A Flick le da absolutamente igual el ruido en las redes: los apuntes en caliente del Barça-Brest

BarcelonaVictoria justa y convincente del Barça ante el Brest en la Champions (3-0). Lewandowski, en dos ocasiones, y Dani Olmo, después de una gran maniobra, aclararon el equipo bretón en un Montjuïc más silencioso que de costumbre. A continuación, unos apuntes en caliente.

Una victoria para ir tranquilos. El día que Lewandowski inauguró la centena goleadora en la Champions, algo que solo ha estado al alcance de Messi y Cristiano Ronaldo, el Barça sumó un triunfo más importante de lo que parece. Dejando a un lado que visitaba Montjuïc la revelación de la Champions, los tres puntos desvanecieron parte de las dudas posteriores a la derrota en San Sebastián y al empate en Vigo. Pero esta victoria sobre todo sirve para reafirmar la trayectoria del conjunto azulgrana en este nuevo formato de competición, mucho más exigente que el anterior (que se lo pregunten al Madrid de la Superliga, si no). Queda presión en los viajes a Dortmund y Benfica que se divisan en el horizonte.

Gran gesto de entrenador. En un Barça con una plantilla muy corta y joven, futbolistas que hasta hace poco corrían por los campos de Primera RFEF asumen grandes responsabilidades en partidos de primer nivel. Es el caso de Gerard Martín, reserva de Balde. A diferencia de los prodigiosos Lamine Yamal y Cubarsí y del académico Casadó, este chico de Esplugues no entra precisamente por los ojos (es sobrio en defensa y pragmático en ataque). Por eso hay impacientes que le han señalado tras el empate en Balaídos. Ajeno a todo el runrún, y ante una nueva ausencia de Balde, Flick le volvió a hacer titular ante el Brest. Brillante gestión por parte del alemán. Sabe que los arrebatos de desconfianza pueden matar la progresión de los más jóvenes. Ruido? ¿Qué ruido?

Si Lamine Yamal es medio Barça... Casi el otro medio es Pedri. En términos de imaginación y talento para generar juego ofensivo, el mataronense y el canario son imprescindibles. En el tercer partido consecutivo sin Lamine, el impacto del repertorio de Pedri ante el Brest fue estupendo. El centrocampista fue una garantía en la construcción desde la base, dominando los tempos como si en vez de 22 tuviera 32; neutralizó con colmillo y criterio cualquier emboscada rival y mandó la varita mágica para habilitar a Lewandowski en la jugada del penalti que originó el 1-0. Estamos a finales de noviembre y no, no se lesionó. Con una mano rezaremos para que se mantenga tanta fiabilidad. Con la otra, boquiabiertos, nos secaremos los excedentes de saliva.

No podía saberse. El día que llegaba a Montjuïc un contrincante que había agotado todas las localidades visitantes, el estadio accidental azulgrana se presentó sin grada de animación. La junta de Laporta le había fulminado horas antes, escudándose en 21.000 euros de multas no provocadas por el todo, sino por parte de este grupo de aficionados incondicionales. La negativa del actual gobierno a reunirse con ellos para limar diferencias insinúa que lo que molesta de verdad al presidente es que mostraran disidencia a raíz del vodevil que rodeó la destitución de Xavi. Ante la crítica, varapalo. Y si no tengo suficientes enemigos, me los fabrico. Muy edificante, todo. Esperamos que la sangre no llegue al río y que Montjuïc vuelva a rugir como siempre.