El éxito del Girona, las miserias del Barça

BarcelonaNo suele ocurrir que un club históricamente pequeño pase por delante del Barça. Pero que sea un club catalán es aún más asombroso. Si el Girona termina segundo, se rompería una racha iniciada en 1942 en la que el Barça siempre ha sido el mejor equipo catalán en la clasificación de Primera. Hay quien intenta quitar mérito al éxito gerundense haciendo hincapié en que los accionistas no son gerundenses y en el apoyo del City Group. No lo negaremos, pero el mismo fin de semana que el Girona conseguía clasificarse para la Champions, el Troyes francés, también propiedad del club inglés, descendía a Tercera.

Tener buenos accionistas y aliados no te asegura el éxito. Mirad el Valencia de Peter Lim, el Almería de los saudíes o el Granada. En el Troyes, el grupo City no ha encontrado la forma de hacer funcionar el club. En Girona sí lo ha conseguido, apostando por gente talentosa como Quique Cárcel, el director deportivo, o Ignasi Mas-Bagà, el CEO. Ya puedes tener dinero, que si no aciertas a las personas, no ganas. Y precisamente esto es lo que más duele en perspectiva barcelonista: el Girona se ha convertido en un espejo donde el Barça se mira. Y lo que ve no le gusta. Se ve un rey desnudo, un club que, aunque tenga deudas, tiene un gran potencial, pero funciona a golpes de timón radicales, sin estabilidad emocional. Un club volcánico, que pasa de la euforia al dramatismo con demasiada facilidad.

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El éxito del Girona duele en Can Barça, ya que le demuestra que se podrían hacer las cosas distintas. Y no hablamos del modelo de propiedad, que sería un debate diferente en el que hay que defender lo que hace auténtico al club. Si miras a las personas clave en el éxito del Girona, te das cuenta de que podrían haber acabado en el Barça perfectamente. Cárcel es barcelonés y pasó por La Masia, jugando en el juvenil o el Barça C. Y su secretario técnico, Ivan Hammouch, es badalonés y también se formó en La Masia. Mas-Bagà también es barcelonés. Figuras clave del Girona son el presidente del consejo de administración, Pere Guardiola, hermano de Pep, o Ferran Soriano, otro barcelonés que ya estuvo en el Barça. El director de comunicación y del área social es David Torras, barcelonés que fue periodista muchos años en El Periódico siguiendo al Barça. En el área comercial se encuentra Aran Navarro; en el área de finanzas, Albert Sebastià, también barceloneses.

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El Girona ha atraído talento que pudo estar en el Barça en otro contexto. En el Barça, Laporta manda rodeado de sus amigos, con un estilo muy distinto. Puede gustar más o menos. Y nadie puede dudar de que Laporta se juega el prestigio y fue valiente queriendo volver al club. Pero miras cómo se gestiona un club, con seny, y cómo se gestiona el otro, con rauxa, y te das cuenta de que la comparación duele.