Un Lorca con demasiada seda y poca arpillera

No es muy habitual que un director vuelva sobre una misma obra en el breve período de poco más de tres años. Pero esto es lo que ha hecho Marc Chornet al frente de la compañía Projecte Ingenu. El 27 de mayo de 2021 en la Feria de Teatro Familiar de Igualada el director estrenaba una mirada sobre Bodas de sangre en el que “mezclaba la ficción lorquiana con su propia vida a partir de documentos y escritos testigos de momentos importantes de la biografía del poeta”. Pensamos que, por el lugar del estreno, por la presencia en la coproducción de la productora de teatro familiar Espectáculos con Clase y por la duración (setenta minutos), se trataba de una aproximación divulgativa dirigida a un público joven. Y es de suponer que de esa aventura al director le quedaron ganas de volver sobre la obra con una propuesta íntegra y fiel al original con sólo cuatro intérpretes, pero con todos los personajes.

Una mirada íntima y desnuda que privilegia la sonoridad del texto, pero no tanto su poética y menos la expresión de los convulsos sentimientos que conviven en la trama. La historia está entera, incluso se narran las acotaciones para un buen seguimiento. Existe un magnífico trabajo musical que suma a las canciones de Lorca otras canciones sin abandonar el texto original. Hay tres buenas actrices y un actor un punto ensimismado interpretando a todos los personajes sin que nos confundamos y todos con muy buena dicción. Existe un buen trabajo simbólico. El ritmo es bueno, la función funciona suavemente y el conjunto tiene la textura de la seda, pero poco queda de la dureza de la tierra, del fuego de la pasión que arde en los amantes, de los rencores callados entre las familias, del deseo que se supone que provoca la fuga. Y por eso cuando salen la luna o los leñadores y cuando estalla la tragedia todo sigue siendo sedoso y muy iluminado.