Una noche de alto voltaje con la diva de 'dancehall' Bad Gyal

La cantante y compositora de Vilassar atrae público muy joven y femenino al Festival de la Porta Ferrada

Olga Àbalos
2 min
Bad Gyal al festival Porta Ferrada aquest dissabte

Sant Feliu de GuíxolsDicen que todo vuelve, que las modas se recuperan, que los hechos se repiten. En el fondo, todo depende de la mirada y la perspectiva del tiempo, que son los que permiten ser consciente de estos ciclos a veces poco evidentes. Sábado por la noche Bad Gyal, la nueva diva del dancehall, el trap y el reggaeton, actuó en la 59 edición del Festival de la Porta Ferrada en Sant Feliu de Guíxols y puso a prueba las teorías filosóficas del porvenir de la historia. Congregó a 2.500 personas en el Guíxols Enarena, el emplazamiento que el certamen suele usar para los conciertos más multitudinarios. Se preveía una noche caliente y fogosa. Y lo fue: su Bad Gyal Soundsystem, el espectáculo que representa su confirmación como fenómeno internacional, fue como un volcán en erupción que no dejó de emanar lava durante casi hora y media, a golpe de twerking y vaivén de caderas que parecían ser el motor de la misma música. 

Entre el público, una gran presencia de la Generación Z y Alfa, con mayoría femenina y dispuesta a exprimir la batería del móvil y llevaba de cabeza al personal del Festival que intentaba que nadie se levantara de las sillas, ni bailara, ni se cambiara de localidad para estar más cerca del escenario. También muchos padres acompañando a sus hijas menores de edad. Algunos resignados, otros disfrutando y dejándose llevar por la excitación general. Con temas como Candela, Blink, Yo sigo igual, Hookah o Iconic , las miradas jóvenes veían a la cantante y compositora de Vilassar de Mar como una nueva heroína, una cronista que las representa. "El pussy que mana", que canta en Mercadona, como mantra.

Las miradas más experimentadas, la de los progenitores, seguramente tuvieron más de un déjà-vu. Cuando Bad Gyal se ponía la mano en la entrepierna al poco de empezar a cantar Pussy, la canción con la que empezó el concierto y que forma parte del EP Warm up (2021), aquella mano es la misma mano que Madonna utilizó para simular una masturbación cuando cantaba Like a virgin en la gira Blond Ambition Tour de 1990. Cuando cantaba con voz desafiante "Me tiene encendía', ta' duro to' el día. Conmigo hace cosas que antes no hacía" en Aprendiendo el sexo, era la misma voz que utilizó Magali Nöel para cantar sin tapujos Fais-moi mal Johnny, de Borin Vian en 1950 y que la radiotelevisión francesa prohibió por transgredir las normas del decorum de la época. Para el escritor y poeta francés fue un divertimento, un juego que sirve para romper muros invisibles. 

"Para nosotros, este es nuestro trabajo pero también queremos que cada concierto sea una fiesta", aseguró Bad Gyal en medio de un concierto plateado como una descomunal sesión de disco móvil al estilo de los sound systems jamaicanos. Las canciones, como un juego de construcción, se iban superponiendo y enlazando como un zapeo a través de toda su producción discográfica sin escatimar decibelios. Una colección de ritmos sintéticos, versos con Auto-Tune y glúteos inquietos que acabó bien arriba con la apoteosis de los hits Zorra,Toto, Alocao, Internationally y Fiebre.

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