¿Es viable para el Barça fichar a Nico Williams?
El delantero del Athletic Club nunca ha dejado de estar en la agenda azulgrana
BarcelonaUna de las carencias más flagrantes del Barça de Hansi Flick esta temporada ha tenido que ver con la falta de efectivos válidos en la delantera. Más allá del tridente formado por el prodigioso Lamine Yamal, el decisivo Raphinha Dias y el especialista veterano Robert Lewandowski, sólo Ferran Torres se ha erigido en una alternativa consistente cuando se le ha requerido por diversas circunstancias. Pau Víctor nunca ha sido una opción contemplada por los técnicos pese a su sorprendente pretemporada, mientras que Ansu Fati, en las antípodas de su precoz prime, ha tenido que conformarse con minutos basura. Por todo ello, es un hecho que el club azulgrana fichará este verano a algún jugador de ataque para subir el nivel y competir con garantías en todas las competiciones. Ésta es la intención que se desprende de los movimientos y comentarios off the record de Joan Laporta y su círculo íntimo de colaboradores. Otra cosa es que después la economía del Barça convierta las ideas en anuncios oficiales.
La opción preferida del director deportivo del Barça, Anderson Luis de Souza, Deco, es Luis Díaz, extremo izquierdo titular del Liverpool. El internacional colombiano, autor de 17 goles y 5 asistencias esta última temporada, no está conforme con las condiciones que el club inglés le pone para renovar y está predispuesto a cambiar de aires con casi 29 años. El principal escollo de este fichaje es su precio, puesto que en Anfield Road no se sentarían a negociar por menos de 65 millones de euros. Menos problemático sería ofrecerle un jugoso contrato a Díaz, que pese a ser indispensable para Arne Slot, gana poco más de 3 millones anuales. Es esa anomalía lo que motiva a Deco a mover ficha para incorporar a un delantero de banda izquierda de rendimiento inmediato y valorado por su trabajo sin balón y su olfato goleador.
La ausencia de esta última capacidad –marcar goles– es una de las que hizo que el director deportivo culé prefiriera apostar por Dani Olmo –fichaje estrella del pasado verano– antes que por Nico Williams, un futbolista propuesto por Xavi Hernández del que Joan Laporta acabó enamorándose. Ahora bien, más que por las dudas de Deco, si el extremo del Athletic Club, autor de tan sólo cinco goles en la última Liga, no fichó por el Barça, fue porque no vio clara su inscripción. Él quería competir junto a su amigo Lamine Yamal, tal y como transmitió a su entorno íntimo durante y después de la Eurocopa, y si no lo hizo fue porque la situación del club barcelonés en términos de fair play financiero no le transmitía seguridad. De hecho, las penurias posteriores para registrar a Olmo, sólo regularizado gracias a una medida de gracia del CSD, acabaron justificando los recelos del pasado verano.
Han pasado casi doce meses de ese serial, la necesidad del Barça de fichar delanteros persiste y Williams vuelve a explorar vías para ganar más dinero y sobre todo más títulos, que es precisamente lo que no le puede dar el Athletic. Ante esta tesitura, el diario Sport informó de un encuentro del agente del futbolista, Félix Tainta, junto a Deco, en el que ambas partes compartieron anhelos y limitaciones. El primero transmitió lo que ya se sabía hace un año: que Williams va loco por jugar con Lamine Yamal y todo el grupo con el que comparte proyecto en la selección española. Y el segundo recogió su interés con el asterisco de cada verano: la débil situación del Barça tanto en términos de límite salarial como de tesorería.
La viabilidad de un gran fichaje depende de quien salga
La precariedad económica azulgrana contrasta con la ilusión de los futbolistas por debutar en el futuro Camp Nou. A Joan Garcia, por quien se pagarán 25 millones al contado en parte gracias a más endeudamiento por tener dinero en la caja, le compensa ese riesgo. Aún no sabe cómo será inscrito en la Liga ni si tendrá que compartir proyecto con Marc-André ter Stegen, pero ya hace días que dio un sí que rompe el corazón a los seguidores del Espanyol. Luis Díaz y Nico Williams también se expondrían a la incertidumbre a cambio de una taquilla junto a la de Lamine Yamal. Ahora bien, ¿es viable planteárselos como futuribles más allá del deseo de los implicados y de la complacencia del barcelonismo?
En términos de inscripción, la receta, teniendo en cuenta los condicionantes actuales, es la misma con el casi culé Garcia que con los ilusionantes Williams y Díaz. Por un lado, vender jugadores como el citado Ter Stegen, Araujo o incluso otros nombres más dolorosos. Y, por otra, luchar en los despachos económicos para que el impacto de estas ventas sea completo y no parcial. En otras palabras, volver a la norma 1:1 del fair play financiero, una cota que Laporta no ha explorado sostenidamente desde que ganó las elecciones en el 2021, sería el camino más corto para que cualquier movimiento de salida sirviera para meter uno de entrada.
La viabilidad de operaciones tan ambiciosas como las de Luis Díaz o Nico Williams también implica tener dinero disponible en la caja para pagar el traspaso. Ante esa necesidad, la posibilidad de negociar con el Liverpool por el colombiano facilitaría las cosas al Barça, que podría pactar un pago a plazos. En cambio, dado que el Athletic nunca hablaría con Laporta para ponerse de acuerdo, el navarro sólo sería azulgrana con un ingreso de 58 millones, que es el importe de su cláusula de rescisión. Esta diferencia convierte a Díaz en una presa más asequible. Pero al presidente del Barça le gustan los retos y sabe perfectamente que Lamine Yamal y todo el barcelonismo le harían la ola si encuentra la forma de fichar a Williams.