Apuntes en caliente

Una bofetada para reflexionar: los apuntes en caliente del Athletic-Barça

La eliminación de los azulgranas en San Mamés retrata a los más veteranos de la plantilla

3 min
De Jong conduciendo el balón ante Iñaki Williams.

BarcelonaEl Barça, eliminado de la Copa del Rey después de un partido trepidante con prórroga incluida. El conjunto de Xavi Hernández, mucho mejor representado por los jóvenes que por los veteranos, no aguantó la intensidad del Athletic Club de los hermanos Williams. A continuación, unos apuntes en caliente.

Viva el talento innato. Tras encajar un gol a los 40 segundos de juego –no se puede comparecer así en San Mamés–, el Barça hizo lo más difícil: remontar antes del descanso apretando los dientes. Este equipo ya demostró el pasado curso que no necesita ser brillante para competir por todo en el fútbol estatal. Le basta con ser agresivo en la presión y tener un mínimo acierto en las áreas, y está en el proceso de recuperar estas virtudes. Ahora bien, tampoco rechaza las expresiones de talento espontáneo: aprovechaba los fogonazos de Dembélé y hace lo mismo con los de Lamine Yamal. Más joven –y más barato– que el Mosquito, el extremo de Rocafonda dio su primer golazo con el primer equipo. Qué conducción, qué agilidad, qué definición. 16 años, tú.

Poner la pierna a cambio de 25 millones. Aunque el equipo ha dejado atrás las ínfulas dimisionarias de hace unas semanas, en San Mamés se vio superado por uno de los equipos más en forma de Europa. El Athletic corre y hace correr como pocos conjuntos no sólo en la Liga, sino en todo el continente. Los de Valverde eran sin duda el hueso más duro de mordisquear del sorteo de la Copa y que pasaran ronda contra el Barça podía tener lógica. Esto no justifica que seniors millonarios –25 millones brutos este año– revisaran la indolencia en el escenario menos propicio. No, no se puede tolerar que De Jong marque con la mirada a los centrocampistas que llegan de segunda línea –uno de los potenciales del Athletic–. Así marcó Sancet el 2 a 2 que forzó la prórroga.

Tigrinho, tú. Ya en el tiempo extra, la apuesta de Xavi por Sergi Roberto no salió bien. El entrenador buscaba pulcritud con el balón para no generar contragolpes, pero lamentó que el capitán perdiera el balón previo al tanto de Iñaki Williams, que aterrizó a tiempo procedente de la Copa de África para ser decisivo. Roberto, al igual que De Jong, se marchó de Bilbao como un senior retratado en una noche en la que el Barça no pudo hacer jugar a Fermín porque ya había demasiados niños en el césped. San Mamés también vio a Lewandowski cambiado antes de tiempo y Marc Guiu pasando por delante de Vitor Roque, un delantero pagado a precio de crack que resulta que no vale ni como revulsivo desesperado. Para alquilar sillas.

Stop lesiones. El Barça compensó una noticia preocupante con otra esperanzadora en el lateral izquierdo. Primero, el vinagre: Balde se lesionó el isquiotibial y sumará a un enfermo más a una enfermería demasiado acostumbrada a los contratiempos musculares. Y, ahora, el azúcar: Héctor Fort, otro adolescente de La Masia, entró en su sitio e hizo una actuación muy meritoria porque no es lo mismo lidiar con los extremos del Barbastro que con Nico Williams. Lamine, Cubarsí, Fort... Es una delicia ver cómo los jóvenes responden cuando se les reclama. Sin embargo, es necesaria una reflexión interna para encontrar sentido a tantas lesiones por desgaste. No basta con lamentar que la plantilla es corta y que el club está en la ruina económica.

stats