Ocultar a Dani Alves no es la solución: hay que hablar de su caso

BarcelonaDani Alves parece que ya no es una leyenda del Barça. En las últimas horas se ha generado cierto revuelo, ya que parecía que su nombre ya no aparecía en la sección de jugadores legendarios del club en la web oficial. Pero no, todavía está, ya que no deja de ser una sección sobre jugadores que lo hicieron bien dentro del terreno de juego. ¿Borrarlo habría sido una solución? Hubiera sido una forma de desmarcarse de un criminal, cierto. De un violador. Ahora bien, como futbolista fue legendario, no podemos negarlo. Lo ganó todo, dejó un buen recuerdo sobre el césped.

Es el eterno debate sobre separar al autor de su obra. Ocurre con cineastas, escritores... Y ocurre con futbolistas. U otros deportistas. ¿Recordáis el caso de Iñaki Urdangarin? Si recordamos todo lo que hizo vestido de corto en el Palau Blaugrana, nadie puede dudar de que fue una leyenda. Si vemos todo lo que hizo después, su camiseta no merece ser expuesta con orgullo. En un club con más de 100 años de vida como es el Barça, si nos ponemos a mirar todo lo que hicieron retirados algunos deportistas o directivos, nos quedaría una buena galería de crápulas. No es un problema del Barça, ¿eh? Ocurre en todos los clubs. Ocurre en toda la sociedad. No seamos simples con la tontería esta de menospreciar el deporte, que tenemos casos de abusadores, violadores y ladrones en el mundo de la cultura, también. Es un problema de toda la sociedad.

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¿Qué hacer cuando alguien que en su ámbito laboral dejó un buen recuerdo resulta ser un criminal? ¿Hay que borrar el nombre de presidentes y directivos del Barça que después resultó que cometieron delitos? ¿Es necesario borrar el nombre de un jugador legendario como Paulino Alcantara por ser franquista y haber entrado en Barcelona con los nacionales levantando el brazo a la romana?

No creo que borrar su nombre o esconderlo sirva de nada. Creo que de Alves hace falta que se hable mucho. Y es necesario aprovechar precisamente el altavoz de su carrera para hablar con los más jóvenes. Ahora que muchos chicos parecen tentados de recuperar discursos machistas y violentos, es bueno que todo el mundo vea cómo acaba un hombre que se creía por encima del bien y del mal. Que creía que podía hacer lo que quería con una chica y después comprar su silencio. Mantener el nombre de Alves en la web no es un problema. Lo que quizás sería necesario es cambiar el contenido del texto para recordar cómo ha terminado. O que el club, activamente, utilice su ejemplo para ser pedagógico con los jóvenes. Y lo que habrá que vigilar será que, una vez regrese a la calle, no reciba homenajes como un héroe, como si nada. Hay que hablar de gente como Alves y que sirva de ejemplo, que ya hemos visto cómo gente como Plácido Domingo vuelve a llenar teatros como si nada hubiera pasado.