Artes escénicas

'Bartleby' sube al escenario: ¿por qué prefería no hacerlo?

Lázaro García dirige en la Sala Beckett un monólogo protagonizado por Albert Prat sobre el relato de Melville

Una escena del espectáculo
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BarcelonaSala Beckett tiene una historia especial con Bartleby, el escribiente,de Herman Melville (1819-1891). Cuando el teatro todavía estaba ubicado en el barrio de Gràcia de Barcelona se inauguró en 1989 con una versión encabezada por José Sanchis Sinisterra. Ahora el relato sobre las renuncias laborales del escribiente vuelve a Beckett con una nueva adaptación del dramaturgo y director Llàtzer Garcia a partir de la traducción de Carme Camacho y con el actor Albert Prat al frente. Este tándem artístico ha dado forma de monólogo a la obra de Melville y ha centrado el protagonismo en el abogado que ve cómo cada vez que manda una labor a su trabajador, le responde con la frase: "Preferiría no hacerlo". El espectáculo podrá verse hasta el 9 de marzo.

Melville publicó Bartleby, el escribiente en 1853 y le dio la forma de unas memorias en voz del abogado. Para trasladarlas al escenario, Garcia ha acercado la acción temporal y ha optado por no explicitar la figura de Bartleby en escena. "Adquiere el papel de una sombra, casi de un personaje mítico", dice Garcia. La ausencia física del escribiente hace que las palabras del abogado se dirijan al público, en una especie de diálogo en el que el interlocutor se mantiene en silencio. Con esta decisión dramatúrgica, en el espectáculo gana peso la mirada del abogado y la necesidad de entender a este escribiente que, día tras día, le enfrenta a sus renuncias.

Una resistencia con buenos modales

"Bartleby lo detiene todo, decide bajar del carro con una revuelta íntima. La suya es una resistencia pasiva al mundo capitalista y social que, muchos años después, ha sido el lema de movimientos como Occupy Wall Street", explica Garcia. La peculiaridad del personaje se encuentra sobre todo en que "la suya es una resistencia radical con buenos modales, porque nunca dice que no", añade el director.

En contraposición, el abogado vive un hundimiento de su persona y del sistema en el que está inmerso. "Necesita comprender la actitud de Bartleby, porque le está cuestionando el mundo del que forma parte. ¿Por qué prefiere no hacerlo? El escribiente no lo explica claramente", subraya Albert Prat. Pese a que son dos personajes contrapuestos, los artistas ven en ellos un vínculo de amistad y así lo han trasladado al escenario. "El abogado es comprensible, tiene unos trabajadores inútiles pero no se atreve a despedirlos", señala el actor, y García añade que entre uno y otro "se crea una especie de obsesión y también una relación de amistad que recuerda la de Melville con el escritor Nathaniel Hawthorne".

Más allá de incorporar una acción dramática en el relato, Garcia también ha trabajado para adaptar su lenguaje. "Le hemos hecho más cercano y directo, sin dejar de ser fieles a su esencia", dice el director. Uno de los grandes valores del texto, añade, son "los distintos géneros que va enlazando, desde la comedia de oficinas hasta el relato fantástico y el drama". Bartleby es una coproducción de la sala gerundense La Planeta con Temporada Alta y, de hecho, se estrenó en otoño en el festival.

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