Florentino Pérez, un hombre con poca memoria
BarcelonaOír a Florentino Pérez asegurando que "el caso Negreira es el mayor escándalo de la historia del fútbol" pone de mal humor. Hay que tener poca memoria, mala fe o no saber mucho de fútbol para decir una tontería como esta. En el fútbol mundial se ha enviado a Segunda División a clubs como la Juve o el Milan por delitos deportivos, se ha encontrado a equipos controlados por grupos mafiosos, se ha asesinado a personas y se ha visto cómo dictaduras con las manos manchadas de sangre organizaban torneos y gestionaban clubs como si nada. Dictaduras con las que Florentino hace negocio.
Pero ahora resultará que el mayor escándalo de la historia del fútbol es el caso Negreira. Tenemos abierto un procedimiento en Turquía con más de 100 árbitros involucrados en una red de apuestas, pruebas de que se compraron votos para organizar Mundiales y Benito Mussolini presionando a árbitros en 1934, pero según Pérez este caso es peor. Peor que el caso Di Stéfano, por ejemplo. Es de no creer.
Pérez hace populismo. Cuando dice estas cosas habla a sus socios y aficionados. Le toca hacer ese papel. Es normal que el barcelonismo se enfade y se defienda, y le recuerde al presidente del club blanco que ellos tampoco tienen un currículum libre de pecados. Pero el barcelonismo tampoco puede mirar hacia otro lado y simular que aquí no ha pasado nada. Lo que debería dolerles a los aficionados del Barça es que sus directivas hayan dado munición a Florentino con estos extraños pagos a Negreira y familia.
Si el presidente del Madrid puede alzar la voz es porque hay un caso abierto con unas operaciones que no se entienden, como esos 60.000 euros del 2005 en "regalos de aloe vera". Una cosa es decir que el Barça manipuló la competición comprando árbitros como dice el Madrid sin ninguna prueba clara que nos lo demuestre y otra muy distinta dar por hecho que aquí el club azulgrana ha actuado a la perfección.
Cuesta entender el motivo de estos pagos exagerados por unos supuestos servicios de asesoramiento que los entrenadores del club no recuerdan. Cuesta entender las cifras y especialmente cuesta entender los compañeros de viaje elegidos, poca vista. Hay que saber si aquí alguien ha querido meter la mano en la caja o si se trataba de intercambios de favores entre personas que se conocían desde hacía años. Seamos sinceros. ¿Qué diría el barcelonismo si el Madrid hubiera hecho estos negocios? Es lícito rebelarse contra los ataques de Florentino, pero también debería serlo exigir saber toda la verdad sobre ese caso. Florentino tiene poca memoria, cuando quiere, pero preocupa un poco que muchos testigos del Barça tampoco recuerden nada de este caso.