Por qué el Barça y Fridolina Rolfö han separado sus caminos antes de tiempo

Barcelona"Todo lo bueno se acaba, y ahora es mi momento de abandonar este club tan especial y dar el siguiente paso de mi viaje". Así comienza la carta de despedida que la ya ex azulgrana Fridolina Rolfö publicaba el lunes por la noche y que cogió por sorpresa a buena parte de la afición, así como a sus compañeras. "La verdad es que acabo de enterarme. He entrado en el vestuario, me lo han dicho y he tenido que salir. No sé nada más, no he podido hablar con ella. La verdad es que me da pena porque ha sido una jugadora muy importante. Quiero hablar con ella, y si cree que es la mejor decisión para ella, hay que respetarla justo después de la disputa de la España-Bélgica de la Eurocopa. "Acabamos de jugar. No sé mucho, pero lo único que puedo hacer es mostrarle mi agradecimiento por todos los años que ha estado con nosotros. Creo que toda la afición está muy orgullosa del compromiso que ha tenido con el equipo y quiero desearle mucha suerte porque ha sido una gran compañera durante todos estos años", comentaba, por su parte.

Que la noticia de la inesperada marcha de Rolfö tomara por sorpresa el vestuario se explica, por un lado, porque el club no suele comunicar a las jugadoras si alguien se va o ficha, y, por otro, porque las futbolistas no están en plena dinámica de equipo con el Barça, sino que la mayoría están jugando el E. La primera en despedirla en las redes sociales fue Aitana Bonmatí, que tampoco conocía la noticia. Aparte de ser compañeras de vestuario durante los últimos cuatro años, la de Ribes mantiene una gran amistad con Rolfö. En un mensaje en sus redes sociales, escrito en inglés y que presidía una fotografía de ambos abrazos, Aitana le despedía de esta manera: "Una de las mejores personas que he conocido en el mundo del fútbol. Te deseo lo mejor, te echaremos de menos", y cerraba el mensaje con dos emoticonos de corazones.

Los motivos de la despedida de Fridolina Rolfö

Aunque una de las posiciones que rastrea en el mercado el departamento de captación de la entidad azulgrana hace ya tiempo que es la de una lateral izquierda joven, Rolfö (que en noviembre cumplirá 32 años) tenía todavía una temporada más de contrato y el suyo no era uno de los nombres que había, a priori, en la carpeta de salidas. Sin embargo, su marcha se explica por las necesidades económicas que aprietan la entidad azulgrana.

En los despachos del Barça se está sudando sangre para recortar costes y dejar de tener la masa salarial excedida, lo que lastra las inscripciones de futbolistas. Los salarios deportivos del equipo femenino, así como los de las secciones profesionales del club, repercuten directamente en el fair play que condiciona la plantilla de Hansi Flick. Por eso desde el club se ha visto con buenos ojos ahorrarse parte de la ficha que Rolfö debería percibir la temporada que le restaba como azulgrana. La internacional sueca, renovada en enero del 2023, fue un fichaje de peso en el verano del 2021. La carrilera –primero llegó como extremo, pero acabó acumulando muchos minutos como lateral en cuatro cursos en el Barça– llegaba del Wolfsburg habiéndose destapado como una de las mejores extremos del continente.

Por otra parte, la futbolista no se ha enrocado en el año que le quedaba de contrato, aunque estaba molesta porque desde el club no veían con buenos ojos su participación en la Eurocopa a raíz del esguince que sufrió, precisamente con la selección de Suecia, a principios de junio. Aparte de eso, Rolfö también ha visto cómo esta temporada su protagonismo en el Barça ha estado en discusión. Desde su llegada había sido una habitual en los onces de las grandes citas. De hecho, se despide con trece títulos en su palmarés: cuatro Ligas, tres Copas de la Reina, cuatro Supercopas de España y dos Champions, y como autora del gol de la remontada (3-2) en la final ante el Wolfsburg disputada en el 2023 en el Philips Stadion. Meses después, en septiembre, sufrió una grave lesión en el menisco de la rodilla derecha, por la que tuvo que ser operada y que la dejó casi 300 días sin poder jugar.

Ese mismo verano, el Barça había fichado a Esmee Brugts (que pronto cumplirá 22 años), que ocupa la misma posición de Rolfö y que era una apuesta de futuro que llegaba libre después de haber debutado con tan sólo 17 años con el PSV. La progresión de Brugts, sumada a las dificultades para recuperar su nivel de antes de lesionarse de gravedad, ha hecho que la internacional sueca haya visto amenazado su protagonismo. De hecho, fue una de las principales dudas del once de Pere Romeu para la final de la Champions, aunque el entrenador acabó apostando por ella. Finalmente, y después de 129 partidos, en los que ha marcado 38 goles y ha repartido 37 asistencias, Rolfö ha aceptado cambiar de aires e iniciar una nueva etapa, que seguramente estará en el Aston Villa de la entrenadora catalana Natalia Arroyo, donde ya milita la portera Ellie Roebuck, a la que el Barça también ha rescindido.