Cierra la tienda Discos Revolver de Barcelona

Barcelona"¡Adiós! Lo siento, ¿eh?", dice un cliente mientras atraviesa la puerta de Discos Revolver, una de las históricas tiendas de discos de la calle Tallers de Barcelona. Acaba de llevarse uno de los vinilos que aún quedaban en las estanterías que poco a poco se van vaciando. "La mayoría de gente que está ahí, está porque sabe que cerramos", dice Núria Arso desde detrás del mostrador. Está casada con Jesús Moreno, uno de los propietarios de Revolver, y hoy está sola atendiendo a la clientela que no para de aumentar. Desde que han publicado el mensaje del cierre en el perfil de Instagram de la tienda el lunes a media mañana, no ha parado de recibir visitantes que aprovechan la oferta de finiquito para llevarse algo antes de que bajen la persiana en un par de semanas. El teléfono tampoco deja de sonar. Núria atiende a todo el mundo, pero está visiblemente afectada: es el fin de uno de los locales más queridos por los melómanos.

"¿El descuento está en las dos tiendas o sólo en ésta?", pregunta un cliente que acaba de traspasar la puerta de entrada. "Solo aquí", responde Núria. "¿Y cierran las dos tiendas o sólo ésta?" "Solo ésta", dice visiblemente afectada. De las dos tiendas, sólo quedará una: "la verde", la del número 11 de la calle Tallers. Los motivos del cierre de "la roja", la que se encuentra en el número 13 de la misma calle, son claros: la subida de los precios de los discos, los desorbitados precios de los alquileres y motivos personales que la empresa no quiere detallar. La otra tienda seguirá funcionando. "Que ésta vaya mal no quiere decir que la otra también", explica Arso. "Son empresas distintas", añade.

"La verde" hace varios años apostó por la venta online mientras que "la roja" sólo vende físicamente en el local de la calle Tallers. "Suerte que aguantamos treinta y cinco años", dice Arso. Explica que en los últimos años han tenido que superar situaciones muy complicadas como el aumento de la venta online y la pandemia de la cóvid-19. Aún así, asegura que la situación nunca había sido tan grave como ahora. "Se juntaron una serie de factores y al final no pudimos aguantar", concluye.

Los clientes, desconcertados, se acercan al mostrador preguntando por los motivos del cierre. Algunos recuerdan la primera vez que entraron en la tienda y, dolidos, muestran apoyo a Núria, que aún no sabe cómo encajarlo. La tienda cerrará definitivamente en un par de semanas. Mientras, todos aquellos que quieran despedirse podrán hacerlo y llevarse alguno de los vinilos que todavía no se haya vendido con un descuento por liquidación.