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El plan B del Barça si las obras del Camp Nou se alargan más de la cuenta

El club negocia prorrogar el alquiler de Montjuïc pese a las reticencias iniciales del consistorio

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Imagen de las obras de remodelación del Camp Nou.

BarcelonaCada vez que le preguntan a Joan Laporta por las obras del nuevo Camp Nou, el presidente acaba su respuesta hablando de los "imponderables". Siete meses después de que las grúas entraran en el estadio, los trabajos van a buen ritmo y ya está en marcha la construcción de la estructura de la tercera gradería. No hay contratiempo, de momento, pero todavía falta mucho trabajo por hacer. La más delicada. Mientras, Montjuïc es la casa provisional de un club que se ha hecho suyo el estadio olímpico, le ha lavado la cara y le ha convertido en un buen recinto para jugar al fútbol. Pero es sólo por un tiempo limitado. Nadie desea que la estancia se prolongue más de lo necesario. Ni el arrendador ni el arrendatario. El calendario tiene fijado el regreso al Camp Nou para el mes de noviembre y tanto el Barça como el Ayuntamiento cruzan los dedos para que se cumpla.

Aunque públicamente todo sean elogios, alquilar Lluís Companys no acaba de ser un buen negocio para el club ni para el consistorio. La entidad azulgrana, que ha tenido que pagar los 20 millones que ha costado la reforma y adecuación de la montaña de Montjuïc, abona un alquiler adicional y tiene un volumen de ingresos muy inferior al que tendría en su estadio. Y el Ayuntamiento sufre porque, mientras allí se juega al fútbol, ​​las instalaciones están bloqueadas y no se pueden programar conciertos de gran formato, que volverá a ser la principal fuente de ingresos del estadio cuando el conjunto azulgrana dé por finalizado el exilio forzoso.

"Hay riesgo de que Barcelona se desposicione del calendario de conciertos"

Esta situación genera preocupación de cara al futuro. Mientras Barcelona no puede acoger estos grandes espectáculos, Madrid ha hecho una gran apuesta por quedárselos todos. En la misma línea que pensaron hace unos años en el tenis –organizando un Masters 1000 que hacía la competencia en el Godó– y ahora con la Fórmula 1, también quieren el negocio que generan los grandes artistas internacionales. A la lista de equipamientos disponibles se ha añadido uno nuevo y muy mediático, el Santiago Bernabéu, que se ha renovado de arriba abajo incorporando un sistema de ingeniería para sacar el césped y transformar el estadio en un gran escenario musical. El estreno será en junio de este año de la mano de Taylor Swift. "Existe el riesgo de que Barcelona se desposicione del calendario de conciertos y eso genera preocupación en Cultura", apuntan fuentes de Barcelona Serveis Municipals (BSM), la empresa que gestiona los equipamientos del anillo olímpico. El gran problema es que nadie puede garantizar que pueda volverse al Camp Nou a tiempo. Que Laporta insista con los "imponderables" se debe a que sabe que el calendario se ajustó demasiado y no dejó espacio para los imprevistos. "Todos olemos que habrá un retraso y que deberá prolongarse el contrato, aunque de momento sólo está firmado hasta noviembre de este año", insisten en BSM.

La preocupación por el calendario ha hecho que el Barça y el Ayuntamiento vuelvan a hablar del tema. Ya se reúnen habitualmente, pero ahora han añadido una nueva carpeta sobre la mesa. Ambas partes aseguran que la relación "es buena", pero otra cosa es que desde la plaza de Sant Jaume pongan una alfombra roja en todas las peticiones azulgranas. "Si el Barça debe estar más tiempo, estará. Otra cosa son las condiciones del acuerdo", añaden desde BSM. El ARA se ha puesto en contacto con el concejal de Deportes de Barcelona, ​​David Escudé, pero ha declinado hacer ninguna declaración respecto al Barça. Fuentes oficiales del Ayuntamiento han contestado que "hay una relación constante para evaluar y atender las necesidades del club" y, sobre la necesidad de alargar el alquiler más allá de noviembre, añaden que "BSM nunca se ha planteado su relación con el Barça en términos económicos".

Volver al Camp Nou tiene una razón nostálgica y, sobre todo, económica

Mientras, ya la espera de la evolución de las obras en el nuevo Camp Nou, el Barça ha puesto en marcha la maquinaria económica para preparar el regreso a casa. Hace unos meses, como explicó este diario, a finales de octubre se poner a la venta los primeros productos VIP, en concreto los palcos de doce personas, que costarán a partir de 74.000 euros y que deben ser una de las principales fuentes de ingresos del futuro estadio. En marzo está previsto que se vendan los asientos VIP individuales. Y una vez finalice la temporada, y en función de los trabajos de remodelación, el Barça informará del proceso para los abonos. Cuando se vuelva a jugar en Les Corts, sea en noviembre o más adelante, habrá 60.000 asientos disponibles. La cifra subirá hasta los 104.000 una vez el estadio esté terminado. "Necesitamos volver a casa lo antes posible", cierran desde el Barça.

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