La Generalitat quiere rescatar del olvido los 2.500 fallecidos de los psiquiátricos de Sant Boi
Se desconoce qué ocurrió para que hubiera tanta mortalidad en el municipio entre 1936 y 1939
BarcelonaEL AHORA publicó hace un mes un reportaje con unas cifras estremecedoras: la muerte de 2.454 personas entre 1936 y 1939 en los psiquiátricos de Sant Boi de Llobregat. Teníamos las cifras, porque son las que se conservan en el cementerio: en un municipio que entonces tenía unos 10.000 habitantes, hubo 3.240 entierros. En muchos casos consta el lugar de defunción: calle Doctor Pujadas, 24 (1.220 defunciones) y calle Doctor Pujadas, 26 (1.232). En la primera dirección estaba el psiquiátrico de mujeres, y en la segunda, el de hombres.
Están los datos que tiene Carles Serret, historiador y responsable del Archivo Histórico de Sant Boi, pero quedan muchas cajas por abrir en archivos que no son de la administración pública. El gran interrogante es qué ocurrió exactamente para que muriera tantísima gente en tan poco tiempo. Hasta ahora, en Cataluña, no se ha investigado demasiado qué pasó en los psiquiátricos de Sant Boi de Llobregat entre 1936 y 1939, pero ahora existe la intención de empezar a hacerlo. Según ha podido saber el ARA, la Generalitat quiere rescatar del olvido a quienes estuvieron internados, a veces en condiciones muy penosas, durante la Guerra Civil.
Entre los muchos documentos que guarda Serret, están los recibos del cementerio. El 1 de enero de 1938 se cobraron 780 pesetas por los "derechos de entierro de 78 cadáveres de mujeres en diciembre". ¿Cómo podían morir 78 mujeres en tan sólo un mes? Éste es uno de los interrogantes que una investigación podría responder. Hay víctimas de todas las edades. La más joven tenía 10 años y la mayor, 97. Desde 1895, los psiquiátricos de Sant Boi los gestionaba la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, pero, con el estallido de la Guerra Civil, pasaron a estar administrados por los propios trabajadores, que, según el reglamento de entonces, estaban "cargados de buenas intenciones". Sin embargo, debía haber muchas carencias. El psiquiatra Pedro Antón, en Almacén de razones perdidas. Historia del manicomio de San Boi (1835-1945), detalla que en 1937 ingresaron 374 pacientes, murieron 421 y escaparon 87. En 1938 ingresaron 885 enfermos, hubo 856 defunciones y huyeron 165. En 1939 ingresaron 552 y murieron 205.
Los de Sant Boi, que debieron acoger también a muchos refugiados que huían de la ocupación franquista, no fueron los únicos psiquiátricos donde tuvieron lugar defunciones y desapariciones durante los años de conflicto. Otras instituciones psiquiátricas guardan en sus archivos los registros de personas a las que no se les dio el alta pero que, cuando acabó la guerra, habían desaparecido. Es uno de los muchos capítulos de nuestro pasado que una investigación puede ayudar a responder. Algunos de los bisnietos y bisnietos de los que murieron en estas instituciones hace años que batallan por recuperar su memoria, para que se les recuerde y para que, en algún lugar del cementerio, conste que allí, en una inmensa fosa común, hay enterrados cientos y cientos de personas provenientes de los psiquiátricos.