "Hay momentos en que me abrumo, pero entonces me acuerdo de que me voy a quedar aquí sentada hasta el último lector y que tengo que tomármelo con calma. Muchos de ellos son niños, me gusta poderles mirar a los ojos uno a uno, preguntarles cosas y transmitirles el agradecimiento." Ellos me hacen afortuna. Los niños se acercan con timidez, los adultos lo hacen emocionados. "Muchas madres, cuando me ven, lloran. Algunas no pueden ni hablar, me piden perdón porque hay gente esperando e intentan expresarse. Yo siempre les digo: «Tranquila, respira, no hay prisa»", dice la escritora. A lo largo del día acumula todas estas emociones, que inevitablemente desembocan cada año en un momento catártico. "Por Sant Jordi, cuando acaba el día, siempre acabo llorando. Es muy intenso. Mi marido ya lo sabe, y por eso al anochecer nos reencontramos y así no lloro sola", admite la autora.