La fe del Barça de Hansi Flick es inquebrantable
Las rotaciones no detienen a un conjunto azulgrana que golea al Villarreal (1-5) pero pierde a Ter Stegen por toda la temporada
BarcelonaHansi Flick da pasos de gigante para ser canonizado como santo del barcelonismo. Seis partidos en la Liga y seis triunfos. El Villarreal, que recibía a los azulgranas con la condición de imbatido, encajó la primera derrota ante un Barça que se contagia a la fe inquebrantable de su entrenador (1-5). El técnico tendría una larga lista de motivos para enrocarse en las excusas o para llorar las desgracias, como el gafe con las lesiones: Ter Stegen es la novena cara que se suma a la ya poblada enfermería azulgrana. Pero Flick, metódico y pragmático, trabaja y trabaja, sin hacer mucho ruido, y obra milagros que hace sólo algunos meses parecían impensables. El último: golear a uno de los conjuntos más en forma del campeonato en un estadio de la Cerámica lleno a rebosar. Y, además, un equipo con hasta tres rotaciones iniciales de jugadores con poquísimos minutos en la Liga, como Pablo Torre, y futbolistas que en circunstancias normales deberían jugar en el filial, como Sergi Domínguez y Gerard Martín.
La victoria ante el Villarreal confirma que, pese a las carencias evidentes de una plantilla castigada por las lesiones y rellena de chavales de la cantera, la derrota en Mónaco fue sólo un accidente y estuvo condicionada por la expulsión de Eric. En Villarreal, el futbolista de Martorell empezó la redención. Jugó todo el partido y sirvió la asistencia del 0-2, obra de un Robert Lewandowski que, de no sumar un hat-trick fue porque Diego Conde se lo impidió, primero, y porque desperdició un penalti después.
El ariete abrió la lata en el minuto 20, gracias a un pase delicioso entre líneas de Pablo Torre, que demostró que, si bien físicamente aún tiene que comer más sopas, calidad con el balón no le falta. A Flick no le tembló el pulso a la hora de confiar por primera vez como titular y el cántabro, al que ni Xavi ni Míchel -durante la cesión al Girona- acabaron de creerse, respondió con credenciales.
Dobletes de Lewandowski y Raphinha
Con las dos dianas de Lewandowski en la primera mitad, el Barça conseguía domesticar pero sólo momentáneamente un Villarreal muy animado con los pases filtrados del talentoso Álex Baena. Pino también había firmado una obra de arte, pero fuera de juego. Baena, uno de los futbolistas que encadenó la Eurocopa y los Juegos, no se cansaba de buscar la movilidad de Pepé, delantero para el que el Arsenal llegó a pagar 80 millones por ficharle hace algunos años. Así, el conjunto local acortó distancias, con Baena detectando la carrera de Pepé y éste, generoso, cediendo el balón a Ayoze.
El partido tenía un ritmo altísimo. Era un intercambio de golpes en el que ni locales ni visitantes se encogían. Una mano de Conde casi sobre la línea impidió a Lewandowski hacer un nuevo tanto y, justo antes del descanso, Ter Stegen se hizo gigante ante Pepé para detener un mano a mano en un momento crucial. En la jugada siguiente, una mala caída desató la desgracia: gritos de dolor y una lesión grave en el tendón rotuliano de la pierna derecha (que ya se había operado hace varios años) y que le dejará fuera de combate todo el curso. Iñaki Peña, que no llevaba ni los pantalones de jugar puestos, volvía a disputar un partido oficial después de que lo hiciera por última vez el pasado febrero.
La lesión de Ter Stegen supone un nuevo infortunio grave para un equipo que debe remar duro contra la mala suerte. Pero, en medio de unas circunstancias que se ciernen como una nube negra, el Barça de Flick no quiere dejar de ver el sol a base de goles. Tras el descanso, el alemán no dejó que el pesimismo se adueñara de su conjunto y los azulgranas supieron aguantar los intentos del Villarreal al inicio de la segunda mitad. El equipo amarillo poco podía imaginarse entonces que acabaría siendo goleado por un Barça que suma 22 goles en sólo seis partidos de Liga. Pepé vio cómo le anulaban un gol por fuera de juego antes de que el arrebato local fuera aguado por el 1-3 de Torre, que rubricó su actuación con una diana que se envenenó tras chocar con un defensor.
Pese al intento de reacción de Barry, con el tercer gol anulado por fuera de juego de los locales, el Barça volvería a enseñar los dientes y Lewandowski tuvo la oportunidad de un penalti provocado por un insistente Lamine Yamal que el polaco envió a la madera. Pero eso no cambió el signo del partido, porque el hambre del mejor Raphinha que se acuerda desde que viste la camiseta azulgrana acabaría de castigar al Villarreal con dos goles -el segundo gracias a una brillante asistencia de Lamine Yamal- firmados con el brazalete de capitán en el brazo.
Villarreal 1-5 Barça
- Villarreal: Diego Conde; Femenía, Bailly, Costa, Cardona; Baena (Akhomach, 78'), Comesaña (Terrados, 78'), Parejo (Pape Gueye, 70), Pino (Barry, 62); Pepé (Denis Suárez, 78') y Ayoze
- Barça: Ter Stegen (Iñaki Peña, 45'+3'); Kounde, Sergi Domínguez (Cubarsí, 59'), Iñigo Martínez (Héctor Fort, 81'), Gerard Martín; Torre (Pau Víctor, 59'), Eric Garcia, Pedri (Casado, 59'); Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha
- Goles: 0-1 Lewandowski (20'), 0-2 Lewandowski (35'), 1-2 Ayoze (38'), 1-3 Pablo Torre (58'), 1-4 Raphinha 1-4 y 1-5 Raphinha (83')
- Árbitro: Busquets Ferrer (Comité Balear)
- Tarjetas amarillas: Parejo (2'), Baena (52'), Bailly (66'), Pau Víctpr (82) y Ayoze (85'), Cardona (88') y Akhomach (90')
- Tarjetas rojas: ninguna
- Estadio: La Cerámica, 22.048 espectadores