Las hostilidades detrás del fichaje de Nico Williams
El fichaje de la estrella del conjunto vasco, exigente con las garantías del 'fair play', ha llevado al límite las relaciones entre el Barça y el Athletic
BarcelonaCorría el año 2012 cuando el Barça de Pep Guardiola acababa de derrotar –de nuevo– al Athletic Club en una final de Copa. Calderón. Entonces también era común cierto hermanamiento entre las dos aficiones para silbar el himno español. Sin embargo, fue en la que la rivalidad deportiva entre vascos y catalanes fue calando: entre el 2009 y el 2021 los derrotó en cuatro finales de la Copa2. anécdota.
Dentro de este periodo hubo otros episodios que alimentaron la enemistad entre las dos aficiones y, por extensión, entre los representantes en el palco. su visita a San Mamés, pero los seguidores locales se ensañaron con el manchego porque consideraron que había exagerado en una dura entrada de Fernando Amorebieta, que fue expulsado. 1983.
El inicio de las hostilidades extradeportivas entre el Barça y el Athletic
El estropicio institucional hay que buscarlo en las temporadas más recientes. Concretamente, en el estallido del caso Negreira, caldo de cultivo previo a las hostilidades con el asunto relacionado con el fichaje de Nico Williams. verano), en el 2023 ya empezó el distanciamiento entre Jon Uriarte y Joan Laporta. "mafia".
En las gradas se sintieron cánticos que pedían el descenso administrativo del conjunto catalán en Segunda División y en referencia a los pagos reiterados a Negreira, un caso que hoy en día todavía está pendiente de resolverse ante la justicia. se acentuaría con el intento azulgrana de fichar a Nico, que no escondía su sintonía con Lamine Yamal y otras azulgranas durante la disputa de la Eurocopa del verano del 2024. Pocos días antes de la final, Uriarte denunció "la presión pública" a la que se estaba sometiendo acusar a la Federación Española de Fútbol de "no saberlo proteger".
Entre la presión del Athletic, que mejoró los emolumentos económicos de Nico y le entregó el dorsal 10, y la falta de garantías en cuanto a su inscripción, el extremo se cansó de esperar al Barça. Esto hirió a Laporta, que acabaría fichando a Dani Olmo. El terrasense pudo ser registrado en la Liga gracias a una lesión de larga duración de Christensen, primero, ya una sentencia del CSD en enero, que el presidente del Athletic también criticó. En el inicio del pasado curso Uriarte no acudió al enfrentamiento en Montjuïc, excusándose de que debía estar en el Aste Nagusia, las fiestas populares más reconocidas de Bilbao. Nico fue silbado en Barcelona.
El fichaje de Nico Williams sigue atascado
Se ha vuelto a dar la vuelta a la tortilla y ha sido el propio futbolista, mediante su agente Félix Tainta, quien ha reactivado el interés por aterrizar en Barcelona. Pero la operación sigue encallada a la espera de las garantías sobre su inscripción porque el Barça sigue con el fair play excedido. Por el camino, Uriarte se ha reunido con Javier Tebas para fiscalizar la economía azulgrana, mientras que Laporta ya le había invitado antes a "preocuparse de sus asuntos".
El Athletic le replicó mediante un comunicado en el que hacía pública esta reunión: "Nico tiene contrato hasta el 30 de junio del 2027. Ocuparnos de nuestros asuntos es velar por que las reglas se cumplan". Laporta contestó diciendo que el Barça tiene el dinero para pagar la cláusula y que no "tienen nada que esconder" en relación con la economía del club. El último en levantar la voz ha sido el vicepresidente Rafa Yuste: "Espero que Jon Uriarte reflexione y la situación se normalice. El Bilbao está haciendo una presión sentimental que no puede dar ningún tipo de felicidad a sus socios y debería destensarla".