Música

The Tyets: "Bad Bunny es nuestro Michael Jackson, nuestro rey del pop"

Grupo musical formado por Xavier Coca y Oriol de Ramon

BarcelonaLos mataronenses Xavier Coca y Oriol de Ramon, ambos de 1998, todavía cosechaban los frutos de el éxito del disco Épico solete (2023), de The Tyets, que ya estaban trabajando en un álbum nuevo, Café para los más cafeteros (Luup, 2025). Charlan con calma, del disco y de las expectativas generadas por una popularidad intergeneracional.

Después de esta entrevista voléis a Miami, donde grabó parte del disco. ¿Qué vais a hacer esta vez?

Xavier Coca: Vamos a hacer música sin ningún tipo de pretensión, simplemente porque nos apetece y tenemos el contacto de Kastelo, que es el productor con el que hemos trabajado en Café para los más cafeteros.

¿Cómo llegó hasta Kastelo?

Oriol de Ramón: Nos lo presentó una amiga de Meri [Lane], nuestra mánager, que había trabajado en producciones de conciertos y festivales en Miami.

XC: De hecho, trabajaba en Rimas la discográfica de Bad Bunny.

ORO: Y ella conocía a Kastelo, que es Xavier Lloret, un chico catalán que estudió en Berklee y al que ficharon para trabajar en el estudio de Tiny, un productor muy guay de reggaeton. Es un crack y entiende toda la movida catalana, pero al mismo tiempo ha cogido mucho de latineo. Además, produce muy bien y nos sigue mucho el ritmo, porque nosotros somos muy picados en el estudio, y cuesta encontrar a alguien con quien te entiendas produciendo.

¿Cuál es el peso de la influencia de Bad Bunny en su música?

ORO: El otro día Meri nos dijo que parece que haya un hijo invisible que nos vincule con Bad Bunny. Nosotros teníamos preparado el disco Épico solete, y él, un mes antes, sacó Me fui de vacaciones, que es un disco totalmente encarado en verano, la playa y el buen rollo. Y ahora, un mes antes de que quitáramos Café para los más cafeteros, él publicó Debí echar más fotos, un disco que habla mucho de su casa, de Puerto Rico, al igual que nosotros estamos hablando mucho del Maresme, de nuestra casa. Además, en las entrevistas aparecía siempre con el café.

XC: El café con ron.

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ORO: Bad Bunny es nuestro Michael Jackson, nuestro rey del pop. Es uno de los artistas más importantes de nuestra generación y nos influye mucho a nosotros ya toda la juventud.

Hace un tiempo que incorporó instrumentistas a los conciertos, encima del escenario. ¿Ha conseguido lo que perseguía con este movimiento?

XC: Venimos de un background mucho a un lado. De hecho, somos instrumentistas. Oriol es clarinetista y yo, saxofonista de formación. Cuando empezamos el proyecto, era algo muy pequeño, con pocos recursos, y apenas íbamos con un DJ, también porque era lo más fácil de mover. Pero ya teníamos en la cabeza que a la mínima que pudiéramos ampliaríamos el formato aparte porque es algo que suma muchísimo, para poder hacer arreglos de banda en cualquier estilo... Referentes como Bad Bunny u Ozuna demuestran lo espectacular que es hacer música urbana con arreglos de banda.

Hace unos días, en el Festival Maleducats, la Queralt Lahoz hacía un llamamiento para que haya más músicos sobre el escenario.

XC: No queremos menospreciar el trabajo de los bailarines, pero en los últimos años en mucha música urbana se ha diluido la presencia del músico y se ha sustituido por los bailarines. En algunos casos ha llegado a haber un cantante y un cuerpo de veinte bailarines, y no había ningún músico en el escenario. La gente se preguntaba de dónde salía la música. Al fin y al cabo, también quieres ver a la gente actuando.

ORO: Con la música urbana es muy fácil ir tú y un DJ, porque te ahorras los costes de producción que comporta una banda. Pero con los años hemos encontrado un sello muy nuestro con banda, y ahora estamos buscando los arreglos del gospel para la música urbana, porque tenemos referentes como María Becerra.

Aunque ha hecho un disco en el que, al menos en la primera parte, el bombo del house está muy presente...

XC: Sí. De hecho, el concierto comienza superelectrónico, sin banda, pero después todo está arreglado.

ORO: Todos los reggaetones del concierto están transformados en el rock; son patrones de rock con batería. Vimos que el patrón del reggaeton es muy lento y de bailar suave y, en cambio, el rock te hace saltar.

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XC: Al igual que el tecno, con el bombo marcando las negras.

El trapetón ha quedado olvidado, pues.

XC: Sí, desfasado [ríen]

El argentino Duki también lleva el formato de banda en directo.

XC: Otro formato de banda que nos gusta mucho es el de Trueno.

ORO: Creo que esto engancha generaciones diferentes. La nuestra está muy acostumbrada a la música urbana, al reggaetón, al trap... En cambio, la generación anterior estaba más acostumbrada a formaciones de guitarras. Creo que hemos encontrado una combinación perfecta: la gente mayor se siente satisfecha porque ve el rock en el escenario y la gente más joven ve la sonoridad urbana, que es la que escuchan en casa.

Esto hace que combine canciones como Fuera llueve, que tiene un componente más pop, y Café para los más cafeteros, que es electrónica. O Pantis cortos, que es un merengue rápido.

XC: Todo tiene cabida en nuestro show. Después de un rato de mucha tralla electrónica pasamos a cosas más latinas, y después a un afrobeat o cosas más tranquilas.

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ORO: Desde el primer disco hemos intentado tocar el máximo de palos posibles porque nos gusta poder explorar y poder hacer canciones que nunca hemos hecho.

XC: Si ahora nos apetece hacer un cuatro venezolano, lo haremos. Y si mañana nos apetece hacer indie rock como Phoenix, haremos un tema al estilo de Phoenix.

A propósito de Phoenix. Hay otro grupo francés que también considera como referente: Justice.

ORO: Sobre todo, es nuestro referente visual. Nuestro técnico de luces es un enamorado del directo de Justice.

XC: El concierto de Justice del año pasado en el Primavera Sound es el concierto más espectacular que he visto en mi vida. Y ya los habíamos visto en el Cruïlla también hace unos años. Aquello nos despertó una necesidad visual de intentar reproducir, en la medida de lo posible, algunas de las cosas que hacían. Aparte de que nos gusta mucho su música, su espectáculo es una locura.

¿Le imponéis la necesidad de cambiar?

XC: Es que, si no, nos aburrimos de lo que hacemos. Recuerdo que, cuando llevamos varios meses en el estudio haciendo muchas cosas latinas, pensamos que éramos un refrito y que necesitábamos cambiar porque no podemos estar siempre haciendo lo mismo. También fue la época en la que descubrimos a Fred Again, y la electrónica cogió un peso muy importante en las cosas que escuchábamos.

Volviendo al principio, ¿qué representa Miami musicalmente?

ORO: Miami es Sudamérica puesta en un rincón estadounidense donde hay mucha cultura musical y de club.

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XC: También hay mucha electrónica, pero es más suave, entre comillas. No es la electrónica de Berlín, ni la neerlandesa.

ORO: Teníamos unas expectativas muy altas pensando que era la meca del reggaetón, y sí que las sesiones con Kastelo fueron la hostia, pero hicimos otras dos sesiones con dos productores de renombre que fueron penosas; la cosa no fluyó y su forma de trabajar no nos encajó. Entendimos que al final da igual donde estés, y que en Cataluña también tenemos mucho nivel y gente muy buena trabajando. Todo esto nos hizo valorar lo que tenemos en casa.

Cómo Juan Magán?

ORO: Por ejemplo. Juan Magán es un visionario, un badalonés que lo ha petado en todo el mundo.

En Un besito, la canción que Juan Magán hace con vosotros en el disco, tiene un verso que dice: "Un don que me dieron para el negocio". ¿Tiene usted este don?

XC: Creo que sí. También hemos aceptado que no somos virtuosos Dentro de las pocas habilidades que tenemos, una de las grandes es que somos muy conscientes del proyecto y de nuestras limitaciones artísticas, también del lugar y de lo que queremos hacer.

ORO: ... intentamos tomar buenas decisiones.

¿Y cómo lleva las críticas?

ORO: Intentamos escuchar sobre todo las críticas constructivas.

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¿Los hay?

ORO: Hay muchas, muchas.

XC: Lo que ocurre es que las críticas constructivas muchas veces te las dicen en privado.

ORO: Escuchamos a la gente de nuestro entorno, a nuestras parejas, a los amigos, a la gente de la discográfica, porque son los que conocen el proyecto de la verdad. Pero obviamente, las críticas te tocan la moral.

¿Y esto le da más precaución?

ORO: Debemos ser conscientes de que tenemos un proyecto muy grande y que somos una diana muy fácil, y al final debes ir con más pies de plomo que un artista pequeño y con poco reconocimiento.

Me ha llamado la atención Culo y mierda, que no es precisamente una canción alegre.

ORO: Es la canción más triste que hemos escrito jamás.

¿Es una reflexión sobre la decepción con una amistad, verdad?

ORO: Sí, y todo el mundo puede sentirse identificado, porque las amistades son como las parejas, que a veces se acaban. Muchas veces los artistas tendemos a escribir música muy global, que hable de todo y al mismo tiempo no hable de nada, para que todo el mundo pueda sentirse identificado, pero también puedes identificarte con una historia real como ésta, tan concreta.

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Sois de Mataró, y el Maresme siempre ha estado presente en su música, pero nunca de una manera tan explícita como en la canción El Maresme.

XC: Justamente ahí hay mucha influencia de Bad Bunny. Él habla mucho de Puerto Rico y reivindica su tierra. Nosotros decidimos que era el momento de dedicar una canción al Maresme. Hay una frase muy bonita que dice Uri en la canción, que es que nos gustaría que nuestros hijos pudieran vivir esta realidad. Barcelona nos estresa, no nos gusta. Vivimos muy tranquilos en el Maresme y nos gustaría que las próximas generaciones también lo hicieran.

Con unas Cercanías que funcionen.

ORO: Sí, estaría muy bien. Con unas Cercanías de verdad y con el precio del alquiler...

¿Cuál es el lugar más singular donde ha oído Coti x coti?

XC: En Filipinas. El pasado verano nos llegaron muchos vídeos de filipinos cantándola. Sin tener ni idea de catalán, se la sabían.

¿Qué es lo mejor y lo peor de los festivales?

ORO: Lo mejor es que probablemente te descubra a mucha gente que ya va con predisposición a descubrir artistas. Lo malo es que también hay gente que está pero que no quiere estar, porque en realidad está esperando el concierto de otro artista. Es más agradecido tocar en una sala donde todo el mundo es tu público que tocar para 20.000 personas, porque no sabes ni a quién mirar, ni quién está por ti y...

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XC: Y técnicamente es complicado, porque muchas veces no puedes ni realizar una prueba de sonido en condiciones. Pero, bueno, al final estás compartiendo un cartel con artistas.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene relacionado con la música?

ORO: Para mí, el momento más emocionante del grupo fue cuando tocamos en Apolo. Al terminar bajamos a los camerinos y nos encontramos a todos los amigos, las parejas, todo el equipo, con un pastel, con un épico solete que decía "Será una gira épica".

XC: Uri ha dicho el inicio de aquella gira y yo digo el final, después de llenar dos Sant Jordi Club con sold-out, con 10.000 personas. Fue muy, mucho heavy, porque tenías 5.000 personas cada día que habían pagado una entrada para venir a verte, y todo el mundo estaba dispuesto a darlo todo. Fue muy emocionante.

¿Y qué recuerdo le gustaría olvidar?

XC: El Festiuet aquél... Ahora tenemos la posibilidad presupuestaria de llevar un equipo completo, de llevar cosas duplicadas, que no nos falle nada tecnológicamente, pero antes de que todo nos fuera tan bien tuvimos muchos problemas técnicos. Recuerdo ese día, cuando aún no habíamos sacado Coti x coti. Era una de las primeras veces que tocábamos en un festival con gente que admirábamos como Oques Grasses y La Fúmiga. Y tocamos 5 minutos. Falló todo y tuvimos que cantar a capella frente a 5.000 personas. Pero, por suerte, siempre hemos tenido mucha barra, y mucha capacidad de improvisación, y lo sacamos adelante. Pero fue un buen palo. Fue un punto de inflexión para decir: chicos, hay que ponerse en serio porque no puede que nos fallen estas cosas.