El pan y la ambición artística de Anna Ferrer inauguran la Fira Mediterrània
La cantante menorquina recibe una ovación en el estreno del espectáculo 'Pa' en el Kursaal de Manresa
BarcelonaCuando se levanta el telón aparece Anna Ferrer tumbada en una superficie que después se sabrá que es la mesa de un obrador de pan. Al fondo se proyectan los nombres de una estirpe de panaderos, los Ferrer, que nació en 1885. Al cabo de una hora, es el padre de la cantante menorquina, Toni Ferrer, quien yace en el obrador, y cuando el telón del Teatro Kursaal de Manresa empiece a bajar mientras resuenan los aplausos del pan, media sonan los aplausos del público. Lo que ha pasado antes es Pan, el proyecto con el que la cantante menorquina explica su relación con el pan y, sobre todo, la complejidad de sentimientos que debe asumir porque ella no continuará la tradición panadera familiar. Estronca la continuidad de la raíz, y lo explica en el espectáculo inaugural de la Feria Mediterránea de Manresa, un sitio dedicado a la creación de raíz tradicional.
"En el pan conviven el deseo y la restricción", canta en un momento de un espectáculo de alto voltaje emocional gracias a la voz de Anna Ferrer y la magnífica aportación del guitarrista Pol Batlle y el percusionista Toni Llull, y también a la puesta en escena de Ernesto Artillo, que juega con distintos niveles escénicos. Hay dolor y tensión, y tristeza, tal vez. El pan es vida y es carga, es la familia ya la vez la cadena que sabe mal romper. Anna Ferrer canta estas emociones, en catalán y castellano, mientras papá hace pan. A veces se acerca a la sensibilidad vocal de Rita Payés y Sílvia Pérez Cruz; en otros, sobre todo cuando canta en catalán y cuando juega con la polifonía, emerge Anna Ferrer del espectáculo Parenóstico y la que cantó en el Trencadís de la Orquesta de Músicas de Raíz de Cataluña (OMAC) en la inauguración de la Feria Mediterránea en 2021, es Anna Ferrer magnética en las tonadas capaz de hipnotizar la audiencia.
Este "lo siento" se va transformando poco a poco, primero en rabia y malestar y finalmente en reconciliación y celebración. La decisión de no hacer pan, de no continuar con la tradición panadera, deja de ser una rebeldía y una decepción (según cada punto de vista). Es entonces cuando el espectáculo toma otro vuelo: no hará el oficio de panadera, sino otro oficio, el de música. Padre e hija escenifican el traspaso, y lo importante ya no es la naturaleza del oficio sino el hecho de hacer un oficio y la libertad a la hora de elegir un destino. Al fin y al cabo, el padre es también responsable de la afición musical de la hija, una Anna Ferrer que en su trayectoria ha cantado muchas canciones de trabajo, de cuando se cantaba trabajando. Aunque la dramaturgia conceptual no siempre es suficientemente comprensible, Pan crece gracias a la ambición de Anna Ferrer ya unas interpretaciones llenas de sensibilidad.
Antes del estreno de Pan, Jordi Fosas, el director artístico de la Feria Mediterránea de Manresa, transmitía entusiasmo. Tenía ganas de celebrar el quinto aniversario del Obrador de Raíz, un proyecto nacido para fomentar y acompañar la creación contemporánea de raíz. De este obrador ha salido el espectáculo de Anna Ferrer. "Y este año ponemos el acento aún más fuerte en el Obrador de Raíz", dijo. También en los parlamentos previos a la inauguración, la directora general de Cultura Popular, Carol Duran, celebró el obrador como "motor creativo". Por último, el alcalde de Manresa, Marc Aloy (de ERC), hablando de la situación internacional dijo que espera que la paz acordada entre Israel y Hamás "ponga fin a ese genocidio que se está cometiendo en Gaza". "Que las bombas y la masacre dejen paso a las personas ya la cultura", añadió el alcalde.