Fútbol - Primera División

La Virgen se le aparece al Barça en los últimos minutos en Vigo

Antes de viajar a Nápoles, los azulgranas suman un sufrido triunfo en Balaídos con un gol de penalti de Lewandowski en el añadido (1-2)

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Robert Lewandowski, bigoleador contra el Celta

BarcelonaEl Barça es como una película de suspense. Alterna momentos de aparente tranquilidad con otros de tensión, sufrimiento y descontrol. Este año a menudo está saliendo cruz. Pero en Balaídos ha salido cara. Después de adelantarse en la primera mitad y ver cómo les empataban nada más iniciarse la reanudación, los azulgranas no han tirado la toalla y se han acabado imponiendo en el tiempo añadido (1-2). Lamine Yamal ha provocado un penalti. Lewandowski, autor del primer gol del partido, ha fallado. Pero Guaita no tenía ningún pie sobre la línea. El lanzamiento ha tenido que repetirse. Mismo rictus del polaco a la hora de chutar, con una paradinha que hace aflorar tacos, pero esta vez con final feliz. Triunfo sufrido, sin embargo, triunfo antes de visitar el Nápoles el miércoles. El Barça lleva tres puntos, pero las sensaciones siguen sin mejorar.

No será un partido por recordar, el de Balaídos. En la primera parte, el Barça buscaba la brecha y el Celta esperaba, como un animal hambriento pero paciente, la oportunidad para pisar el balón y morder al contragolpe. El conjunto catalán tocaba y tocaba frente a la firme y solidaria estructura defensiva de los locales. Rafa Benítez, un técnico con más devoción por resguardarse que por plantear propuestas ofensivas, había dibujado en la pizarra un 4-4-2 que sus futbolistas han interpretado con fidelidad. Para intentar encontrar fisuras en la telaraña gallega, Xavi pedía desplazamientos en largo, cambiar el juego a un lado, buscar las piernas de Lamine Yamal. Suya sería la primera oportunidad, después de conectar con Vitor Roque, que se estrenaba como titular. El remate del extremo iba endemoniado, pero no lo suficiente para superar a un portero experimentado como Guaita.

Los encargados de sacar el balón desde atrás eran De Jong, a menudo incrustado entre los centrales, y Pau Cubarsí, titularísimo a sus 17 años celebrados hace sólo un puñado de semanas. Sin Gündogan, que hacía de ancla entre los centrocampistas, y la delantera era un Pedri más voluntarioso que acertado. Christensen repetía como pívot por tercera jornada consecutiva, recuperando bastantes balones en un Barça dominador pero con poco pincho. Los azulgranas no lograban ser profundos y las ocasiones no llegaban. Los de Xavi tampoco sufrían demasiado en defensa, más allá de un remate desde la frontal de Strand Larsen que bloqueó a un seguro Ter Stegen.

Golazo de Robert Lewandowski

El partido estaba en tierra de nadie, hasta que apareció Lewandowski a las puertas del descanso. Lamine Yamal ha fintado a su defensor, Pedri ha hecho un buen desmarque en el espacio para arrastrar defensores y el balón ha ido a parar a los pies del polaco. Control exquisito, posicionamiento excelente del cuerpo y latigazo delicioso desde la frontal. Su remate ha sido tan seco, tan apretado, tan preciso que Guaita sólo se le ha podido mirar. Un golazo. Qué lástima que este Lewandowski no aparezca más a menudo. Fue por goles como éste que el ex del Bayern se fraguó su carrera como uno de los mejores goleadores europeos en la última década.

En la reanudación volverían los fantasmas y los pecados de siempre. No habían pasado ni siquiera dos miserables minutos cuando una jugada comandada por Yago Aspas acabaría con el empate. El Celta, un equipo que batalla por huir del infierno de la zona baja, ha llegado a conectar hasta dos pases de acicate en la frontal, primero de Strand Larsen y después del ex azulgrana Mingueza, para ceder el balón a Aspas. El remate del eterno capitán no ha salido potente, pero el infortunio habitual del Barça ha acabado con Kounde desviándolo a gol. Ni un partido tranquilo, ni un día de paz. Tocaba volver a buscar una remontada, una vez más.

La reacción de Xavi ha sido sacudir el banquillo y dar entrada de una manchada en Gündogan por Christensen y Raphinha por un desaparecido y poco productivo Vitor Roque. Antes, Iñigo Martínez ya había relevado a Araujo por precaución. Habrá que estar pendiente del estado físico del uruguayo antes de la visita al Nápoles, la ida de una eliminatoria con aires de plebiscito sobre la continuidad de Xavi. Con el empate, el partido ha transitado por momentos de más caos y vértigo, con momentos de desorden a ambos lados, pero sin demasiadas oportunidades claras más allá de un centro envenenado de Aspas rechazado por Cancelo y un lanzamiento de falta de Raphin rechazado por Guaita.

La última bala de Xavi ha sido dar entrada a Fermín y buscar que pisara área. Pero ha sido Lamine Yamal, que con 16 años es la gran esperanza de este equipo, quien ha aparecido para forzar un penalti en el tiempo añadido y dar algo de aire al equipo después de que Lewandowski transformara, en la segunda, la pena máxima.

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