Seis siglos de feminismo resumidos en veinte eslabones

Parece que hace sólo cuatro días que hablamos de feminismos en plural, cuando, como movimiento, "el feminismo" es la suma de un montón de pasos adelante que resulta imposible unificar en una sola hoja de ruta. Cada texto fundamental y cada formulación teórica ineludible salen de un sitio y nos llevan hasta otro. Algunos de estos destinos son coincidentes, mientras que otros no. Esto es “el feminismo”, una suma de ideas e idearios que han contribuido y contribuyen a reclamar para las mujeres la igualdad de derechos y otras mejoras en su condición.

Pilar Godayol (Manlleu, 1968), catedrática de la Universidad de Vic, acaba de publicar una recopilación que reúne algunos de los textos extranjeros traducidos al catalán imprescindibles de esta cadena de transmisión que tanto nos ha ayudado a ganar terreno. En su trayectoria ya existían varios libros sobre grandes mujeres de la Historia, como por ejemplo Hermanas de Shakespeare o Momentos femeninos de la humanidad. Ahora, junto con los veinte textos reunidos en ¿Dónde están las mujeres?, glosa también las vidas de las personas que los escribieron, mayoritariamente mujeres –abuelas, madres y hermanas extranjeras–; pero también dos hombres, Poullain de la Barre y John Stuart Mill, así como una persona no binaria, Judith Butler. Este volumen nos lleva del siglo XV al presente: seis siglos de feminismo resumidos en veinte eslabones.

Todos los textos escogidos son fundamentos y también las personas que los firman. Cómo podemos explicar los orígenes del feminismo sin Cristina de Pizán, Olympe de Gouges o Mary Wollstonecraft? Como podemos no citar a Flora Tristán, Virginia Woolf o Simone de Beauvoir? Cómo podemos describir el feminismo de la segunda ola sin Betty Friedan y La mística de la feminidad o sin Angela Davis y su defensa de la raza y la clase social? Y cómo podemos entender el feminismo de las últimas tres décadas sin bell hooks, Silvia Federici o el leídísimo manifiesto Feminismo para el 99%, en la que sus tres autoras afirman que el capitalismo es el peor aliado del patriarcado y el feminismo liberal su brazo armado: “Lo que hace falta, de hecho, es superar el vínculo entre producción y reproducción que se mantiene tercamente en el sistema, la forma en que une la producción de beneficios a la producción de personas, y la subordinación de la segunda a la primera. Y eso significa abolir el mayor sistema que genera esta simbiosis”.

Tampoco todos los textos aquí reunidos son los más citados. Godayol sabe de la importancia en la historia del feminismo de algunas de las mujeres que tomaron la pluma. Por eso, al margen de la citadísima Virginia Woolf, que ya hace tiempo que es un eslabón clave en esta cadena, encontramos a Marie de Gournay (s. XVII), Charlotte Perkins Gilman con El papel de pared amarillo –todo un alegato a favor de la insumisión de las mujeres– y Joanna Russ, de quien recientemente nos ha llegado en catalán Cómo destruir la escritura de las mujeres. Un menú degustación, solvente y bien documentado, de lo mejor del feminismo, quiero decir de los feminismos.