BarcelonaSe ha publicado un libro sobre el Barça que explica mejor la historia del poder en Cataluña durante el siglo XX que muchos libros sobre el poder de la Cataluña del siglo XX. El autor se refugia tras un seudónimo, Roger Vinton, aunque cada vez más personas del entorno azulgrana conocen su nombre real, que no coincide con el de ninguna estrella mediática. La mayor parte de la masa social culer (un término relevante en este reportaje) podría encontrárselo por la calle y su rostro no le resultaría familiar.
Pues bien, Roger Vinton ha intentado hacer algo atrevido: relatar la historia del Barça como si anteriormente no lo hubiera hecho nadie. El resultado lo ha plasmado en el libro La telaraña azulgrana (Península). El trabajo ha puesto sobre la mesa algunas tesis nuevas y ha dudado de otras que se daban por certificadas. Entre las nuevas hay dos que llaman especialmente la atención porque tocan símbolos del club.
La primera es que el Barça, según Vinton, podría haber escogido los colores azul y grana inspirándose en la masonería. "Hace referencia al peso de Émile Gaissert[empresario suizo y familiar de Gamper que le ayudó a encontrar trabajo cuando llegó a Barcelona] dentro de la organización, como protector de algunos de los primeros elementos del club y como probable financiador de la entidad", escribe Vinton en el libro. Y sigue: "Su pertenencia [de Gaissert] a la masonería permite establecer un vínculo entre esta asociación fraternal y los colores barcelonistas. […] Según algunas fuentes, el origen de los colores proviene del grado Royal Arch de la francmasonería".
La posible relación con la masonería
El ARA se ha puesto en contacto con Vinton para averiguar cuáles son las fuentes que ha consultado para llegar a estas conclusiones. "La relación entre los orígenes del Barça y los masones hace tiempo que se comenta entre historiadores", dice Vinton. "En mi caso, entre otras acciones, me fui a ver a un masón importante que pertenece a una logia inglesa y que vive en Barcelona. Me explicó que la certificación de esta tesis podría encontrarse en documentos custodiados por los masones, pero que son de muy difícil consulta porque raramente dan permiso para acceder a estos archivos", sigue explicando.
Vinton casi descarta la teoría más difundida, la de que Joan Gamper se inspiró en los colores del Basilea suizo, uno de los equipos en los que había militado antes de fundar el Barça. El autor no apoya esta tesis porque Gamper se marchó muy enfadado del Basilea (que viste de azul y rojo, no de azulgrana), hasta el punto de que posteriormente fundó el Zurich, que vestía de blanco. "En las otras teorías encuentro puntos débiles. En la de la masonería, no", dice.
"No hay ningún documento conocido que certifique la relación entre los colores azul y grana del Barça y la masonería", admite a este diario Josep Brunet, miembro del patronato de la Biblioteca Pública Arús de Barcelona, especializada en la masonería. "Pero en el acta de la segunda reunión de la junta directiva del Barça se explica que el club llevará los colores azul y grana sin dar ninguna justificación. Es muy típico de la masonería no dejar nada por escrito", informa Brunet.
Mientras muestra al fotógrafo y al periodista un mandil y una banda de la Royal Arch con los colores azulgranas, Brunet expone una teoría de la que se ha hablado entre la masonería: la posibilidad de que Gamper hubiera recibido una carta de la Gran Logia Unida de Inglaterra en la que le encomendaban la tarea de participar en la popularización del fútbol montando un equipo en Barcelona. ¿Pero por qué la masonería tenía interés en popularizar el fútbol? "Las malas lenguas dicen que el fútbol lo inventaron los masones", responde Brunet. "La Freemason's Tavern, la taberna de Londres donde en 1863 se fundó la Asociación Inglesa de Fútbol, era masona. Entonces, la masonería consideraba el rugby un deporte muy violento", sigue explicando.
La anécdota con Joan Gaspart
El ARA también ha preguntado sobre el motivo de los colores azul y grana a fuentes oficiales del Barça y divergen de la tesis de Vinton y otros estudiosos: "El 13 de diciembre de 1899, fecha de la segunda reunión de la junta directiva del FC Barcelona, Arthur Witty [fue presidente y jugador del Barça] propuso a Joan Gamper que los colores de la camiseta del Barça fueran el azul y el grana. Todo parece indicar que Witty eligió estos colores basándose en el equipo de rugby del colegio inglés Merchant Taylors de Liverpool, donde había jugado durante los años 1893 y 1894. Gamper no puso ningún problema a tal combinación cromática, sobre todo porque coincidía con los colores del Basilea, uno de los equipos de fútbol donde había jugado –aunque muy esporádicamente– antes de instalarse en Barcelona".
La respuesta no sorprende a Brunet: "El Barça nunca ha querido tomar en consideración la teoría de la masonería". No es un gran aficionado al fútbol, pero una vez, en época de Joan Gaspart, el club azulgrana le invitó a presenciar un partido en el palco del Camp Nou. "Yo dije que llevaría la banda (similar a una bufanda) de la Royal Arch y me contestaron que no podía ser por dos motivos: porque en el palco no estaba permitida ningún tipo de indumentaria y porque Gaspart se enfadaría mucho si le informaban del significado de la prenda", recuerda Brunet.
'Culer', un insulto homófobo de las aficiones rivales
Una segunda tesis llamativa del libro de Vinton es que el término culer con el que se llama a los seguidores del Barça no tiene nada que ver con que en el campo de la calle Industria a los aficionados les quedara el culo fuera del muro del estadio. De hecho, asegura que tras rebuscar en los archivos solamente ha encontrado una fotografía que plasme esta imagen, un motivo que considera suficiente para empezar a dudar y que se suma al de que en esta icónica fotografía no habría elementos suficientes que demostraran que se trata del campo de la calle Industria.
"Si ya en el periodo 1909-1922 a los barcelonistas se les llamaba con este apelativo, ¿por qué nunca sale esta palabra en la prensa escrita de la época?", pregunta Vinton en el libro. "Para encontrar su primera aparición en un medio escrito hay que viajar –aunque parezca increíble– hasta los años setenta del siglo XX", asegura. Así, llega a una posible explicación: "Qué quería decir antiguamente culer? Quien quiera consultar el diccionario Alcover-Moll (no el del Institut d'Estudis Catalans, tamizado por la corrección política) encontrará que culer significa sodomita".
Si la tesis fuera cierta, se trataría de un insulto de carácter homófobo que utilizaban las aficiones rivales para nombrar a los aficionados barcelonistas. En este caso, las fuentes oficiales del Barça coinciden a medias con Vinton: "La palabra culers tiene su origen en el antiguo campo de la calle Industria (1909-1922). La visión desde el exterior solamente apreciaba una tapia sobre la que sobresalían, alineados, los traseros de los aficionados sentados en la última fila. Resulta fácil deducir que, al principio, la palabra culer tenía una connotación peyorativa que ha ido perdiendo con el paso del tiempo".