Show exuberante y deslumbrante de los Post Modern Juke Box

Tarde de música y fiesta en el Auditorio de Girona de la mano de los Scott Bradlee's Post Modern Jukebox, la célebre banda estadounidense que realiza versiones de temas pop actuales al estilo de los géneros clásicos de los años veinte del siglo XX. El grupo, que celebra diez años de trayectoria cantando para millones de espectadores de todo el mundo, estrenaba en Cataluña el espectáculo de su gira de cumpleaños en el marco del festival Temporada Alta –dos días más tarde, el 22 de octubre, actuará en la sala Paral·lel 62 de Barcelona–. Sobre el escenario, Post Modern Jukebox apuestan por un espectáculo exuberante y deslumbrante de dos horas de canciones interpretadas a toda marcha con arreglos muy bien hechos que imitan los ritmos y armonías del jazz, el swing, el doo woop y el blues.

Ciertamente, la puesta en escena es una americanada total, como se dice popularmente, con muchísimos focos, lentejuelas, cambios constantes de vestuario, guantes de seda, penachos, coreografías ramplones y el público palmeando cada dos por tres. Aunque algo falso y artificioso, todo ello transporta a la audiencia al imaginario de un programa de televisión de Estados Unidos, un show de Las Vegas o una fiesta musical de Hollywood. Pero ya es la gracia: esta ambientación forma parte de la propuesta y funciona a toda costa.

Y funciona, sobre todo, porque detrás de esta parafernalia de luces y brillantes hay un grupo de músicos y cantantes espléndidos y con muchísima experiencia. La banda instrumental –guitarra, piano, contrabajo, batería y vientos– suena como un reloj, clave para dar una base sólida a los arreglos, y ofrece unas rondas de solos de bastante nivel. También amenizaba la fiesta, en tono de comedia, Dario Nataerilli, bailarín de claqué con un papel entre la elegancia de Fred Astaire y la broma delslapstick.

Por encima de todo, llevaban el peso del espectáculo las cuatro voces solistas, realmente impresionantes. Brillaron las tres solistas femeninas: Tawanda Suessbrich-Joaquim, con una voz honda y vibrante, al estilo de Sarah Vaughan; Tatum Langely, que ofreció, por ejemplo, una excelente versión lírica de Die for you de The Weeknd; y Sara Loera, extremadamente seductora en su interpretación del Bad guy de Billie Eilish. Y una mención especial a Rogelio Douglas Jr., solista y maestro de ceremonias, con un chorro de voz impresionante, capaz de hacer filigranas con saltos y adornos, un timbre muy bonito, un punto roto, aterciopelado y nada estridente, que deslumbró al público en todas sus intervenciones, sobre todo con una versión de Radioheadextraordinario, con beat box incluido.