Polémica arbitral en la Liga

Así funciona el detector de fueras de juego que indigna al barcelonismo

Los Barça perdió en el Reale Arena de San Sebastián tras ver cómo le anulaban un gol

SabadellEl Real Sociedad - Barça supuso la segunda derrota en la Liga del conjunto que entrena Hansi Flick. Sin embargo, al terminar el partido, todo el mundo se preguntaba lo mismo: ¿estaba bien anulado el gol de Robert Lewandowski por fuera de juego? De quién era el pie que estaba más adelantado, del delantero polaco o del defensa txuri urdin? Las imágenes que ofreció la tecnología del fuera de juego semiautomático eran confusas y alimentaron la polémica.

El SAOT, la tecnología semiautomatizada para detectar el fuera de juego (semi-automated offside technology), es una herramienta que se diseñó para ayudar al VAR a determinar si un futbolista debía ser sancionado por estar en posición ilegal. Su funcionamiento es bastante complejo: tiene 12 cámaras instaladas en la cubierta del estadio que captan los movimientos de la pelota y 29 puntos de datos de cada jugador, que incluyen la cabeza, los brazos, el tronco, las piernas y especialmente los pies, dónde incluso se detecta la punta de la bota. Todos estos datos se envían con una frecuencia altísima (50 veces por segundo) para identificar la posición exacta del jugador sobre el terreno de juego. Tanta información se pretende que se traduzca en confiabilidad.

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La pelota también es un elemento decisivo porque determina el momento exacto en el que un jugador hace el último pase en dirección a un compañero suyo gracias al chip que tiene instalado en su núcleo. Se utiliza un sistema llamado unidad de medida inercial (IMU), que permite enviar 500 datos por segundo a la sala VOR. Este sensor envía un aviso automático cada vez que un delantero recibe la pelota en posición avanzada y es entonces cuando entra en juego el árbitro de VAR. El colegiado encargado del videoarbitraje debe comprobar que la tecnología ha resuelto la jugada de forma acertada, poniendo especial énfasis en la verificación del momento exacto en que el balón sale de los pies del jugador asistente.

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Una vez que está la resolución definitiva de la jugada, sea fuera de juego o no, se aprovechan los datos de los jugadores que ha extraído la máquina para generar una animación en tres dimensiones que detalla con mucha precisión la posición del defensa y la del delantero. Una imagen muy potente a nivel estético que permite conocer con exactitud qué parte del cuerpo está más avanzada para justificar la decisión arbitral. El problema de esta representación es que hay pocas similitudes con el retrato real y esto le resta credibilidad. En el caso del fuera de juego de Lewandowski, la recreación virtual muestra la punta de la bota más adelantada, que es lo que invalidó la jugada, algo que no se percibe con la secuencia real.

La explicación de esta diferencia es que las imágenes del fuera de juego semiautomático se construyen de acuerdo con el paquete de datos que se tienen de cada jugador y se limitan a mostrar las partes del cuerpo que han sido decisivas para resolver la jugada, pero no ofrecen un diseño a nivel real. Por tanto, podemos observar cómo las siluetas que simulan a los futbolistas tienen los brazos en dirección opuesta u otras partes del cuerpo ubicadas de manera errónea, algo que resta credibilidad a la decisión.

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¿El árbitro de VAR puede cambiar la decisión de la tecnología?

El colegiado encargado del videoarbitraje tiene la responsabilidad de legitimar la decisión de la tecnología de gol. Sin embargo, si considera que el SAOT ha cometido un error, debe asumir el control de la situación y trazar las líneas con las herramientas disponibles. Aunque el reglamento deja abierta esta posibilidad, en la práctica el hombre del VAR no ejecuta ninguna tarea específica y pone la decisión en manos del sistema, puesto que la probabilidad de que falle es muy baja. En cambio, el árbitro del VAR sí tiene peso a la hora de valorar las fuerzas de juego posicionales que pueden tener incidencia en la resolución de una jugada.

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"¿Qué puedo hacer? ¿Por qué deberíamos inventarlo?", razonó Guillermo Cuadra Fernández, el árbitro de campo del duelo de este domingo, en respuesta a las quejas de un Flick que se va indignar con la decisión arbitral. El técnico alemán lamentó el "error", pero también admitió que su equipo no había generado ocasiones de gol para ganar en San Sebastián. Por tanto, no se escudó en la polémica para justificar la segunda derrota de su equipo en la Liga. Sea como fuere, el Barça puede pedir las imágenes a la RFEF si tiene dudas sobre la resolución de la tecnología del fuera de juego semiautomático. Cuando existe este tipo de peticiones, el Comité Técnico de Árbitros invita a un representante del club implicado en Las Rozas para ofrecerle el material audiovisual que considere oportuno para justificar la decisión adoptada por los colegiados.