La 'Xavineta' ha perdido definitivamente el rumbo: los apuntes en caliente del Madrid-Barça

BarcelonaDerrota del Barça en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. Los goles de Benzema, Valverde y Rodrygo castigaron a los azulgranas, que solo tuvieron un breve periodo de lucidez asociado a la diana de Ferran Torres en el tramo final. Con este marcador, los catalanes quedan tres puntos por debajo de su eterno rival en la lucha por la Liga. A continuación, unos apuntes en caliente.

Incomprensión. Un día más, el juego del Barça no cuadró con el mensaje futbolístico de Xavi. El equipo azulgrana pasó por el clásico sin ninguna opción de llevarse la victoria. Actuación insuficiente (una más después de la parada de selecciones) que confirma que la Xavineta, el vehículo imaginario que se puso en marcha ahora hará un año para despertar la ilusión de los culés después de la destitución de Koeman, ha perdido el rumbo. El técnico tiene sobrados conocimientos sobre el método que quiere aplicar, pero de momento sus jugadores no lo practican en el césped. No ayudan la permanencia en la plantilla de futbolistas con más pasado que presente, o la excesiva ternura de valores con más futuro que presente. No hay un término medio estable, de acuerdo. Con todo, la fotografía es preocupante porque la transición ya fue.

Nada a cambio de sacrificar a Gavi. Se ha confirmado que ir al Bernabéu a jugar un partido decisivo para la Liga cuando todavía no se ha podido digerir la eliminación en la Champions no era en absoluto un buen negocio para un equipo anímicamente tan débil como el Barça. "Es una gran oportunidad para nosotros", decía Xavi en la previa, optimista de serie, para intentar animar a sus jugadores. Pero la realidad fue terca desde el primer minuto. Los azulgranas salieron a competir sin la tensión adecuada –una falta en toda la primera parte– y se vieron superados por un Madrid tan funcionarial como efectivo. Solo la entrada de Gavi en la segunda mitad, ya con 2-0 en el marcador, aportó la electricidad que reclamaba la cita desde el comienzo. La sorpresiva suplencia del andaluz aportó poco a cambio.

Una lectura positiva. Durante un rato, y antes de que el Madrid sentenciara gracias a un penalti provocado y transformado por Rodrygo, el Barça intentó entrar en el partido gracias a la pasión de Gavi y a una de las pocas lecturas positivas que deja la derrota: el particular upgrade como revulsivos de Ferran Torres y sobre todo de Ansu Fati. El hispanoguineano asistió al valenciano para meter el miedo en el cuerpo al Bernabéu después de hacer un slalom desde la banda que hacía tiempo que no probaba y minutos más tarde tuvo el empate muy cerca en una acción de puro olfato. Ojalá este Ansu se pueda mantener para que no toda la amenaza dependa del sobreexplotado Lewandowski, del deshinchado Raphinha y del indescifrable Dembélé.

Para clásico, el bueno de Drake. El Barça salió a jugar con un búho en el espacio patrocinado de la camiseta en honor al famoso músico canadiense, conocido por sus números de récord en Spotify, pero también por ser bastante gafe cuando se relaciona con el fútbol. El Roma, por ejemplo, prohibió a sus jugadores que se fotografiaran con él para driblar la mala suerte. Antes del silbato inicial en el Bernabéu, el buen hombre difundió en las redes sociales una apuesta combinada que podía reportarle 4 millones en caso de victoria azulgrana. Desafortunada demostración de opulencia, la de Drake, que no solo quemó casi 900.000 euros (son cosquillas para su cuenta corriente), sino que siguió alimentando la maldición y transmitiendo unos valores discutibles.