Estreno teatral

Marc Artigau y Núria Guiu celebran 'L'última f**king nit' en el Teatre Lliure

La obra busca la interacción del público joven y se podrá ver del 4 al 29 de octubre en el Espai Lliure

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Una escena de 'La última f**king nit'

Barcelona¿Cómo bailaría Zeus en una fiesta en la actualidad? ¿Se movería por medio de la pista o se quedaría en un rincón? ¿Qué harían los demás dioses a su lado? Las respuestas se encuentran en L'última f**king nit, un espectáculo ideado por el dramaturgo Marc Artigau (que también dirige la pieza) y la coreógrafa Núria Guiu. Ambos tenían el reto de crear un montaje pensado sobre todo para público joven y adolescente –aunque todo el mundo puede ir a verlo– y quisieron unir dos ideas: la mitología griega y la fragmentación narrativa de los medios digitales actuales. A partir de la boda entre Zeus y Hera, Artigau y Guiu han construido una fiesta en la que los dioses griegos son invitados y los excesos y los deseos toman la escena. El espectáculo se estrena el miércoles 4 de octubre en el Espai Lliure, donde se podrá ver hasta el 29 de octubre.

"Es una celebración en la que invitamos a todos los mitos del Olimpo, pero también jugamos con la metateatralidad. Imaginamos una compañía de teatro joven que hace este espectáculo. Cuentan los miedos durante el proceso de creación, prueban una escena y la rechazan, se cambian los personajes", dice Artigau, que subraya que el contexto de una fiesta era propicio escenificarlo porque "hay muchas relaciones de poder, miradas, se intuye quien manda y quien tiene poder enterrado".

La compañía, que surgió de un casting de más de 600 personas, está formada por Moha Amazian, Natalia Mas, Júlia Molins, Guim Oliver, Marcel Quesada y Clara Solé. Aparte de interpretar a los dioses, los actores también han hecho un extenso trabajo físico y de movimiento encabezado por Guiu, que se ha encargado de la coreografía de la obra. "Hemos buscado el movimiento y la danza de cada personaje en esta fiesta dionisíaca llena de éxtasis y catarsis", dice la coreógrafa.

Móviles encendidos y dramaturgia fragmentada

Para acercar el espectáculo a los jóvenes, además, han trabajado con una dramaturgia fragmentada. "En escena no hay pantallas ni proyecciones, pero utilizamos guiños y elementos del audiovisual en el teatro", destaca Artigau, que ha construido parte del texto a través de las improvisaciones y el trabajo en escena de los intérpretes. “Cuando empezaba la pieza no sabíamos cómo acabaría. Ha sido una manera de trabajar diferente para mí y ha hecho que todos fuéramos a la par”, añade el dramaturgo.

Del mismo modo, la compañía quiere jugar con la interacción del público e invitarles a moverse con libertad. Por eso el espectáculo arranca con la posibilidad de que los espectadores compartan la pista de baile con los intérpretes y se permite que los teléfonos móviles estén encendidos durante la función, así como que se hagan grabaciones del montaje. El título de la obra nació inspirado por los hechos ocurridos a finales del año pasado en la discoteca Waka de Sant Quirze del Vallès, cuando una menor de edad fue grabada practicando una felación y después las imágenes se distribuyeron. La fiesta en cuestión llevaba por nombre The last fucking night y de ahí surgió el nombre del montaje.

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