Las claves para entender por qué el Madrid puede plantearse Mbappé y el Barça (todavía) no

BarcelonaCasi como la subida posnavideña, el Blue Monday, las nominaciones de los Oscar o los Tres Tombs, el culebrón sobre el futuro de Kylian Mbappé se ha convertido en una costumbre más de enero. Con sólo 25 años recién cumplidos, el delantero francés vuelve a estar en boca de todos con la temporada a medio disputar. Sigue siendo el jugador franquicia del PSG —24 goles le contemplan en este punto del curso—, pero acaba contrato este verano y, por tanto, vuelve a tener la sartén por el mango para gestionar su futuro. Aunque el club franco-qatarí quiere renovarlo, algunos de los grandes equipos europeos lo tienen en el radar para incorporarlo libre de traspaso para el ejercicio 2023-2024. Incluyendo al Real Madrid, que por quinto año seguido intentará cazar el talento más deseado por Florentino Pérez. Las calabazas del pasado parece que no le importan al todopoderoso presidente blanco.

La guerra de versiones ya ha comenzado y, de momento, no hay ninguna asociada a los altavoces habituales del madridismo más oficial, escarmentado en los últimos años por haber dicho trigo antes de que estuviera bien atado. En los últimos días las informaciones más contundentes han llegado de Francia e Inglaterra, y contaban películas casi contrapuestas, como es habitual cuando Mbappé y el suyo staff son los protagonistas. Si The Times publicaba el domingo por la mañana que el atacante del PSG había rechazado la enésima propuesta blanca, por la noche uno de los redactores más fiables en temas de fichajes, como Santi Aouna de Footmercato, afirmaba con rotundidad que jugará en el Santiago Bernabéu a partir de este verano. La respuesta a la exclusiva del propio periodista que avanzó que Dembélé dejaba al Barça para ir al PSG no se ha hecho esperar y ha llegado a través del entorno de Mbappé, que ha utilizado el canal RMC Sport para desmentir cualquier acuerdo asociado al futuro del futbolista.

Como en toda negociación millonaria, el delantero del PSG juega con los tiempos y las palabras para alimentar a la incógnita y conseguir las condiciones más ventajosas para su bolsillo. Sin embargo, no son muchos los clubs que podrían asumir los números resultantes de un salario de crack y una prima de fichaje (más de 150 millones entre lo uno y lo otro). Por tanto, a estas alturas sólo hay tres opciones claras en el horizonte de Mbappé: ir al Madrid, elegir una aventura en la glamurosa Premier League (con el Liverpool como opción preferida) o seguir como rutilante estrella en el Parque de los Príncipes. La opción de mantenerse como estandarte del campeón de Francia está al alcance del inagotable poder económico de la propiedad árabe, pero choca con la ambición deportiva del futbolista, a quien el cuerpo pide cosas nuevas después de ocho campañas en la Ligue 1. Llegados a este punto, sólo el músculo financiero del fútbol inglés puede frustrar el sueño de Florentino, que hace tiempo que mueve las cerezas en tiempos de crisis para sacudir el mercado.

Ahorro y movimientos selectivos para acometer el fichaje de Mbappé

¿Pero cómo es que el club blanco está en condiciones de luchar por Mbappé? En primer lugar, porque ha seleccionado los esfuerzos a la hora de ir al mercado. A diferencia del Barça, que se ha movido más en términos de cantidad para aprovechar el impacto de las palancas del 2022 y compensar la enorme pérdida de Leo Messi, el Madrid pospandemia ha renovado la defensa con futbolistas libres o repescados (Alaba, Rüdiger y Fran García), llenado el vacío de Casemiro y previsto la decadencia de Kroos y Modric con los jóvenes Camavinga (31 M), Tchouaméni (80 M) y Bellingham (103 M), fichados en tres veranos diferentes, y ha evitado realizar grandes dispendios para cubrir las marchas de Benzema y Asensio. No en vano, es Bellingham y no Joselu, cedido por el Espanyol, quien sostiene el peso goleador del equipo. Además, el enorme contratiempo de la grave lesión de Courtois fue cubierto con la cesión de Kepa y no hay previstos parches de invierno para tapar las ausencias de Álava y Militão. Fichar un galáctico este verano es el plan A, B y C. Con Mbappé como opción predilecta.

El ahorro del Madrid dirigido a la compra de una patum cuadra también con que de un presupuesto de 939,5 millones de ingresos, 70 deben venir de la venta de jugadores antes del próximo 30 de junio. Vinícius, que juega en la misma posición que Mbappé, tiene mercado de sobra para alcanzar esa cifra. Mientras, en el Barça, la política de la junta de Joan Laporta evita contar con hacer cajón con ventas de patrimonio deportivo. Lo intentó con Frenkie de Jong y la jugada salió fatal. Además, el vicepresidente Eduard Romeu asegura que traspasar a jugadores importantes no será la vía ni para cuadrar los números del club ni para revertir el límite salarial excedido, un problema que el Madrid no tiene porque su patrimonio neto es positivo y su gasto deportivo no ocurre del 54% sobre el total. Ahora bien, aunque pueda plantearse fichajes de primer nivel, la salud económica de la institución blanca es perecedera. Por eso Florentino defiende la Superliga, también activa palancas y vende párkings en el Ayuntamiento de Madrid.