BarcelonaDos mujeres de unos cincuenta años salen de hacer pilates en un local moderno. La petan ante una inmobiliaria en la que se anuncian segundas residencias caras. Estamos en lo alto de la ciudad, en Sant Gervasi, entre las calles Reina Victoria y Vallmajor. Aquí se jugó el primer partido de la historia del Barça y se marcó el primer gol hace 125 años. No queda nada del viejo recinto deportivo, derribado hace más de un siglo para hacer crecer el barrio justo por encima del Turó Parc. Cuando por primera vez el Barça jugó un partido, esta zona estaba llena de descampados y casitas bajas, un lugar ideal para construir los recintos deportivos que, poco a poco, llenaban la ciudad. Mientras que el club se fundó en Ciutat Vella, en un gimnasio del Raval, el primer partido se celebró en lo alto, en una zona que hacía pocos meses que había pasado a formar parte de la ciudad.
Fue un 8 de diciembre de 1899, hace 125 años, cuando el Barça se estrenó. Bien, entonces nadie utilizaba la palabra Barça, que no aparece documentada hasta 1922. Era el primer partido de aquel Fútbol Club Barcelona fundado apenas unos días antes, aunque todavía no le habían inscrito el registro de sociedades. Fue un debut nada glamuroso, ya que no pudieron ni reunirse once futbolistas. El primer partido lo jugaron diez futbolistas con un balón que daba botes extraños a un pedregal. Mucho, han cambiado las cosas.
Después de la reunión fundacional de los conocidos como doce apóstoles, los primeros socios, se realizaron dos entrenamientos y un partidillo para ponerse en forma en el Velódromo de la Bonanova. Pero el primer partido, contra otro equipo, fue aquel organizado contra unos buenos amigos, todos ellos británicos. La comunidad británica llevaba años destacando por su actitud social en la ciudad, donde durante el siglo XIX habían ido llegando un montón de comerciantes e ingenieros. Con ellos llegaron un montón de deportes nuevos, como la natación, el tenis y, claro, el fútbol. Reunidos en torno a una iglesia metodista, muchos británicos ya habían jugado partidos en 1892 y 1893. en 1893 algunos británicos fundan la Sociedad de Fútbol Barcelona y ofrecen la presidencia al cónsul en la ciudad William Wyndham. Este equipo protagonizaría algunos de los primeros partidos documentados en la ciudad, y fascinarían a muchos catalanes y llamarían la atención de aquellos que ya conocen el fútbol, como el joven Gamper llegado de Suiza.
El escenario del primer partido sería el Velódromo de la Bonanova. Un espacio construido en 1893 para que fuera el primer recinto donde se podía competir en bicicleta, cerca de donde ahora está el Turó Parc. El ferrocarril de Sarrià permitía conectar el centro de la ciudad con esta zona en una época en la que el terreno ni pertenecía a Barcelona: era parte del municipio de Sant Gervasi de Cassoles, que sería anexionado a la capital catalana en 1897. Aquel Velódromo no va hacer fortuna. Pocas bicicletas rodaron y durante unos años pasaría a ser el escenario de algunos de los primeros partidos de fútbol de Barcelona. Aquel 8 de diciembre, un viernes, el Velódromo no reunió ni a setenta personas, todos amigos y familiares de los jugadores. El encuentro empezó a las tres de la tarde y lo jugaron diez futbolistas por banda, con triunfo de los británicos por 0-1. La primera alineación azulgrana sería aquella formada por Urruela, Wild, Lomba, De Ossó, Llobet, López, Gamper, Terrades, Künzli y Schilling, que tenía 47 años y nunca jugaría ningún partido. Es decir, seis españoles, tres suizos y el alemán Schilling.
Los primeros diez jugadores de la historia del Barça
¿Pero quiénes eran aquellos primeros diez jugadores? El guardameta era Juan de Urruela un aristócrata nacido en Guatemala. Se quedaría en Barcelona, donde estudió, después de casarse con la hija de los marqueses de Caldes Montbui, estirpe de la que forma parte la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, bisnieta del primer portero azulgrana. De Urruela, pieza clave en el nacimiento de la Federación Catalana de Tenis, jugaría de portero y recibiría una buena crítica por su debut entre los palos en La Vanguardia, aquel 8 de diciembre: "No puedo terminar sin hacer especial mención de un punto disputadísimo que salvó el “goal-keeper” del “Barcelona Club”, señor Urruela, quien fue saludado con un aplauso por parte de los asistentes, entusiasmados ante la vehemencia con que fue defendida la entrada de la pelota".
José Ramón Macario Lomba de la Pedraja era un cántabro que había llegado junto a su hermano Fermín a Barcelona para estudiar y se enamoraría del fútbol. Los dos hermanos jugarían en diferentes equipos importantes de aquella época, como el FC Català, el Hispania y el Barça. Lomba sería profesor de literatura en las Universidades de Murcia y Oviedo, y especialista en el romanticismo español, especialmente en la obra de Mariano José de Larra. Como jugador tuvo menos logros que como crítico literario.
Walter Gustav Wild, suizo como Gamper, era el primer presidente del club y, de hecho, la primera sede del Barça fue su casa. Gracias a él el club va a encontrar un primer campo, aquel del Hotel Casanovas. Wild se marcharía a vivir a Londres, por lo que durante años se creyó que era británico, y regresó a Barcelona en 1949 con motivo de los cincuenta años de vida de la entidad para recibir un homenaje.
Luis de Ossó era sobrino de Enric de Ossó, el fraile fundador de las Teresianas. Lluís sería el primer secretario del club y de él se explica que durante una reunión de socios demasiado movida, gritó "Esto es una olla!", por lo que el escudo del Barça tendría esta forma. Él fue uno de los cuatro jugadores nacidos en Catalunya ese día, junto con Josep Llobet y Llobet, que jugaría un montón de partidos, y mezclaría el fútbol con la vela, porque fue pieza clave del Club de regatas de Barcelona. Sería farmacéutico y un familiar suyo, alcalde de Lloret de Mar. el segundo presidente del club y pieza clave en el nacimiento de la Federación catalana. Uno de los puntales del Barça junto a Gamper impulsó la construcción de la Casa Terradas, la conocida Casa de las Punxes, para sus hermanas, el famoso edificio modernista del Eixample. vocal de la directiva.
Otto Antinio Künzli también ha sido una figura bastante desconocida y, de hecho, no queda ninguna fotografía. Tenía nacionalidad suiza e italiana, ya que como ha investigado el periodista Xavier Garcia Luque, nació en Turín en 1878. Miembro de una estirpe que se hizo rica vendiendo postales, abriría la rama familiar del negocio en Barcelona, donde jugaría aquel primero partido con Gamper, al que ya había conocido en Suiza.
Y finalmente Eduard Schilling, miembro de una estirpe judía convertida al cristianismo de Alemania, que había llegado a Barcelona proveniente de Eibar, ya que su familia tenía negocios en la industria del armamento, fabricando armas durante las guerras carlistas en el País Vasco. En Barcelona fundaría una armería y se interesaría por los deportes, aunque jugó apenas un partido, porque ya era veterano. Por supuesto, el décimo jugador era Joan Gamper, el más conocido de todos.
Los amigos ingleses que después de unirían al Barça
En ese primer partido, por la comunidad británica jugaron A. Witty, E. Witty, Raindtre, W. Parsons, J. Parsons, Harris, Walker, Morrison, Webb y Fitzmaurice. No conocemos al autor del gol del triunfo, todo y que sabemos que el árbitro era un tal señor Leack. También sabemos que el Barça chutó dos veces a los palos de las porterías, que no tenían red. Era un campo sin áreas y sin banderines de córner, entonces inexistentes, y el césped era más bien un espacio de manchas verdes con algunas piedras de por medio. de blanco, porque era lo más lógico cuando se empezaba, puesto que era el color de la ropa interior que se utilizaba para hacer deporte.
En el equipo británico jugarían futbolistas destinados a ser azulgranas, ya que los miembros del equipo de la Colonia británica se integrarían en el FC Barcelona poco después, durante una reunión el 13 de diciembre en el Gimnasio Solé, el mismo espacio donde había nacido el Barça poco antes. Es decir, ambos equipos rivales el 8 de diciembre se unieron, porque eran amigos. Fue como el segundo nacimiento en pocos días del club, se fusionaron con el equipo británico y decidieron que se vestirían de azulgrana. Sobre la razón de elegir estos colores, los debates siguen. Algunos defienden que Gamper lo propuso porque eran los colores del Basilea, donde había jugado, otros hablan de la equipación de un equipo de rugby Merchant Taylors de Liverpool donde había estudiado uno de los ingleses, Frederic Arthur Witty, presidente del Barça de 1903 a 1905 y portero de los ingleses en el partido del 8 de diciembre.
Uno de esos jugadores que pasó de rival a ser azulgrana sería Ernest Francis Witty, hermano de Arthur. Buen amigo de Joan Gamper, con quien hacía pareja jugando a tenis, fue adversario del Barça aquel 8 de diciembre de 1899, pero marcaría el primer gol de toda la historia del club en el partido jugado contra el FC Català del 24 de diciembre del 1899, victoria por 3-1, y los otros dos goles les haría Gamper. El escenario sería el mismo, ese Velódromo que sería derrocado en 1910, después de años en que fue el hogar del FC Català, el primer gran rival del Barça a inicios de siglo en aquellos primeros años de fútbol barcelonés. La rivalidad con Català fue bien sonada, durante los primeros años. La leyenda dice que los fundadores del Català habían rechazado a Gamper por ser extranjero, y le obligaron, pues, a crear su club, pero lo cierto es que el FC Català sí tenía extranjeros, algunos de ellos escoceses. Si le rechazaron, seguramente, fue porque Gamper era protestante. Y todos los jugadores de Catalán, católicos. Pero ésta ya es otra historia.