Madrid después del clásico: "Desde que la selección española se ha barcelonizado, no la sigo"

Madrid"Lamine Yamal debe comer muchas más sopas y aprender de un veterano como Dani Carvajal. Carvajal le hizo un favor", decía Javier, de 51 años y socio del Real Madrid desde los diez. Hace un corte al sol sentado en una de las terrazas del barrio de Arganzuela, en Madrid. Lee el Marca contento mientras atiende al ARA y solo lamenta que el conjunto blanco no marcara más goles en el Barça. No acudió al estadio porque cedió el abono a su sobrino, pero cree que seguramente habría silbado a Lamine Yamal en algún momento. Esa fue la tónica en el Bernabéu cada vez que el dorsal 10 azulgrana, que tuvo un partido discreto por una pubalgia que le condiciona, tocaba el balón. Lamine Yamal se ha convertido en el enemigo número uno del madridismo.

Sus palabras en un programa de la Kings League, competición en la que preside un equipo y que, con un tono irónico, dijo que el Madrid suele disfrutar de favores arbitrales, le persiguieron durante todo el partido. Al final del duelo, Carvajal, Courtois, y Vinícius le persiguieron. Él respondió a las provocaciones citándolos dentro del vestuario. Ejerciendo de capitán, Frenkie de Jong expondría en la zona mixta del Bernabéu que Carvajal, capitán del Real Madrid y de la selección española, pudo pedir explicaciones a Lamine Yamal en unas circunstancias más profesionales. El madridista Tchouaméni habló abiertamente y no lo hizo para atacar al extremo de Rocafonda, todo lo contrario. Vino a decir que a él le gusta que los jugadores digan cosas así.

Carvajal, en un afán de populismo, fue a buscar bronca al final del clásico, cuando su equipo ya tenía el triunfo en el zurrón y frente a su afición. Los hinchas blancos estaban enrabietados con Lamine Yamal, que la noche antes del duelo había compartido una imagen en su Instagram recordando el gol que había marcado la pasada temporada en el Bernabéu. Si De Jong también hizo mención al hecho de que Carvajal podría haber encontrado otra forma de intercambiar opiniones es porque ambos son compañeros de vestuario en la selección española. Los seguidores del Real Madrid deben tragar, a solo unos meses del Mundial, a que la principal estrella de la selección española sea del Barça.

"No me motiva especialmente la selección, pero voy a seguir el Mundial. Son cosas diferentes. Si Lamine Yamal marca un gol en la final del Mundial lo celebraré como celebré el gol de Iniesta en la final del 2010", remacha Javier. No opina lo mismo Marcelo, también aficionado del Real Madrid, jubilado y que disfruta de un café con leche mientras comenta el partido con su mujer y una pareja de amigos, que prefieren no opinar. En cambio, Marcelo no tiene pelos en la lengua a la hora de decir que "desde que se ha barcelonizado"ya no sigue la selección española. "No quiero saber nada", asegura. No acudió al estadio porque dice que se pone "muy nervioso en este tipo de partidos" pero considera que las palabras de Lamine Yamal en las que acusaba al Madrid de tener trato de favor con los árbitros "son una falta de respeto para los compañeros": "Es muy joven y" opina. Marcelo no tiene suficiente: "Lo que ha pasado es que ha tenido un maestro que es un garbanzo negro, muy negro: Gerard Piqué!"

Pese a su desacuerdo con Lamine Yamal y su animadversión hacia el Barça, también considera que Vinícius y Carvajal se equivocaron. "Vinícius debe centrarse en jugar y en hacer caso al entrenador. Y lo que hizo Carvajal tampoco está bien, no deja en buen lugar la imagen del Madrid". En el mismo sentido se expresan Lorenzo y María, en la terraza cubierta del mismo bar de la calle Ferrocarril, pero en otra mesa. "Vimos el partido en casa, después de comer, con la familia. No nos gustan las tanganas. No está bien, el fútbol es deporte y tiene que haber rivalidad entre Barça y Madrid, pero no así", expresa Lorenzo, haciendo que no con la cabeza y sin perder una sonrisa amable.

Durante el partido, Vinícius y Lamine Yamal se buscaron. El brasileño le dijo, burlón, que sólo hacía pases hacia atrás. Vinícius, que al ser cambiado cogió un cabreo de campeonato y se fue directamente al vestuario tras plantar a Xabi Alonso y verbalizar "Me voy, me voy de este club", volvió al banquillo para los minutos finales del partido. Acabó encarado con los suplentes del Barça reclamando la roja a Pedri y no dudó en participar de la tangana final. Lo primero que encendió la llama fue Carvajal.

Como en la época de Pep Guardiola y Mourinho, han devuelto las tanganas al clásico y la tensión. Del "puto dueño" de Guardiola en referencia a Mourinho en el "Madrid ropa" de Lamine Yamal. Entonces la selección española estaba plagada de jugadores de ambos equipos, ahora ganan los azulgranas en un combinado en el que el 10 azulgrana es la estrella y Carvajal un veterano cada vez más caduco.