Análisis

¿Por qué a veces tenemos la sensación de que Lamine Yamal es medio Barça?

Significar la ausencia del extremo es el recurso fácil para contar cualquier derrota

Marc Mayola
y Marc Mayola

BarcelonaLamine Yamal tiene para dos o tres semanas. Ya se va perder el partido en el campo de la Real Sociedad y enseguida, después de la derrota, pudimos leer o escuchar el término Laminedependencia. No deja de ser el recurso fácil para contar cualquier enfrentamiento que no va bien. ¿Falta tu futbolista más determinante y pierdes? Automáticamente significa que depende absolutamente de él.

Evidentemente, son respuestas sencillas a cuestiones más complejas. La Real planteó y ejecutó un partido muy inteligente, sobre todo en la presión, y los jugadores del Barça se mostraron especialmente erráticos. Pero no deja de ser cierto que con Lamine Yamal en el campo el Barça encuentra una serie de recursos que facilitan su dinámica y, por extensión, complican el plan del rival. ¿Qué aporta el joven de Rocafonda al juego del equipo blaugrana?

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Es evidente que la joven estrella del Barça tiene una capacidad de desequilibrio y de intimidación nada habitual en jugadores de su edad. Además, a la hora de tener un impacto directo en el marcador en forma de goles y asistencias, esta temporada está creciendo a pasos de gigante. ¿Pero en qué se traduce exactamente esa habilidad que tiene para desequilibrar e intimidar?

La Real Sociedad, por ejemplo, propuso una presión alta hombre a hombre para dificultar la salida del Barça. Ante esta idea del rival, es fundamental tener jugadores que se atrevan en uno contra uno. Aunque pueda parecer una temeridad porque estamos hablando de driblar en tu propia mitad del campo, si tú eliminas a tu pareja en una situación de estas, haces que recoja toda la estructura rival. Esto supone un momento de ventaja gracias a la superioridad cualitativa de uno de tus jugadores.

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Ante el conjunto vasco nadie salió adelante, ni en acciones en el uno contra uno ni tampoco a la hora de combinar para escapar de la agresiva presión del equipo local. El Barça fue poco sensible a nivel técnico: controles que no eran finos, o directamente mal orientados, pasadas con poca tensión, intentos imprecisos de pared o de triangulación… en este sentido, el talento técnico de Lamine Yamal también habría ayudado .

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En relación con su capacidad de intimidación, un jugador como el extremo catalán, que desequilibra en acciones individuales y no teme quedarse el balón, a menudo obliga al equipo rival a defender mucho más cerca de su portería. La Real plantaba la línea muy lejos y eso se debe a que ahogaba la salida del Barça con una presión muy buena y porque los de Hansi Flick no encontraban amenaza. Quisieron jugar muy deprisa hacia adelante, pero los defensas del equipo de Imanol Alguacil se imponían y el Barça no encontraba a ese jugador con capacidad de cuidar el balón y esperar a que los compañeros llegaran al último tercio en mejores condiciones . El equipo se partía y después, sin posibilidad de hacer una buena contrapresión, los donostiarras, especialmente Take Kubo, siempre encontraba espacios para salir en transición.

Lamine Yamal es sensibilidad técnica, interpretación táctica, visión de juego, pases imposibles, centros venenosos, disparos endemoniados, atrevimiento y personalidad, pero también representa toda una serie de intangibles, pequeñas cosas que, en partidos como el del pasado domingo , evidentemente habrían ayudado. También está claro que sólo estamos hablando de un partido, que todos los equipos del mundo echan de menos a sus mejores jugadores cuando no están y que, pese a la derrota, el Barça de Flick, con o sin Lamine, sigue siendo un de los equipos del momento.

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