Tres autores que se mantenían en el anonimato ganan el premio Planeta
Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero se escondían detrás el pseudónimo de Carmen Mola y recibirán un millón de euros por 'La tía abuela'
BarcelonaEl 70º premio Planeta ha conseguido un doble golpe de efecto: no solo ha superado en dotación el Nobel de literatura, sino que ha premiado por primera vez en su historia a un autor que hasta ahora nunca se había mostrado en público, Carmen Mola, y durante la gala del galardón, la escritora ha revelado quién era. Hasta este viernes, prácticamente nadie conocía la identidad auténtica de Mola, autora de La novia gitana, una trilogía de novelas negras "no aptas para lectores sensibles" –según la publicidad de Alfaguara, sello de Penguin Random House donde aparecieron– de la cual se han vendido más de 500.000 ejemplares. Se decía que la autora, que solo concedía entrevistas por correo electrónico, había nacido en Madrid en 1973, que se dedicaba a la docencia universitaria y que tenía tres hijos. Nada de esto era verdad.
El Planeta mejor dotado de la historia ha obligado a Mola a aparecer sobre del escenario y revelar quién se escondía detrás la máscara del pseudónimo. El anuncio del ganador, con la novela La tía abuela, ha hecho que una pequeña oleada sonora –formada por palabras, interjecciones y algún grito– rompiera el silencio del Museu Nacional d'Art de Catalunya, escenario de la gala. Solo la petición de Josep Creuheras, presidente de Planeta, de un aplauso para los reyes después de la cena ha merecido una respuesta comparable, con gran parte del auditorio de pie y aplaudiendo en honor a Felipe y Letizia.
El cuerpo de Carmen Mola se ha multiplicado por tres y ha cambiado de sexo. Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, guionistas de series de televisión como Hospital central y también novelistas, han recibido el galardón con la euforia de resolver un enigma que muchos lectores agradecerán.
La brutalidad del éxito
Mola se dio a conocer de forma sigilosa el 29 de septiembre del 2017, poniéndose en contacto con la editora de Alfaguara, María Fasce. "Te envío una novela policíaca ambientada en Madrid que espero que te guste", decía la agente literaria Justyna Rzewska a Fasce por correo electrónico. La editora pasó el libro a una de sus lectoras de confianza, que admitió que era una buena novela, pero expresó sus dudas sobre publicar una historia "tan brutal". La novia gitana –traducida al catalán poco después como La núvia gitana y publicada en La Campana– llegó a las librerías en mayo del 2018, y en tres semanas agotó tres ediciones. Triunfó no solo por el misterio de no saber quién la había escrito, sino por una mezcla adictiva de misterio y violencia extrema, por los asesinatos rituales que aparecían y por la protagonista, una inspectora con carisma, Elena Blanco, amante de los karaokes, de los coches de coleccionista, de las relaciones sexuales en todoterrenos y de la grappa.
Después de La red púrpura (2019) y de La niña (2020), Carmen Mola enmudeció. Durante este tiempo, ha tomado la doble decisión de dar el salto a Planeta y de salir del anonimato. Lo ha hecho con una historia que promete seguir las mismas coordenadas de la trilogía anterior. La tía abuela arranca en una ciudad trastornada por una serie de asesinatos de niñas de las clases más humildes. El terceto de investigadores que intentarán pillar al asesino son un policía, un periodista y una niña. Habrá que ver, ahora que Mola tiene el premio Planeta, qué pasa con la cuarta entrega de la serie, Las madres, prevista por Penguin Random House para la primavera del 2022.
Un drama histórico, finalista
Con una novela ganadora que ha levantado tanta expectación, la obra finalista ha quedado más en segundo plano que en anteriores ediciones, a pesar de que Planeta ha aumentado también la dotación del premio, que pasa de los 150.250 a los 200.000 euros. Últimos días en Berlín, de Paloma Sánchez-Garnica, profundiza en la narrativa histórica de la autora madrileña, que ha publicado en Planeta buena parte de sus novelas, entre las cuales están El gran Arcano (2006), El alma de laspiedras (2010) y La sonata del silencio (2012), que fue convertida en serie por TVE gracias a las buenas ventas del libro.
Sánchez-Garnica presentó Últimos días en Berlín con el pseudónimo de Yuri Zhivago, personaje de la obra maestra de Borís Pasternak, porque la chispa que desencadena la acción del libro es un joven que ha tenido que huir de la URSS en pleno régimen soviético y quiere reencontrarse con su madre y su hermano pequeño. "Con todo el que hemos sufrido en una sociedad como la nuestra, que hemos visto hundirse, una alegría como esta me parece enorme –ha dicho la novelista–. Los años de la novela son años de transformación: los de la Primera Guerra Mundial, el horror estalinista y el nazismo, que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial. La mía es una novela de amor y amistad en tiempos convulsos y totalitarios".