Lamine Yamal hereda el 10 de Messi cogido de la mano de la abuela Fátima

BarcelonaCambio de guardia en la historia del Barça. Después de más de una década en la que el dorsal 10 fue propiedad de un tal Leo Messi, ahora ya es oficialmente de Lamine Yamal. Atrás queda el estéril impasse en el que le ha llevado Ansu Fati. En una semana en la que la joven estrella azulgrana vive rodeada de polémica por su fiesta de cumpleaños de los dieciocho años y después de un acto privado celebrado en las oficinas del club, el joven talento del barrio de Rocafonda ya es, a todas luces, el nuevo icono azulgrana. Ha firmado un contrato de estrella a razón de un sueldo de quince millones por temporada y vestirá un dorsal icónico del que el club lleva semanas comercializando camisetas pese a que el anuncio no se ha hecho oficial hasta este mismo miércoles. El acuerdo de renovación se dejó sellado el 27 de mayo, pero la firma definitiva le ha estampado esta tarde: Lamine Yamal es azulgrana hasta el 2031.

El acto ha contado con la presencia de buena parte de su familia, tanto materna como paterna, así como de sus dos fieles escuderos –su primo Mohamed Abde y su mejor amigo de la infancia, Souhaib– y, también, de una figura primordial para entender la historia vital del nuevo y flamante 10 del Barça: el abuela Fá Es la abuela paterna del futbolista prodigio. Sigue viviendo en Rocafonda, pero vuelve a menudo a Kasr al-Kabir, una ciudad del norte de Marruecos. Fátima, que ahora tiene 71 años (sabe que nació en 1954, pero no qué día), pasó una infancia difícil. Su madre murió cuando ella tenía seis meses y la criaron su padre, el abuelo materno y la mujer de su tío. Su padre era militar en España y tenía a varias mujeres. Cuando él se marchaba, Fátima tenía que convivir con ellas y sufría. Con doce años, le obligaron a casarse, pero el matrimonio sólo duró cinco días.

Nunca ha podido estudiar porque tenía que cuidar a su hermano y sus sobrinos. Más tarde, volvió a casarse, pero su marido murió joven. En Marruecos trabajó cuidando cabras, en una sauna masajeando a mujeres, en una fábrica y vendiendo verduras. En Catalunya empezó limpiando casas sin papeles y después trabajó, ya legalmente, en residencias de ancianos, donde cuidaba y cocinaba. Tiene seis hijos, entre ellos Abdul y Mounir, el padre de Lamine Yamal. Y tiene 24 nietos. Uno de ellos el joven talento azulgrana, al que ha visto este miércoles encaramado como el nuevo icono planetario de un gigante del mundo del fútbol como el Barça. Por su parte, su madre, Sheila, le crió en Granollers mientras ella trabajaba en un establecimiento decomida rápiday donde un pequeñito Lamine Yamal empezó a jugar en el CF la Torreta, un humilde club de barrio del que no podía pagar las cuotas al principio. Kubala trabajaba con Sheila y fue quien le comentó la posibilidad de apuntarle al club del que él era coordinador. Ahora también mira con orgullo, desde la distancia, como "aquel niño tan pequeño de pelo rizado" es el nuevo dorsal 10 azulgrana.

Lamine Yamal: "¿Un reto? Ganar la Champions"

Tras sellar su nuevo contrato, Lamine Yamal se ha fotografiado con su nueva camiseta con el flamante dorsal 10 y ha hecho unas primeras declaraciones. "Es un sueño desde pequeño. Estamos muy contentos. Mi familia y yo. Quiero ganar, disfrutar y seguir creciendo en este club. Para mí el Barça es mi vida. Llevo desde los siete años aquí. Estoy cumpliendo el sueño de todos los niños de La Masia. Tengo ganas de jugar en el nuevo Camp Nou esta temporada. Ganaremos seguro". Posteriormente, ha atendido brevemente a la prensa. "No tengo presión", ha dicho sobre el hecho de heredar el dorsal 10. "Renovar con el Barça hasta el 2031 es el inicio de un camino muy largo. ¡Quiero disfrutar como el año pasado, más que el año pasado! ¡Quiero hacer feliz a la afición", ha añadido. Preguntado por un reto para la próxima temporada, Lamine Yamal ha sido claro: "Ganar la Champions".

Respecto a las críticas que ha recibido por su fiesta de celebración de los dieciocho años –en que el gobierno estatal ha instado a la Fiscalía a investigar si Lamine Yamal contrató a personas con enanismo para su cumpleaños–, el tema ha pasado de puntillas por el acto –el turno de preguntas ha sido reducido– y el futbolista se ha limitado a decir: "Yo soy trabajador del Barça, pero cuando salgo de la Ciudad Deportiva, disfruto de mi vida privada".