Estreno teatral

¿Quién es Nelson Valente, el artista argentino con más obras en cartelera en el teatro catalán?

El director y dramaturgo estrena 'Polvo de diamante' en la Versus Glòries y en paralelo 'Los finales felices son para otros' en La Villarroel

BarcelonaNelson Valente (Buenos Aires, 1971) es una máquina de trabajar. En julio, en el último Festival Grec, estrenó una trilogía con Cristina Clemente que ha ocupado Sala Flyhard, Maldà y Versus Glòries con tres espectáculos entrelazados. Uno de ellos, Rovira vs. Rodríguez, justo ha terminado funciones en la sala de Glòries, donde ahora Valente ha estrenado otro montaje: Pulso de diamante, un texto de Pau Coya con Dafnis Balduz y Albert Salazar sobre denuncias falsas en el colectivo LGTBI. El director y dramaturgo argentino lleva en paralelo su compañía en el off de La Villarroel, donde el 23 de octubre arrancarán funciones de Los finales felices son para otros, una comedia inspirada en Ricardo III. Y aún hay más: en mayo, Valente estrenará Amnesia, su primera incursión en el Teatre Nacional de Catalunya. ¿De dónde ha salido este argentino que, de repente, está conquistando la cartelera teatral catalana con éxito?

El primer padrino de Valente fue el actor y director de la Sala Trono Joan Negrié, que lo pescó en el 2012 en el festival Ojos de Barcelona. Allí trajo, con su compañía, la que se convertiría en su obra insignia, El loco y la camisa, un espectáculo que habían estrenado en un piso de Banfield (a 16 kilómetros de Buenos Aires) y que ha terminado alrededor por el mundo con numerosas adaptaciones. Negrié los fichó para el Festival Internacional de Teatro de Tarragona (FITT) en el 2013, desde donde dio el salto a La Villarroel.

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A partir de ahí, Barcelona prácticamente se ha convertido en una segunda casa para Valente. El director argentino se ha ido arraigando en la cartelera teatral catalana con espectáculos como El don de las sirenas (2013), El declive (2018) y Los perros (2020). A menudo aparecen relaciones cotidianas y familias más o menos infelices que intentan volver a unirse. "Me encanta robar situaciones del día a día para mis espectáculos y mi familia me parece un gran tema. Es el lugar donde transcurren todas las microviolencias que después se desarrollan en la sociedad", dice. Él está cómodo en la comedia, si bien también ha tocado el drama, y ​​le gusta "que el público acabe él mismo el espectáculo con la propia experiencia y reflexión".

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Un puente de los catalanes hacia Argentina

El director ha hecho una incursión en toda regla en tierras catalanas: representa espectáculos, pero también es un espectador asiduo y ya casi forma parte del sector. "Al principio montaba las obras guiado por los productores, pero ahora ya conozco a los intérpretes catalanes, porque los he visto en el escenario, y sé quién quiero a mi compañía", explica. A la hora de trabajar, la gran diferencia entre catalanes y argentinos es, asegura, la forma de enfrentarse al texto: "Los argentinos son más caóticos, los catalanes son más ordenados y se respetan más entre ellos, no se pisan tanto. Los primeros días me sorprendía ver que venían a la sala de ensayo con todo el texto aprendido, eso en Argentina no ocurre".

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La vida profesional de Valente pasa por Catalunya, pero también por Argentina. Ha continuado estrenando espectáculos –ha llegado a tener seis a la vez en cartelera–, sobre todo en el circuito más comercial. El director ha aprovechado su presencia en Buenos Aires para convertirse también en un puente del teatro catalán: ha traído montajes como Jugadoras de Pau Miró, Jauría de Jordi Casanovas y Laponía de Marc Angelet y Cristina Clemente. Cuando se acaben los dos espectáculos actuales en Barcelona, ​​se volverá a Argentina para levantar una versión deEscape room, de Joel Joan y Héctor Claramunt. Y antes de llegar al TNC todavía pasará por el teatro Fernán Gómez de Madrid, donde llevará a escena Un delicado equilibrio de Edward Albee. "Estoy cómodo yendo y viniendo arriba y abajo con las maletas, y me cuesta mucho renunciar a los proyectos -apunta Valente-. Es un año intenso, pero a la vez muy emocionante".