Los pecados del 'mejor' árbitro del mundo contra el Barça

BarcelonaSzymon Marciniak se presentaba en Milán con la etiqueta de mejor árbitro del mundo. Con esta etiqueta, se esperaba que Marciniak fuera capaz de domesticar el partido y llevarlo a su terreno, pero el eléctrico Inter-Barça fue una ola que le pasó por encima y que le redujo a la mínima expresión. Los holandeses Dennis Higler y Pol van Boekel, ocupantes de la Sala VOR, tuvieron incidencia en todas las decisiones relevantes.

El partido tuvo un montón de acciones controvertidas y la moneda siempre cayó hacia el lado local. Las repasamos. En el minuto 26, el Barça reclamó una mano de Acerbi tras un remate de Dani Olmo, pero no hubo infracción porque el balón impactó entre el hombro y el pecho del defensa. A finales de la primera parte, Lautaro entró en el área y Cubarsí se lanzó al suelo para despejar el peligro. En directo parecía que la acción era legal, pero el VAR intervino para constatar que el gerundense no tocaba el balón en ningún momento y que golpeó el pie derecho del delantero. Incomprensiblemente, no amonestó al defensa del Barça aunque era una ocasión manifiesta de gol.

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En la segunda parte no hubo tregua y en el minuto 68, el colegiado indicó penalti de Mkhitaryan a Lamine Yamal en una acción complicadísima de resolver. Hay una primera zancadilla fuera del área y eso hace caer al azulgrana, que recibe un segundo contacto cuando ya está dentro. Si el VAR considera que la infracción que sanciona a Marciniak está fuera del área y que el resto de la acción es consecuencia de la primera, debe intervenir para convertir el penalti en falta. En el fatídico minuto 93, cuando se produjo el empate a tres, el Barça pedía una falta previa sobre Gerard Martín, pero es Dumfries quien tiene la posición ganada.

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Pese a que la mayoría de acciones polémicas estuvieran bien resueltas gracias al videoarbitraje, el pecado capital de Marciniak fue la desprotección que sufrieron los jugadores del Barça, especialmente Lamine Yamal. El equipo italiano jugó al límite del reglamento. Apoyándose en la permisividad del polaco, Dimarco gozó de barra libre hasta que fue sustituido y Bastoni no recibió la amonestación hasta el minuto 118. El criterio disciplinario no fue equitativo ni reconocible y el colegiado fue incapaz de controlar el partido y ganarse la confianza de los jugadores. El polaco estuvo tan desconectado del partido que incluso pitó el fin de la primera parte de la prórroga cuando Barella se plantó solo ante Szczesny.