El Barça de Hansi Flick enamora jugando como los ángeles (7-0)
Con tres goles de Raphinha, golea al Valladolid en una exhibición ofensiva y firma un inicio de Liga redondo
BarcelonaLa pelota, siempre la pelota. Cuando el Barça juega, sus aficionados sonríen. Poco importa no poder realizar todos los fichajes deseados, no saber cuándo se dejará el exilio de Montjuïc o los debates sobre la gestión del club. Cuando la pelota rueda, el barcelonismo parece unido en torno a un proyecto que ha empezado con buen pie gracias a la gestión de Hansi Flick. Ante el Valladolid el equipo ha logrado una goleada que contagia alegría, con Raphinha marcando tres goles rodeado del talento de Lamine, Dani Olmo y Pedri (7-0).
El equipo azulgrana ya lleva 12 puntos y se permite el lujo de mirar de reojo al Madrid, cargado ahora con la responsabilidad de no fallar contra el Betis si no quiere quedarse ya demasiado lejos en la clasificación. Debía ser en agosto de Kylian Mbappé, pero de momento quien marca el ritmo es Hansi Flick. Cada partido juega el Barça mejor. Cada día que pasa, hace mejor pinta, este proyecto.
El técnico alemán ha logrado generar consenso en pocos meses. Habla de fútbol, parece sensato y mantiene un discurso positivo. Cuida a los jóvenes y su equipo ataca sin desfallecer. Ante el Valladolid, Dani Olmo ha debutado como titular. El vallesano parece ser la pieza que faltaba a un proyecto lógicamente inestable, ya que para algunas posiciones, especialmente las defensivas, no hay muchos recambios posibles. El Barça de Flick parece destinado a marcar muchos goles, teniendo en cuenta que también recibirá algunos. Una vieja doctrina cruyffista, ésta. Si te marcan goles, marca más. Pero por primera vez esta temporada, Ter Stegen no ha encajado ningún gol. El inicio del Barça ha sido tan estimulante que el Valladolid se ha atrincherado asustado, sin salir a la contra. Y pudieron caer más goles, en una tarde festiva de verano en la que el barcelonismo, feliz, hace volar palomas. El inicio de Liga ha sido impecable. Ver a Lamine haciendo de las suyas hace que todo el mundo acabe riendo. El fútbol debería ser esto: contagiar alegría y olvidar los problemas.
Con Marc Bernal en la grada lesionado, era Marc Casadó quien tenía que hacer de centrocampista defensivo. El joven de San Pedro de Vilamajor se ha hartado de hablar con Flick para mejorar. El técnico alemán sabe trabajar con jóvenes, como ya demostró en el Bayern. No le da miedo dar minutos a jóvenes que hace poco que se afeitan. Y el resultado es un equipo alegre, desvergonzado, que por momentos parece que esté jugando en una playa un partidillo de verano con el único fin de disfrutar, en lugar de compitiendo en la Liga. Ahora mismo todos son risas, entre los futbolistas. Cuando un jugador marca hace un baile, una broma o un guiño con sus compañeros. Hay buen ambiente, en el vestuario.
Tras sufrir un poco en Vallecas, ante el Valladolid el partido ha sido coser y cantar. Dani Olmo pudo marcar tres goles antes del descanso, mientras iba creando complicidades con el resto de jugadores ofensivos. El Barça agradece más a Olmo que a Ferran Torres, ahora mismo. En una primera parte casi redonda, todos los hombres de ataque han cambiado posiciones y uniendo individualidades con movimientos corales.
Cuando el Valladolid quería ahogar el juego local con una defensa muy avanzada, el Barça les ganaba la espalda con dos pases largos de Cubarsí y Raphinha. La primera la transformó en gol el brasileño, que está jugando sus mejores minutos como azulgrana. A diferencia de otros brasileños del pasado, Raphinha es discreto y trabajador. Toda una bendición para Flick, que le ha encontrado el encaje para que se exprese futbolísticamente mejor que nunca. Su gol, atacando la espalda de la defensa y cruzando el balón con calidad, fue todo un regalo para los aficionados. Luego él crearía la jugada del segundo gol, obra de Lewandowski, que, rodeado de chiquillos, parece más joven. El polaco sabe que le juzgarán si no marca. Y con Flick recupera sus registros en el Bayern. La fiesta antes del descanso la cerraría Koundé, con un remate bastante complicado a la salida de un córner.
El Valladolid no podía volver al partido; estaba condenado a vivir mirando el reloj, suplicando no recibir más goles. Flick lo sabía, cómo ha quedado claro con una triple sustitución a los 60 minutos de juego. Consciente de que el calendario sube, y con el recuerdo desagradable de la lesión de Marc Bernal en Vallecas, ha protegido a Pedri, Casadó y Cubarsí haciendo entrar a Fermín, Eric Garcia y al joven central barcelonés de 19 años Sergi Domínguez. Con tres cambios cuidaba a tres jóvenes de cara a los próximos partidos, pero también iba sacando conclusiones, como ver a Eric Garcia en medio del campo o la ex defensa del Sant Gabriel.
Flick no pierde el tiempo llorando por los jugadores que no han venido e intenta dar minutos a jóvenes para ver de qué pie calzan. En un club a veces respaldado al histerismo y los gritos, aporta calma. Y el resultado es un equipo que contagia alegría y disfruta jugando. En lugar de relajarse, el Barça ha continuado buscando el gol. Raphinha ha hecho dos para firmar su primero hat trick de azulgrana, Dani Olmo ha podido celebrar el primero en casa y Ferran, que había entrado por Lewandowski, haría el séptimo. Una goleada para soñar, para cerrar un inicio de temporada redondo. A la espera de ver qué ocurre, Hansi Flick ha superado la primera parte de su reinado con un excelente.
FC Barcelona 7-0 Valladolid
- FC Barcelona: Ter Stegen, Koundé, Iñigo Martínez, Pau Cubarsí (Sergi Domínguez, 60'), Balde, Marc Casadó (Eric Garcia, 60'), Pedri (Fermín 60'), Raphinha (Pablo Torre, 84'), Dani Olmo, Lamine Yamal y Lewandowski (Ferran Torres, 73').
- Valladolid: Karl Hein, Luis Pérez, Javi Sánchez, Eray Cömert, Lucas Rosa, Selim Amallah (Chuki, 57'), Stanko Juric, Kike Pérez (Cenk, 87'), Iván Sánchez (Mario Martín, 62'), Marcos André (Latasa, 57') y Raúl Moro (Meseguer, 87').
- Goles: 1-0 Raphinha (20'), 2-0 Lewandowski (24'), 3-0 Koundé (47'), 4-0 Raphinha (64') y 5-0 Raphinha (72'), 6-0 Dani Olmo (82') y 7-0 Ferran (85').
- Árbitro: Isidro Díaz de Mera (Castilla-La Mancha).
- Tarjetas amarillas: Javi Sánchez (45'), Kike Pérez (73') y Mario Martín (84').
- Tarjetas rojas: ninguna
- Estadio: Olímpico Lluís Companys, 44.359 espectadores.