BarcelonaEl Barça sufrió en Riad, en la final de la Supercopa de España, la derrota más dolorosa de esta temporada. El ARA se ha puesto en contacto con cinco analistas para que respondan a cinco preguntas clave para hacer diagnóstico y pronóstico del desastre. Son Jordi Costa (Todo Cuesta), Marc Mayola (Esport3), Marc Guillén (RAC1), Mireia Vera (Catalunya Radio) y Bruno Alemany (Cadena SER).
¿Por qué el Madrid pasa por encima del Barça?
Una derrota por 4-1 no se explica sólo por errores individuales, sino colectivos. Los analistas coinciden en señalar carencias en la presión, descoordinación y poca intensidad. "El Madrid cedía el balón porque sabía que con dos o tres pases podía deshacer la presión del Barça. Si con el balón era casi inofensivo, sin él era un desbarajuste", dice Mayola. "Los centrocampistas no sabían si morder adelante o juntarse. Todo quedaba a medias. La línea defensiva daba muestras de no estar trabajada ya nivel individual se cometían errores impropios del fútbol de élite", añade Alemany. "Hubo errores garrafales en defensa, la presión no estaba bien coordinada, los duelos individuales se los llevaba el Madrid... La sensación era de incomparecencia", critica Vera. "Al Barça le interesaba tener el balón, aunque fuera con ataques muy lentos, para evitar desordenarse, y no lo hizo. El juego sin balón fue nulo, y así no pudo competir", remata Guillén.
¿Cuál es el grado de responsabilidad de Xavi?
Al entrenador se le cuestiona porque no ha logrado hacer llegar la idea de juego a los futbolistas. "Lo hemos visto durante toda la temporada. El equipo no tiene claro ni cómo jugar ni a qué jugar. Lo has podido capear contra rivales de menor nivel, pero el día que te encuentras el Madrid, aunque no es nada del otro mundo, acabas tomando daño", destaca Costa. "Me preocupa mucho que el entrenador salga en rueda de prensa y diga que eso ha entrenado durante la semana, que los jugadores estaban advertidos... pero nunca se da en el campo. Hay un problema de mensaje", analiza Vera . Guillén añade: "La dirección del entrenador no es buena. Poco a poco los jugadores se han ido perdiendo, han dejado de creer en el compañero y no saben si les va a pasar el balón o no. La espiral es horrorosa" . Por su parte, Alemany ve un antes y un después en verano: "Xavi se ha perdido buscando la excelencia. El año pasado logró un Barça sólido, competitivo y solidario. Esta temporada ha querido que también fuera atractivo, y ahí el coche se ha salido de la carretera".
¿Qué responsabilidad tienen los jugadores?
En tiempos de crisis, el camino más corto es disparar al entrenador, pero el rendimiento de los jugadores también sirve para contar cosas. "Peda, cada vez que hay un error, lo primero que hace es mirar al suelo y lamentarse", dice Mireia Vera en este sentido. El analista de Catalunya Ràdio también critica a Araujo por su expulsión "infantil" en unas circunstancias muy duras. Por su parte, Marc Guillén pone el foco en Lewandowski: "Se desespera porque ve que eso es un caos, que no hay órdenes claras y que no le llegan las pelotas que deberían llegar". Marc Mayola cree que De Jong es "la máxima expresión de la insustancialidad del equipo" y "uno de los jugadores más sobrevalorados de la plantilla", mientras que Jordi Costa hace una valoración más colectiva: "En los últimos meses hemos visto partidos en que el Barça se ha levantado con reacciones de coraje. Por eso me sorprendió tanto ver al equipo sin ningún tipo de intensidad contra el Madrid".
¿Hay solución dentro de final de temporada?
El pronóstico a corto plazo de los analistas consultados no es demasiado optimista. "El Barça necesitaba justo lo contrario de lo que acabó pasando. Una victoria con buen juego que diera argumentos sólidos para pensar que la remontada en la Liga es posible y que en la Champions se puede, al menos, competir", sostiene Bruno Alemany, que pese a las malas sensaciones no cree que echar a Xavi solucione mucho nada. En la misma línea se expresa Costa, pero más por falta de relieve que de argumentos: “El margen de maniobra es muy limitado. Si lo que se busca es el cambio en el banquillo, la alternativa marcada es Márquez. Y para mí, para poner a Márquez ya está bien Xavi". Por su parte, Guillén sólo destituiría al técnico egarense "en caso de desastre calamitoso". En cambio, si el equipo se estabiliza y se mantiene vivo en la Liga, la Copa y la Champions, le dejaría trabajar: "Es de aquí y conoce bien al club, pero sí le animo a hacer cambios de sistema y de jugadores".
¿Cuál es el futuro a medio plazo?
"El Barça de Xavi está en involución y no hace buena pinta", dice Mayola. "A nivel de club, es necesaria la reflexión de dónde se quiere ir. Si los objetivos de querer ganarlo todo son reales o no", añade Vera. Está de acuerdo Guillén, que pide mirar mucho más allá del banquillo: "Esto es una crisis de club desde lo alto, de la presidencia a la dirección deportiva, pasando por el entrenador". Alemany sigue centrando su argumento en Xavi y vaticina que "sólo una segunda vuelta impecable haría que el aficionado y la directiva siguieran confiando en él para comandar el proyecto deportivo", mientras que Costa deja ver que en la economía es donde está la clave para tratar de levantar el rumbo: "La solución de llevar a jugadores no sirve para la tesitura que atraviesa el club". Efectivamente, tal y como reconocieron Xavi y Deco tras el descalabro en Riad, el Barça no tiene ningún margen para reforzar la plantilla en invierno si no cobra de algún otro lado los famosos 40 millones de euros impagados por Libero en el marco de la operación de venta de Barça Studios. Una dinámica que todo apunta a que se mantendrá de cara al verano.