'Marie, la roja': la mirada ácida y feminista de Rosa Maria Arquimbau

BarcelonaRosa Maria Arquimbau (Barcelona, ​​1909-1992) fue una de las voces feministas más relevantes de mediados del siglo XX en Cataluña, pero prácticamente toda su obra teatral quedó enterrada en el olvido. Su espectáculo más destacado, Marie, la roja, se estrenó en 1938 en Barcelona, ​​aunque en aquellos momentos "el presidente Lluís Companys pidió a los catalanes que no fueran al teatro, que atendieran a la Guerra Civil", recuerda el documentalista Bernat Reher. Casi tres décadas después de su muerte, la figura de Arquimbau ha vivido en los últimos años un regreso a las librerías, con volúmenes como el Teatro reunido (Arola, 2020) y la recopilación de artículos periodísticosFilm & Soda (Comanegra, 2022). Ahora, el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) quiere contribuir volviéndola a colocar en lo alto del escenario con la producción de Marie, la roja, que se estrena este jueves y estará en la Sala Petita hasta el 6 de abril.

"Arquimbau fue una mujer combatiente, muy ácida, avanzada a sus tiempos y con la idea de ayudar a los más desfavorecidos a través de sus artículos", explica la directora del espectáculo, Ester Villamor, que con este proyecto debuta en el TNC. Para levantar Marie, la roja sin obviar el contexto actual, pero con el objetivo de darla a conocer como pieza clave del patrimonio teatral catalán, Villamor se ha aliado con Carles Mallol, que ha hecho la dramaturgia. "El espectáculo presenta el texto y la escritora, pero le hemos incorporado una mirada transformadora sobre el feminismo que ella proponía. Hemos potenciado el mundo de la cárcel, la maternidad y el trabajo sobre las masculinidades", explica Mallol.

La protagonista que da nombre al título –y que en el escenario encarna a Carlota Olcina– es una joven activista que va a parar a una cárcel de mujeres de París tras agredir a un policía. Allí se encontrará con un grupo de mujeres con realidades muy distintas que la confrontarán con sus ideales comunistas y feministas. "Entre todas crean una comunidad de mujeres, pero Marie es un personaje muy racional y el resto son más de corazón y de entraña", dice Villamor. Las actrices Mercè Arànega, Meritxell Huertas, Tai Fati, Alba Montaño, Antonia Jaume y Martina Roura son las encargadas de dar vida a estas presas, entre ellas una que ha matado a un hombre después de aguantar mucha violencia y una envenenadora de aceite.

El amor como herramienta transformadora

El paso de Marie por la cárcel le cambia su mirada sobre la realidad y le abre las puertas a la idea de que el amor puede ser una herramienta de transformación. Esta parte de la trama se vehicula a través del personaje de Jacques Dubois, un funcionario de prisión interpretado por Borja Espinosa. "Jacques ha vivido un episodio reciente de abuso de poder cuando llega Marie y se siente atraído. Para él, el amor es un ideal que le hace transformar. Tengo la sensación de que ilustra el momento en que nos encontramos a los hombres hoy en día, en proceso de cambio", afirma Espinosa. El reparto masculino de la obra se completa con Jordi Llovet y Oriol Guinart.

Para acercar Marie, la roja en la actualidad y para transmitir la idea de la sororidad entre presas, Villamor ha utilizado sobre todo la música y el movimiento. Mercè Arànega, que asegura que se ha hecho "un harto de bailar" para la obra, subraya el hecho de que "cada una de las mujeres viene de un sitio diferente y tiene su propio carácter, pero, cuando se necesitan, cierran filas". La traslación escénica de este compañerismo toma forma a través de las canciones, entre otros artistas, de la dominicana Tokischa y de Gata Cattana, la poeta y rapera andaluza muerta en el 2017 con 25 años. "A partir del baile, forman una especie de aquelarre que las unifica a todas", dice Villamor, quien defiende que ésta es una de las grandes preguntas de la obra: "¿Hay un ideal único o podemos enriquecernos de las miradas diversas?"