La Champions ya no es una pesadilla para el Barça
Al ritmo de João Félix, el equipo de Xavi inicia la competición en Montjuïc con una goleada ante el débil Amberes (5-0)
BarcelonaAl ritmo de João Félix, el Barça empezó la Liga de Campeones en Montjuïc con un cómodo triunfo (5-0) ante un Amberes que suficientemente hizo al comparecer. El conjunto belga, entrenado por el ex azulgrana Mark Van Bommel, fue víctima de un equipo hambriento que ya encadena dos goleadas seguidas en el Olímpic. Después de dos temporadas enmarcado en grupos complicados y siendo vilipendiado por el Bayern de Múnich, el Barça tiene este año a unos rivales más que asequibles para recuperar el pulso a una competición en la que hay que restaurar el respeto perdido. Empezando haciéndolo sin sorpresas, con una goleada tal y como se esperaba, ayuda.
Ante un conjunto belga muy débil, Xavi mantuvo la defensa, pero hizo algunos cambios en medio y en la delantera respecto al último partido contra el Betis. Las rotaciones a la afectaron Oriol Romeu, suplente por primera vez este curso. El centrocampista de Ulldecona, que lo había jugado todo hasta ahora, hizo el suyo redebut en la Champions en la segunda parte. De hecho, Romeu ya sabe lo que es ganarla: el curso 2011-12 participó en tres partidos con el Chelsea, campeón de esa edición. En total, sólo ha disputado cinco partidos con el de ayer, pero aumentarán con su participación con el Barça. "¿Si cuando fiché por el Southampton me imaginaba jugar la Champions con el Barça? ¿Te engañaría si te dijera que sí...", había confesado, humilde, en la previa del partido. Un Frenkie de Jong radiante hizo de pívot en solitario.
En la delantera, quien repitió de inicio fue João Félix. Tras ponerse la afición azulgrana en el bolsillo con su exhibición ante el Betis, el atacante portugués busca afianzarse en el flanco izquierdo del ataque, donde más carencias tiene Xavi, ya que tanto Raphinha como Ferran Torres prefieren la banda derecha. Todo, con el permiso de Lamine Yamal, que es tan bueno a pesar de tener sólo 16 años que puede jugar a ambos lados sin tantos romances. Con la entrada del portugués en el equipo inicial, el Barça renuncia a jugar con cuatro centrocampistas, la fórmula que salvó los muebles cuando más dudas dejaba al equipo el curso pasado, pero suma talento ofensivo en los metros finales.
João Félix tuvo suficiente con once minutos para abrir la lata. Lewandowski se descolgó para asociarse con Gündogan y, éste, acabó encontrando la brecha en la frontal para asistir al ex del Atlético de Madrid. Recorte y disparo ajustado del portugués. El primero del Barça. Cantaba contenta la afición en Montjuïc frente a las caras largas de los 2.500 belgas presentes en el estadio.
Cien goles en competición europea de Robert Lewandowski
Con los dos Joãos, el Barça ha sumado talento al once. Y el talento busca talento. Así llegaría el segundo gol y la confirmación de la fiesta azulgrana en el estreno de la Liga de Campeones en el Olímpic. Frenkie de Jong salpimentó una de sus grandes conducciones con un pase milimétrico por João Félix. El nuevo ídolo azulgrana no fue hambre y sirvió un centro precioso en el segundo palo que Lewandowski, que se frota las manos con sus nuevos socios, remató plásticamente al fondo de la red. Era su gol 100 en Europa, seis de ellos con el Barça.
Con João Félix y Gündogan enchufados, el ariete polaco -que pedía tener un segundo delantero más cerca-, brilla con más luz y se divierte más. Era un disfrute para los espectadores poder ver con qué finura conectaban en espacios reducidos los tres, con Cancelo reclamando también su cuota de protagonismo y animándole incluso a probar un pase de rabona o bajar con varios toques balones áreas que arrancaban aplausos. Florituras permitidas después de anotar el tercero, un tanto que llegó fruto de la fortuna, pero también de la insistencia. Raphinha, en este caso pisando el vértice izquierdo del área, buscó un centro que rebotó en el hombro del defensor Bataille y fue a parar al fondo de la red con el guardameta Jean Butez vendido.
El partido se convirtió en un auténtico monólogo del Barça ante un Amberes que intentaba defenderse organizado juntando mucho sus líneas, pero era un sacrificio estéril. El conjunto belga no era más que un juguete en manos de los jugadores de Xavi, que con 22 minutos ya habían marcado tres goles.
En la reanudación nada cambió. Tras un tímido intento del conjunto belga que fue como un oasis en el desierto, el Barça siguió monopolizando la posesión (superior al 70% al término del partido) y los goles cayeron como fruta madura. Gavi fue el autor del cuarto después de recoger un rebote dentro del área. João Félix aún tuvo tiempo de firmar un doblete tras un gran centro de Rapinha al segundo palo. Con los cambios en la delantera -este año goza de mirar el banquillo-, el arrebato continuó. Pero también algún descuido, que acabó con Ter Stegen haciendo un doble paro magnífico y frustrando las pocas opciones del Amberes de rescatar un poco el honor (aunque el gol habría sido invalidado por fuera de juego).
Al final, el marcador se quedó en una manivela. Diez goles en los dos últimos partidos, cinco de ellos en la Champions. El Barça quiere que Europa deje ser la pesadilla de los últimos años.