Vuelta a Cataluña

Pogacar toma un café en Tossa de Mar y ya es protagonista en la Vuelta a Cataluña

El esloveno, confiado en que atraparía a Nicholas Schultz, que había saltado del grupo en los últimos metros, se queda con la miel en los labios y termina la etapa segundo

Robert Marcé
3 min
Nicholas Schulz (a la izquierda) y Tadej Pogacar, en el sprint de la Volta

Sant Feliu de GuíxolsLos autocares de los 25 equipos que participan en la Vuelta Ciclista a Cataluña han aparcado en el Club Náutico de Sant Feliu de Guíxols antes de la salida de la primera jornada. Y la nave espacial del equipo UAE Team Emirates de Tadej Pogacar y también del ciclista catalán Marc Soler es quien más público ha reunido para esperar la salida del esloveno, que el domingo llegó a Sant Feliu de Guíxols en bicicleta. El ciclista se fue con el coche del equipo desde el aeropuerto de El Prat –donde había aterrizado procedente de Niza tras terminar tercero en la Milán-Sanremo el sábado– hasta Mataró. Y desde la capital del Maresme hasta Sant Feliu de Guíxols pedaleando, uno easy ride de manual para estirar las piernas después de exprimirse el sábado en Italia, donde acabó tercero en La Classicissima, de 288 km.

En su trayecto de 78 km por la costa, Pogačar se detuvo a tomar un café en Tossa de Mar. Mientras él llegaba, su equipo entrenaba por las carreteras catalanas para reconocer la etapa de este lunes, de 174 km, con salida y llegada en Sant Feliu de Guíxols y con tres puertos de montaña de tercera y segunda categoría. Sobre todo era necesario analizar la última bajada, la del alto de Sant Grau, a 20 km de la llegada, para tener la etapa controlada para Pogacar. Sus compañeros de equipo han trabajado durante la jornada para que la fuga del día, de cinco unidades no tuviera mucha diferencia con el pelotón, y los han controlado en todo momento desde la distancia para atraparlos cuando han querido. El alto de Sant Grau, el último puerto del día, lo ha coronado primero Marc Soler, segundo Tadej Pogacar y tercero Sepp Kuss, el ciclista norteamericano del Visma Lease en Bike, muy querido por el público catalán y último ganador de la Vuelta a España.

“Le he cagado un poco al final”, explicaba el esloveno a meta –al que le salen las puntas del pelo rubio por el casco blanco– para definir el tramo final de la etapa. “Debería haber cerrado enseguida el espacio que ha abierto Schultz, pero creí que otro saldría antes. Por desgracia para mí he pensado demasiado. El Nicholas se merece el triunfo porque ha hecho un último kilómetro impresionante”, reconocía un resignado Tadej Pogacar después de llegar a un palmo de Schultz en la meta de Sant Feliu de Guíxols. "Quería ganar por el equipo, pero he hecho corto al final", sentenciaba el ciclista esloveno, que por primera vez participa en la Vuelta Ciclista a Catalunya y que este año se ha marcado el reto de ganar el Giro de Italia y el Tour de Francia.

La Vuelta a Cataluña siempre es una de las carreras por etapas que los profesionales que participan en el Giro colocan en su calendario de pruebas como preparación. "Es el mejor ciclista del mundo y ganarlo es muy importante para mí y para el equipo", ha dicho Schultz después de haber resistido la embestida final de la apisonadora Pogacar, que quería ganar como fuera en la ciudad del Baix Empordà, el mismo lugar donde el año pasado el también esloveno Primoz Roglic batió al campeón del mundo Remco Evenepoel al inicio de un duelo que fue memorable durante toda la semana de Volta.

La segunda etapa saldrá desde Mataró para acabar en Vallter 2000, y será la primera cita con la montaña de la edición 103 de la ronda catalana.

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