Una Champions que lo revienta todo
Con la Copa de Europa vestida de azulgrana, la reivindicación de la profesionalización real del fútbol femenino no tiene freno
De la final de Budapest a la de Göteborg. Una derrota dolorosa provocó entonces, en 2019, el despertar del equipo que el domingo, en la ciudad sueca, se proclamó campeón de Europa por primera vez en su historia. El Barça que entrena Lluís Cortés, sin embargo, no solo ha conseguido un gran título. Las azulgranas han reventado el techo de cristal demostrando que la profesionalización del fútbol femenino tiene que ser una prioridad para todos los clubes. Un triunfo de presente, con clave de futuro y mirando al trabajo hecho en el pasado: las jugadoras del conjunto catalán han tocado el cielo en Göteborg y quieren más.
La victoria aplastante en la final contra el Chelsea (0-4) confirma la evolución meteórica del equipo azulgrana. La decisión tomada por todo el equipo y el staff técnico después de la derrota en la final de Budapest y la convicción en el trabajo hecho durante todo este tiempo las han llevado a levantar el trofeo continental, escenificando casi a la perfección el ADN Barça sobre el césped. Además de una táctica y compenetració exquisita encima el terreno de juego, la mejora física del equipo también ha jugado un papel fundamental en este crecimiento. Más entrenamientos y de mejor calidad, este fue el acuerdo: si hacía falta sacrificar ocio, encuentros o viajes, no tenía que haber ninguna queja. Y así fue. El esfuerzo ha sido titánico. El sabor amargo de frustración e impotencia con la que se marcharon las azulgranas del Groupama Arena en 2019 no se podía volver a repetir. Ellas se prometieron ser las mejores. Ahora, después de la final en el Gamla Ullevi, pueden afirmar que lo son.
“Es un sueño hecho realidad. ¡Este equipo se merece esto y más!”, sentenciaba Vicky Losada después del triunfo en la final. La emoción estaba presente en todas y cada una de las jugadoras del Barça. Hubo quien, como Melanie Serrano, no podía contener las lágrimas. “Mira qué bonita es”, decía una jugadora que lleva diecisiete temporadas vistiendo la camiseta azulgrana después de colgarse al cuello la medalla que la acreditaba como campeona de Europa. “Las palabras que pueda decir se quedan cortas por el tiempo que llevo intentando conseguirla. He tenido la suerte de poder jugarla, que nunca se sabe”, reconocía. Serrano ha vivido en el club todas las etapas de la profesionalización del equipo: cuando tenían que ir a entrenar por la noche, cuando bajaron a Segunda División, los partidos en el Miniestadi... Una serie de obstáculos y barreras que fueron rompiendo ella y otras compañeras para jugar finales de Champions y ganarlas, como en el Gamla Ullevi. “Me da pena por la gente que, igual que yo, se merecen estar aquí. Este triunfo también es suyo. Ellas también han aportado su grano de arena para estar aquí y ser campeonas de Europa”, defendía la futbolista veterana, que acaba contrato la temporada que viene.
Referentes para abrir un nuevo camino
De hecho, el recuerdo hacia las personas que han formado parte de este largo camino del Barça femenino estuvo presente en toda la celebración, pero el triunfo también supone iluminar los ojos de nuevas generaciones de futbolistas. “Hemos abierto muchas puertas a las niñas que quieren jugar a fútbol. Unas puertas que muchas de nosotros no tuvimos”, confesaba Losada, emocionada. “Creo que lo más importante ya no es ganar, sino todo lo que generas a un país entero”, afirmaba la capitana azulgrana. Ahora las referentes son ellas: “A mí me hubiera encantado soñar con ganar la Champions desde hace años, y no solo hace dos. Ahora las niñas lo pueden hacer. Hemos abierto muchas puertas y seguiremos abriendo más”.
El triunfo conseguido –y también la manera en la que se consiguió– representa un aviso y un claro mensaje para todos los clubes e instituciones. “Hoy también ha ganado el fútbol español. Espero que se den cuenta de que hemos reventado la puerta. Llevábamos años golpeándola, pero ahora ya la hemos reventado. Espero que realmente esto sirva para que apuesten por nosotras”, reivindicaba Patri Guijarro una vez ganada la final. Con estos mensajes, y a pesar de saber que todavía queda mucho trabajo por hacer, las futbolistas reclaman con su éxito más espacio y apoyo.
Todavía falta la Copa
La temporada del Barça las carga de argumentos y todavía no se ha acabado. La gesta puede ser más grande y el equipo azulgrana puede ganar el primer triplete de su historia. Primero, con las semifinales de Copa de la Reina contra el Madrid CFF (26 de mayo, 19 horas) y, después, en la final que se jugará en Butarque cuatro días después. El equipo de Lluís Cortés puede conseguir otro hito histórico.
Una vez acabada la temporada, la acción pasará a los despachos. El club tendrá que gestionar un verano de altas y bajas con el futuro de jugadoras como Hamraoui, Falcón y Oshoala por resolver. Con la llegada de nuevas incorporaciones –como Irene Paredes– también se reafirma la necesidad de hacer movimientos en la plantilla encajar todas las piezas. Antes, sin embargo, la mirada y concentración seguirá sobre el césped para demostrar que la apuesta por ellas es una victoria segura.